La vida sigue

8:48 Pat Casalà 6 Comments

¡Buenos días!
¿Sabéis lo que sucede cuando la vida te lleva a un lugar inesperado? ¿Esa sensación de vivir con constante ansiedad? ¿De sentir cómo tu rutina está a punto de cambiar, pero todavía no puedes superarlo porque sigues asida a la anterior? 
Cortar el cordón umbilical que te une a algo en lo que has creído y por lo que has luchado dándolo todo es doloroso, difícil y angustiante. 


Quizás una gran parte de esa dificultad radica en el miedo al cambio inherente en todo ser humano, en la capacidad de nuestro cerebro de darle demasiadas vueltas a lo sucedido y de nuestra incapacidad por deshacernos de sentimientos arraigados.
Duele. Es un dolor profundo y cada vez más difícil de asumir porque no puedo cortar lazos todavía. Pero algún día sí lo haré y entonces mi vida será mil veces más tranquila.
A veces no pesa el hecho sino la razón que lo ha motivado y la sensación de caer en barrena en una constante necesidad de encontrarle un sentido.
La buena noticia es que la vida sigue trayéndome nuevas y excitantes posibilidades.
¿Y si cambio de idea también respecto a mi futuro? ¿Y si intento encontrar un nuevo rumbo un poco más interesante? ¿Y si dejo de dedicar todas mis energías en proyectos ajenos para dedicarme al mío propio?


No sé… Todo esto me ha bloqueado la mente… Y sigo un poco perdida a pesar de ir encontrando rumbos capaces de ilusionarme.
¿Saldrá bien darle la vuelta a mi vida? 
Puede que en un año me estire de los pelos con ansiedad y la sensación de haberlo hecho todo mal, pero también cabe la posibilidad de que sea un éxito, de que las cosas vayan bien, de que quizás encuentre mi sitio dando un vuelco a mis ideas y arriesgándome.
Aunque debo dar un paso detrás del otro, marcarme metas, pensar, razonar y lanzarme al vacío con un mínimo de seguridad.
¿Y si sale bien? 
Por suerte tengo algo muy preciado. Una familia que me apoya, me quiere y está siempre ahí, amigas como nunca hubiera imaginado tener, hijos maravillosos…


Y la vida sigue.
A pesar de mi necesidad de avanzar en el calendario y llegar al treinta y uno de julio. A pesar de la dificultad diaria por levantarme y afrontar lo inafrontable. A pesar de no encontrar todavía la forma de desvincularme mentalmente de algo que debería dejar ya en el pasado. A pesar de cómo duele.
Porque encontrar nuevos horizontes, sonreír, saborear la vida y experimentar la felicidad depende solo de nosotros.
Y quizás, solo quizás, en un tiempo razonable consiga aparcar la tempestad para sumirme en una calma perfecta, de esas que te llevan a un puerto inimaginable y lleno de nuevos y excitantes proyectos. 
¡Feliz día! J

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Serenidad

8:28 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! La paz a veces viene de momentos tranquilos, de dejarse llevar por la ausencia de rutina, por dejarse seducir por la belleza del campo, de las montañas, del silencio.
Porque la serenidad es algo intrínseco al alma, a la sensación de calma que te produce la ausencia total de ansiedades y pensamientos recurrentes.
Dar de baja en tu alma un sentimiento, un recuerdo o un arraigo no es tan fácil como coger el archivo en el Mac y arrastrarlo hasta la papelera. Porque hay rastros en tu interior, demasiados pensamientos, demasiados recuerdos.


Sin embargo no quiero perder mis horas sintiendo el arraigo, abrazándome al pasado sin mirar a la cara el futuro. 
Voy a dar un paso. Esta vez en una dirección concreta. Sin presiones, sin angustias, sin dolor. Solo un paso. Caminando hacia la aceptación, el desapego, la intención de construir un nuevo horizonte.
Quizás con el tiempo acabe en un lugar parecido o consiga reinventarme. 
Llegue a donde llegue voy a ser feliz. 


Porque me lo he prometido a mí misma y lo deseo con ferviente emoción. Porque la vida bien vale ilusiones y anhelos. 
Porque quedarse varada en un lugar donde no me valoran lo suficiente es una equivocación y no va a destrozarme. 
Porque da igual lo que suceda, si algún día me echan o no en falta, es el pasado y ahora debo construir el presente.


Sé que habrá de todo. Instantes de flaqueza, quizás algún llanto, ansiedad y un poquito de nostalgia mientras siga asida a lo mismo durante un breve periodo de tiempo. Pero al final del túnel habrá luz, una cegadora.
Porque cuando una puerta se cierra se abre una ventana en cualquier otro lugar y nos proporciona esa bocanada de aire necesario para capear los malos momentos con una sonrisa de ilusión.
Reinventarse es un proceso necesario en este momento. Buscar un nuevo proyecto de vida que me interese lo suficiente para dejarme la piel y el alma para construirlo va a convertirse en el centro de mis desvelos a partir de ahora.
Porque preocuparse por lo que va a quedar atrás es no desarraigarse. Y lo más necesario para mí en estos instantes es desligarme de un lugar donde ya no tengo cabida.


A veces nos parece que la vida es injusta y buscamos una forma de luchar contra esa injusticia. Pero cuando no hay posibilidad de ganar es mejor cerrar los ojos para caminar hacia otro lugar donde podamos construir una vida mejor.
Llegará. Estoy convencida. Un día abriré los ojos y observaré el camino recorrido hasta un mejor ahora. Y sonreiré feliz, sin cadenas, sin lastres, sin dolores. Solo con alegría.
La paz de estas montañas me es beneficiosa para el alma. 
Me la llevaré para aspirarla en los malos momentos, para sonreír al recordarla, para siempre.
¡Feliz día! J

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Desapegarse

9:29 Pat Casalà 4 Comments


¡Buenos días! Lo más difícil cuando algo termina es el duelo, el desapego, el cambiar las costumbres, el dejar atrás compañeros, lugares, instantes…
Ojalá fuera tan sencillo como no volver a la oficina nunca más, cerrar del todo la etapa en este momento y buscar la forma de no echar la vista atrás, de que no duela, de que no siga sintiendo esa conexión con las empresas creadas desde cero y por las que he luchado muchísimo.
Pero no lo es y cada día constituye un reto para mí.
Me despierto demasiado pronto, con los sentimientos descontrolados, los recuerdos acosándome, con la sensación de estar ante una situación dolorosa y difícil de afrontar.


Es un duelo.
Porque después de pasar nueve años creciendo con las empresas, dejar atrás esta etapa me cuesta.
Siempre he creído que esta es la peor parte de verse obligado a tomar caminos distintos, la de desapegarse, la de abandonar los hábitos adquiridos por años de dedicación, la de desprenderse de responsabilidades que en este instante ya no son mías.
En ese sentido mi forma de ser juega en contra. Porque a mí me cuesta el gris, soy de todo o nada. Y no puedo seguir yendo a la oficina cada mañana sin sentir un vendaval arrasar con mi serenidad. Porque la sigo sintiendo mía al cien por cien. Porque no encuentro la forma de desligarme de las responsabilidades. Porque me cuesta demasiado encontrar el equilibrio emocional necesario para desprenderme de todo.


Necesito tiempo.
Ahora me paso los días descontándolos en el calendario. Cuando estoy en casa pruebo de no conectarme al e-mail del trabajo cada instante, como siempre he hecho, de no mirar y controlar las cuentas bancarias, de no seguir sintiendo el peso de la responsabilidad.
Pero cuesta.
He de pasar el duelo. He de pasar el proceso entero de desapego. He de sonreír un poco más. He de dejar de darle vueltas. Y necesito volver a escribir. Aunque cueste.
Porque a veces hay que mirar por uno mismo y no por los demás. Y esa es la lección más importante de la vida.


Ayer adquirí un compromiso conmigo misma y a partir de este instante voy a luchar por cumplirlo.
Volveré a escribir. Volveré a leer. Volveré a ocupar mi mente con otras cosas. Recuperaré mi capacidad de dormir por las noches. Y seguro que la nueva etapa me traerá alegrías. Y un día miraré atrás y pensaré, ¿por qué me costó tanto?
Porque creo en el karma y espero que cumpla su cometido.
¡Feliz día! J

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Tenéis una cita el 25/06/19

9:09 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Después de una semana durísima sé que la vida continúa y hay que mirar hacia delante, dejarse seducir por lo que está por llegar y dejar atrás la parte dolorosa de despedir una de las etapas más bonitas de mi vida. Porque nada puede cambiar la situación y ahora me queda un largo camino hasta la aceptación, pero no por eso voy a dejar de luchar.
El día 25/06 llegará mi nueva novela. Es el último contrato de publicación que firmé porque no sé qué quiero hacer con las siguientes novelas y tampoco creo que ahora mismo sea el momento de planteármelo.


Cuando el destino nos encuentre son dos historias, una en el presente y otra en el pasado. Dos parejas muy distintas y a la vez muy cercanas. Dos Filipinas separadas por más de un siglo. Dos situaciones políticas, sociales, morales…
¿Puede el destino encontrarte?
Ayer me dieron luz verde para compartir con vosotros la sinopsis, la portada en papel y las ilustraciones que irán dentro del libro.


Dan y Geni en el presente.


Daniel y Eugenia en el pasado.

¿Queréis conocer la sinopsis?

Cuando el destino nos encuentre

Cuando nuestro corazón está roto buscamos formas de recomponerlo o no hallaremos el rumbo de regreso a la felicidad perdida. Quizás a veces el destino solo es caprichoso, pero siempre acaba encontrándonos.

Actualidad… Geni vive con un hombre violento que la maltrata, sobre todo de forma psicológica. Trabaja en un club nocturno donde hace striptease y algo más. En el otro lado del mundo, Dan se enfrenta a una revelación que cambia su vida por completo, desmoronándolo. Ambos necesitan encontrar el aplomo para afrontar lo que les depara el futuro y cada uno de ellos emprenderá un viaje a Filipinas para recomponer sus vidas.

Finales del siglo XIX… Eugenia se ve obligada a casarse con un hombre sin alma que la destroza sistemáticamente. Tres años después de la boda su marido decide llevársela a vivir a la plantación de azúcar que su familia posee en unas Filipinas que se preparan para afrontar la revolución de los tagalos en busca de libertad. Allí conoce al capataz, Daniel, un mestizo español-filipino que arrastra un pasado colmado de abusos y dolor. Al encontrarse descubren cómo unir sus corazones para luchar contra sus demonios.

Dos historias, dos épocas y un destino común. ¿Lograrán nuestros protagonistas hallar el modo de encontrar la felicidad?



Espero con ansia esta publicación porque cuando la vida me asesta los golpes de esta última semana, descubrir la próxima publicación es de esas pequeñas cosas que me dan esperanza y me muestran que la vida es mucho más y que quizás el destino también me encuentre a mí algún día.
¡Feliz día! J

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Dar el primer paso

8:28 Pat Casalà 0 Comments


¡Buenos días! A veces, cuando algo en lo que has creído muchísimo se derrumba a tu alrededor, la única manera de dejar atrás ese desastre es dar el primer paso. Porque los otros vienen solos y aprendes a seguir caminando, a no dejarte arrastrar por la onda expansiva ni por los escombros ni por los pequeños pedazos de esas construcciones por las que has apostado y lo has dado todo y ahora solo te devuelven dolor.
Esta mañana voy a dar uno de los pasos más difíciles de mi vida. Pero sé que debo buscar la valentía, sacar fuerzas de la flaqueza y no permitir que los trocitos de mi corazón roto entorpezcan lo que se debe hacer.
Aunque duela. Aunque sienta un abismo bajo mis pies al caminar. Aunque me cueste un esfuerzo descomunal.


Quiero quedarme solo con lo bueno. Voy a necesitar un largo camino para hacerlo porque cuando los sentimientos dejan un reguero de dolores es difícil separar los buenos de los malos momentos. Pero se trata de dar el primer paso y no pararse nunca. Aunque a veces apenas avances unos milímetros, porque lo importante es moverse y caminar siempre hacia delante.
No me merezco sentir así ni este final. No me lo merezco porque he dejado mi alma luchando con uñas y dientes durante demasiado tiempo para encontrarme en un lugar tan doloroso. Pero la vida es injusta. Y hay que quedarse con la mejor parte y recuperar esa alma partida en mil pedazos que he ido dejando en algo que sentía demasiado mío.
Quizás ese es el problema. No saber implicarse a medias, no encontrar la forma de darse cuenta de dónde está la línea. Porque si lo hubiera hecho quizás esta mañana, después de una larga noche de insomnio, no me costaría tanto levantarme, escribir, vestirme y salir de casa.


Cuando miramos atrás solemos hacer eso, buscar los quizás que podrían haber cambiado la situación. Y sí, quizás podría haber actuado distinto, sin embargo nadie me puede asegurar qué hubiera pasado entonces.
Pesa el haber apostado todo para encontrarme con una forma demasiado dura de tratar la situación al final.
El tiempo lo cura todo, remienda las almas y los corazones cedidos a lugares que no corresponde porque a pesar de luchar con todo tu empeño al final te dan la espalda clavándote varios puñales que acaban de romper esos trocitos de tu interior.


Hace sol. Un poquito más de calor que los últimos días. Y este año ha sido el peor cumpleaños de mi historia. Pero por suerte el año que viene tendré otro, y lo pasaré acompañada de mi marido, de mis hijos, de mis padres, de mis amigas. Porque soy afortunada en tener la mejor familia y las mejores amigas del mundo. Y eso no me lo va a quitar nadie. Pase lo que pase.
Toca dejar esta huella de mis sentimientos en el blog, ducharme, vestirme y dar el primer paso. Porque estoy convencida que los demás vendrán solos y un día me daré la vuelta y veré que estoy en un lugar mejor y que ya puedo apreciar lo bueno de esta etapa de mi vida que ahora se cierra.
¡Feliz día! J  

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Un año más...

8:08 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Un año más…
Cuando era pequeña esperaba el día de mi cumpleaños durante todo el año y lo convertía en el más feliz de los trecientos sesenta y cinco días anteriores porque me gustaba cumplir años, hacerme mayor adquirir un poco más de madurez y acercarme a esa edad donde se podía tener mayor autonomía y libertad.


A partir de los treinta empecé a cambiar esa idea y cumplir un año más ya no era tan intenso, sencillamente era un día más en el calendario, uno en el que la gente me felicitaba y me llegaba algún que otro regalo tras soplar la tarta con las velas.
Y ahora que poco a poco me acerco al cinco delante me cuesta un poquito más cumplir años porque me doy perfecta cuenta de cómo ha pasado el tiempo y de lo rápido que ha sido.
Pero soy feliz con la vida que me ha tocado en suerte y o puedo quejarme por todo lo que tengo. Así que lo celebro con ilusión y propósitos interesantes para pasar otro año sin perder la felicidad conseguida a base de lucha, ilusiones, momentos y mil situaciones intensas.


Quizás hoy me he despertado en un mal día, con nubes grisáceas en el cielo ennegrecido y lluvia, sin agua en casa y sin posibilidad de limpiarme los dientes ni de ducharme ni de nada. Y he recibido una noticia que me tiene alterada. Pero incluso así no miro el día con dolor sino con esperanza.
Porque cuando te decides a ver el lado positivo de la vida nada puede alterar el curso de tu felicidad, aunque te despiertes en un día horrible y todo se desmorone a tu alrededor, siempre encuentras un motivo para sonreír. 
Así que voy a cumplir un año más rodeada de mi familia y amigos, con la ilusión de continuar luchando por no desfallecer y seguir en la brecha de la positividad y por ver brillar una luz en mi vida en vez de descubrir la oscuridad.
Ufff, qué poética estoy. 
¡Feliz día! 

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Próximamente...

8:38 Pat Casalà 0 Comments


¡Buenos días! Cada día está más próxima la publicación de mi próxima novela y después he dejado en blanco el calendario porque necesito tiempo para descansar, ordenar mis ideas y dar un salto diferente. Porque a veces no se puede seguir recto.
Cuando el destino nos encuentre es una obra donde he expuesto algunas de mis experiencias en uno de los viajes familiares que hemos hecho estos últimos años y solo por eso ya la siento muy mía.


A veces la idea de relatar sucesos propios me llena de nerviosismo porque en una novela dejo fluir la imaginación y me interno de una forma tan impactante en mis sentimientos que revivir instantes reales me puede producir una alteración.
En este caso fue increíble relatar mi viaje, tirar de recuerdos, de instantes perfectos y otros difíciles, de los restaurantes, de las playas, de las gentes, de todo un mundo donde la serenidad del trópico nos acompañaron para pasar tres semanas lejos de todo lo conocido, juntos los cuatro y felices.


También investigué mucho el pasado de Filipinas, ese tiempo en el que los tagalos querían independizarse de los españoles y dejar de ser una colonia.
Esa parte de la trama me llenó en muchos sentidos porque cuando lees acerca del pasado de una cultura y descubres matices interesantes logras comprenderlos de otra forma.
Es la primera historia donde utilizo cuatro primeras personas y no fue una tarea fácil adentrarme en la mente de Dan, Geni, Daniel y Eugenia.


Dos parejas, dos líneas temporales diferentes, destinos rotos, destinos cruzados y destinos encontrados… Un sinfín de momentos, de sentimientos, de historia y de desventuras.
No veo el momento de descubrir las páginas impresas, de traspasar las aventuras de estos personajes a los lectores, de permitirles crecer, expandirse, llenar la ilusión de todos los que se adentren en sus páginas.


Porque cuesta cederos la historia, pero a la vez es gratificante.
Pronto os daré fechas y os hablaré un poco de la sinopsis, de los personajes, de qué encontrar en las páginas, de cómo ese viaje fue catártico, de cómo disfruté sumando páginas…
Estos días han salido tres reseñas que me encantaría compartir con vosotros.
De Lo di todo por amarte hablan en el blog Promesas de amor (enlace) y Leo la lluvia caer (enlace). Y de Un día más sin ti tenemos la reseña de Jud, del blog Las hojas en el desván (enlace).
¡Feliz día! J

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