Ideas

7:07 Pat Casalà 1 Comments

¡Buenos días! Esta semana se termina con un sinfín de instantes cargados de emociones diversas. Felicidad, dolor, ilusión… Me irán bien tres días enteros de descanso, seguro que encontraré la manera de desconectar de las malditas auditorías que en mi trabajo se suceden sin cesar.
Quiero seguir por la senda actual, no desviarme mucho del camino y encontrar esa alegría contagiosa que se adentra en nuestra existencia cuando logramos despejarla de escollos molestos. A veces nos complicamos demasiado, incluso tenemos la mala costumbre de darle vueltas a cosas que evidentemente se escapan de nuestro control.
Estoy un poco desbordada, para no decir que tengo un agobio intenso. Hay demasiado que hacer, tengo poco tiempo y me estreso. Jajajajajaja, si hasta sueño con las horas en la oficina…
Ayer salí muy tarde. Llegué a casa cansada, sin deseos de ir a bailar y con pocas ganas de escribir. Mi amiga de Suiza me dio pistas para mejorar PELN, a ella no le acabó de entusiasmar. Pregunté a mi hermana y a otra de mis lectoras beta que está leyéndola, mantuve una breve conversación con dos betas más y finalmente me fui a casa con ideas rondándome por la cabeza.
Tras una noche intensa de falta de sueño, muchas horas de desvelo y una cantidad nada desdeñable de pensamientos revueltos, me he levantado con varias ideas pululando por mi mente sedienta de reanudar la escritura. Sé qué quiero modificar de la novela para darle ese toque que buscaba Mabel.
Ahora mismo le he escrito con las ideas, a ver cómo las ve.
Parece que la lluvia por fin nos ha abandonado, es genial cuando las calles se visten de sol y color, sin esa textura húmeda del cielo ni la sensación grisácea que acompaña los días encapotados.
Después de la tormenta siempre sale el sol… Recuerdo la canción de Annie que solía cantar de pequeña cuando tenía un día gris. El sol brillará mañana, solo falta un día hasta mañana, nada más… Sonrío al evocar esos momentos de infancia en los que me sentaba en mi roca de Calella de Palafrugell con los sentimientos confusos y sabía que pronto las emociones se estabilizarían.
Peco de sentir demasiado, quizás por eso las negativas me duelen de inicio, aunque ahora las encajo mejor, en pocas horas consigo deshacerme de esa falta de confianza en mi trabajo para poner a mi mente a trabajar en algo más importante o esperanzador.
Me faltaba esta claridad de pensamientos, la capacidad para entender que quizás no consiga nunca enamorar a muchos lectores y que esa realidad no me afectara. Ahora que he llegado al punto deseado veo la vida desde una perspectiva mejor. ¡Os invito a probarlo!

¡Feliz día! J

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1 comentario:

  1. Los que te leemos vivimos enamorados de ti. Solo quienes no te conocen no te aman.

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