Nunca dejes de soñar

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Estoy muy feliz con mi vida en estos momentos y he descubierto cómo encontrar el camino te llena de luz, de color, de sonrisas, de buenas vibraciones. Entonces atraes la ilusión, la alegría y ese arcoíris en tu corazón. 
A veces solo se necesita una chispa, un destello o simplemente una claridad de mente capaz de darte la capacidad de ver más allá de la oscuridad para descubrir todo un mundo de brochazos llenos de vida.
Me gusta tanto sentirme montada en una nube de algodón, en el paraíso de la purpurina… Sin embargo, no soy una soñadora compulsiva y entiendo claramente la necesidad de tocar con los pies en la tierra para caminar por la vida sin dejarse seducir solo por una ilusoria sensación de estar en paz. Porque en realidad lo estoy. 

Foto de Pexels

Quizá mis sueños infantiles eran demasiado imposibles, pero ahora, echando la vista atrás, descubriendo cada recodo de mi sendero hasta mi ahora, soy capaz de apreciar cada curva con la emoción precisa y necesaria para descubrir sus matices. Y sonrío.
Sí, la verdad es que llevo tiempo sonriendo, con esta sensación de intensa paz, con un sosiego en el alma y esa curvatura perenne en mis labios, como si se hubiera forjado una ilusión sin fin en mi corazón.
Quizá hace un par de años no era consciente de mi necesidad absoluta de darle un giro a mi vida laboral. No lo esperaba ni estaba preparada entonces para la gran debacle que se avecinaba. Pero ahora sí sé que he conseguido llegar a un lugar mejor, que mi corazón está preparado para asumir riesgos, que mi cerebro colabora con mil ideas y retos, que mi capacidad de dar está a pleno rendimiento mientras recibo. Porque la vida es tan feliz como tú quieres pintarla.

Encima, he subido un nuevo peldaño en la escalera de la literatura. Uno que llevaba tiempo persiguiendo. Porque si algo me ha enseñado el aprendizaje de la vida es que nunca debemos renunciar a la lucha constante por alcanzar metas cada vez más elevadas. Pero sin presiones, sin agobios, disfrutando del camino.
Y aquí estoy, soñando despierta con el veintidós de marzo, con los nervios de siempre, con ese runrún interno que anuncia a gritos mis inquietudes: ¿se venderá Caramel Macchiato? ¿Os gustará? ¿Ocupará un lugar en vuestra estantería?   
Publicar con Phoebe romántica es un sueño hecho realidad y deseo tanto que salga bien, tengo tantas esperanzas en este lanzamiento… Así que os animo a descubrir a Holly y a Clark el próximo 22 de marzo, a soñar conmigo y a nunca rendiros a la hora de luchar por alcanzar vuestras metas.
Foto de Alex Azabache en Pexels

A veces hay que redimensionarlas, otras subir peldaño a peldaño, incluso sudar lágrimas, pero nunca hay que desfallecer ni dejar de sonreír porque los sueños están para hacernos felices.
¡Feliz día! J
 

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Pronto, muy pronto...

8:58 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! A veces siento la conexión instantánea con unos personajes y otras me cuesta encontrarla, es un viaje a lo largo de las páginas, de descubrimiento y cariño, de sensaciones, de emociones…
Queda menos de un mes para poder hablar de forma abierta de mi próximo libro, para contaros de qué mano va a venir y cómo de ilusionada estoy por la experiencia. Tengo una portada increíble esperando para revelarse, una aventura lista y las ilusiones en modo on. Porque a veces hace falta solo una chispa para encender una hoguera y la mía crepita al son de los nervios y la ilusión.



Puedo explicar pocas cosas de momento… El libro es el primero de la serie Little Falls, con una historia autoconclusiva y unos protagonistas muy diferentes entre sí. La mezcla resulta explosiva en muchos momentos, porque ella es un torbellino y él la planificación en persona. Y, aun así, ambos se necesitan para encontrarse.
Me gustó la idea de empezar con una chica odiosa, llena de superficialidad, sin ningún interés por adaptarse a la situación que le toca vivir, aunque tampoco le queda otro remedio y pasa por el aro con demasiada facilidad. Porque ella no es así, no como se muestra en ese primer capítulo, solo es una fachada construida a base de heridas nunca cicatrizadas. En realidad tiene un punto de locura, su espontaneidad, las ideas irreflexivas, la positividad, la efusividad. Y, además, descubre su corazón y su capacidad de amar. Porque a veces nos emperramos en no ve hasta dónde estamos dispuestos a dar cuando encontramos nuestro destino.  



En cambio él… Tiene esa madurez propia de cuando la vida te ha asestado muchísimos golpes y necesitamos adaptarnos a las responsabilidades que se nos vienen encima. A veces no hay alternativa, por eso nuestro protagonista masculino es organizado, recto, con las ideas claras, una tendencia demasiado pronunciada a planificarlo todo y poco dado al desfase. 
Hasta conocerla… Ella arrasa con su visión práctica de la vida, le desmonta los esquemas, lo hace reaccionar con una pasión desbordante, le enseña a sentir a lo grande, a dejarse llevar en algunos momentos, a que no siempre lo puedes tener todo controlado, a arriesgarse.


Es bonito haberlos construido, haber sentido cómo crecían, cómo maduraban, cómo construían su relación. Y es precioso ver cómo ha quedado la maqueta, la portada, la redacción, la historia.
Darle a enviar a la última versión, siempre desata sentimientos encontrados. Porque ya no hay marcha atrás, pero pronto va a estar en imprenta…
En marzo… 
¡Feliz día! 

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