Mejor en presente

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Esta semana es cortita, ¡me encanta! Ayer retomé mi rutina, fui a Zumba, escribí muchísimo y ahora mismo solo me falta un capítulo para terminar UDMST. Ya os dije que el final ha decidido cambiar en el último minuto para convertirse en uno más intenso que el inicial.
Una de las partes más importantes a la hora de enfrentarse a un manuscrito es decidir la estructura, la voz del narrador y el tiempo verbal. Hace días os conté mi decisión de intercalar un capítulo en primera persona y otro en tercera para tener dos visiones de la situación.


Empecé a escribir en pasado. Normalmente los libros que leía me narraban una historia que ya había terminado, y no me paré a pensar si era una opción perfecta o si había otra mejor. Solo me lancé a escribir en pasado, con la mente abierta a aprender.
Mi segunda novela, Géminis, un thriller que quizás algún día retome para mejorar y subir a Amazon, fue un experimento en cuanto a tiempos verbales, porque en esta novela las voces de Sandra están escritas en presente y las del resto de personajes en pasado.


Descubrí algo interesante, cuando la narración está en presente es más ágil, no necesita tiempos verbales complicados ni frases demasiado intrincadas. Tiene la precipitación perfecta, produce una sensación de no saber qué pasará a continuación, porque ni propio narrador lo sabe, y posee la facultad de convertirse en una baza interesante a la hora de dar giros argumentales. Y eso me encanta.
Hace un par de años adopté este tiempo verbal como mío, con la emoción de avanzar en la trama de la mano de los personajes, sin renunciar al efecto sorpresa. Me siento cómoda con él, y eso es lo más importante.
Estos últimos años he avanzado en otras facetas de la escritura. Ahora me empapo visualmente de instantes para escribir las escenas. A veces me paso horas en Printerest para ilustrar una idea, y acabo con fotos colgadas en el tablero que le dan vida. Otras busco canciones en Spotify que me lleven a una situación emocional concreta para descubrir lo que sienten los personajes.


Utilizar los sentidos para transmitir emociones es una gozada. Es como si a través de las imágenes y la música pudiera acercarme todavía más a los personajes y la simbiosis entre mi mundo imaginario y el real fuera más sencilla.
Mañana tengo previsto terminar la novela para una lectura rápida el fin de semana. Luego se quedará un tiempo en la nevera, mientras le doy una vuelta a CDTEAT con las impresiones de mis beta para enviarla a un concurso.
Mi cabeza ya va dándole color a NPVST para conseguir un final de trilogía a la altura. Desde luego mi velocidad de escritura de los últimos meses es increíble. Acabé CDTEAT en un mes y medio. UDMST me habrá ocupado casi dos meses… Me dará muchísima pena dejar atrás a Julia a Zack, estos dos personajes me han ofrecido emociones intensas.

¡Feliz día! J

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Tocando el cielo

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! La inmersión en el trabajo de ayer fue perfecta. Conseguí despejar los emails que se acumulaban en cada uno de mis buzones, arreglar una situación complicada, centrarme en las mil tareas pendientes durante horas y sacarlo todo adelante.
Al llegar a casa por la tarde me senté a darle un achuchón a UDMST. A veces proyecto un final en mi mente, lo tengo clarísimo, y de repente entiendo que he llegado a él antes de lo previsto. En este caso la idea para terminar la segunda parte de la trilogía Sin ti la descubrí mientras miraba Mi gran boda griega 2. Tenía cada segundo decidido, pero en un contexto diferente a cómo va a pasar.


Me gusta encontrar esos giros en el último momento, ser capaz de redimensionar cada instante para darle un toque de color y llevar la narración a otro estadio. Porque con mi primer final había una parte que me molestaba, algo que desde el inicio quería de una manera y no iba a ser posible. En cambio ahora conseguiré tener cada cosa en su lugar.
Es precioso tener tantas historias en la cabeza, moldear a cada personaje para darle una vida interior rica en emociones, crear a alguien como Julia, con un carácter fuerte y una manera muy viva de caminar por el sendero de la vida.


También me he dado cuenta de que falta una parte de la historia unos capítulos más atrás, porque si ella es difícil entender  las reacciones de Julia. Me quedan apenas cuatro capítulos y medio para terminar, tengo cada giro en la cabeza, incluso he delineado la última novela, NPVST.
Sonrío feliz. Al pasar el tiempo he entendido la maravillosa sensación de tener una capacidad innata para procesar mil ideas en un instante, para vivir aventuras mientras delineo las historias, para pensar más allá de lo común. Cuando deseo tocar el cielo con mis manos solo necesito sentarme frente al ordenador para teclear y subirme a una escalera para acariciar las estrellas.


 Mientras pueda seguir la estela de mis emociones para pintar un arcoíris de personajes seré inmensamente feliz. Porque quiero sentir las cosquillas en el estómago al teclear, los sentimientos a flor de piel al avanzar en las tramas, la ilusión de sonreír, llorar, vibrar y enfadarme como ellos, de morderme el labio cuando imagino las escenas, de reírme mientras las trazo en mi mente, de suspirar sin descanso al tener cada giro al alcance de mis manos.
Quizás por eso mi rutina ideal sería la de estas vacaciones, con horas para leer, escribir, imaginar y sentir. Frente a la chimenea, aislándome de los sonidos de la casa, solo dedicada a avanzar sin detenerme, como si Julia, Zack, Aurora y Bruno tiraran de mi brazo para llevarme al cielo.

¡Feliz día! J

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Vuelta a la rutina

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! El despertador vuelve a sonar, la hora de regresar al trabajo ha llegado. Suspiro. Me hubiera encantado una nevada colosal para quedarme aislada durante un mes en mi casa de la montaña. Estas vacaciones han sido geniales, ojalá pudiera vivir siempre así.
Esquí, familia, escritura, lectura y descanso. ¿Qué más se puede pedir?
Terminé la corrección de RANP en un tiempo récord. Cambié algunas cosas, añadí cuatro capítulos y le di un par de vueltas antes de mandarla a la editorial para la última revisión. Sí, RANP tiene editorial, incluso me han propuesto algunas portadas. ¡Suena genial!



De momento no puedo adelantar nada más, ni el título entero de la novela ni la editorial ni la fecha de publicación. Poco a poco os iré revelando los detalles. Me encantará compartirlos con vosotros. ¡Estoy increíblemente feliz!
Paralelamente he avanzado un montón en UDMST. Apenas me quedan cinco capítulos para poner el punto y final. Los días sin Internet me han cundido un montón, el balance de las vacaciones es la escritura de veinte folios extras de RANP y cincuenta y ocho de la continuación de CDTEAT. ¡Setenta y ocho folios en total! Estoy contentísima.
La nieve estaba bien, mucho mejor que lo acostumbrado a estas alturas de marzo. Aunque el tiempo fue un poco rollo. Tuvimos un poco de todo: niebla, sol, nubes, viento y también nos cayó una nevada mientras esquiábamos.



Cuando cierro los ojos vuelvo a mi rutina en la Cerdanya y sonrío con muchísima emoción. Lo bonito de las vacaciones es la posibilidad de recordarlas y revivir los instantes álgidos. Levantarme cada mañana a las siete, desayunar a solas, mientras la casa duerme, hornear un poco de pan, dejarlo todo preparado, despertar a mi familia y bajar vestida de esquí a escribir una horita frente a la chimenea antes de subir al coche para ir a las pistas.
Cinco horitas de esquí, comer en el coche de bajada a casa, ducha, encender la chimenea y escribir sin parar, con mil ideas en la cabeza. ¡Ua! ¡Si pudiera seguir esa rutina cada día sería eternamente feliz! Pero la idea de ir a trabajar también me motiva.



Esta semana ha salido una reseña fabulosa de Dúo en el blog Devoradora de letras (enlace). A Ana M. le ha cautivado la vida de Margaret. A medida que leo las opiniones acerca de esta novela me entran más ganas de volver a escribir una saga familiar, la vida de una persona desde su despertar a la vida hasta la vejez.
También apareció una entrevista que me hicieron en el blog The blue books (enlace). Os invito a leerla para descubrir algunos secretos de la novela.
Y con muchísima ilusión me encontré que Carmen, la administradora de Libros escondidos publicó una reseña de Ecos del pasado (enlace). La conocí en los encuentros RA y me ha llenado de emociones.
Aixxxxxx, me voy a trabajar…

¡Feliz día! J

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Desconexión vacacional

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Me separan poquitas horas de las vacaciones. Tengo la maleta llena de ilusiones, el corazón cargado de esperanzas y unas ganas locas de sonreír a todas horas.
Ayer nos invitaron a mi marido y a mí al estreno cinematográfico de Mi gran boda griega 2. Antes de entrar en el cine nos encontramos a un señor muy bien vestido que se acercó a nosotros y nos pidió que le compráramos comida para sus hijos. Se me encogió el corazón. Era un hombre educado, aseado y con una expresión angustiada. Entramos en el Burger King de enfrente del cine y le pedimos dos hamburguesas completas para que se las llevara a su casa.


No tengo ni idea de si era verdad que tiene dos hijos ni si realmente está en el paro y no consigue llegar a final de mes, pero cuando alguien me para por la calle y en vez de pedirme dinero me ruega un bocadillo no tengo capacidad para negarme, porque comer es algo básico y no sería humano darle la espalda a los necesitados de esta manera.
Bajé las escaleras para acceder a las salas del cine con tristeza. Me encantaría tener una barita mágica para ayudar a todas las personas a las que la crisis les ha arrebatado su sustento, es tan injusta esta situación.




La película me gustó, consiguió arrancarme algunas carcajadas, aunque he de reconocer que la primera parte fue mejor, quizás porque era la novedad. Al final hay un baile de promoción y dos jóvenes bailan All of me. A veces hay señales que solo unas pocas personas pueden entender. Si algún día llego a publicar CDTEAT entenderéis qué significa esa canción, porque en ese momento averigüé una escena esencial en UDMST.
Esta semana se ha llenado de revelaciones, instantes álgidos y un sinfín de nuevos y excitantes acontecimientos que me llenan de energía positiva. Me voy de vacaciones con la intención de terminar uno de mis proyectos más ambiciosos mientras delineo el otro, con la emoción de tener muchísimas cosas para contar a la vuelta.


Nunca se debe perder la esperanza ni dejar de luchar por levantarse un día y acariciar con las manos la felicidad. Me voy a pasar los diez días de vacaciones acompañada por dos parejas maravillosas, con la intención de darles una historia memorable y la felicidad de ser parte de un sinfín de sensaciones.
Leer, escribir, corregir, escuchar música, compañía familiar y esquiar. ¿Qué más se puede pedir? Sin Internet, sin distracciones, sin otra cosa que felicidad, frente a la chimenea por las tardes, con la mente enredada en tramas donde el amor triunfa.
Os deseo unos felices días, volveré el veintinueve de marzo, a ver si entonces tengo el baúl lleno de recuerdos preciosos.

¡Feliz día! J

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Corrección y diálogo

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Mañana voy a cerrar el blog durante diez días. Tengo vacaciones y las quiero pasar descansando. Necesito tiempo para encarar los dos proyectos en los que trabajo ahora mismo, tener la cabeza despejada durante horas para terminar una corrección que me hace muy feliz.
A veces cuesta releer algo ya escrito, porque con el paso del tiempo te das cuenta de que tú ya no escribes así. Por suerte esta vez no he tardado en conectar con mis personajes ni en ver hacia dónde se encamina esta última revisión antes de entregarla para pasar a otras manos.


Ayer me pasé tres horas dedicada a pulir uno de mis manuscritos más queridos, acompañada con la lista de canciones de Spotify que da el tono y mirando a ratos el tablero de Printerest donde colgué las fotos para describir en imágenes mis letras.
La música me ayuda a centrar mi atención, a descubrir cada giro y a entrar en la piel de los personajes. Las fotos son una manera de inspirarme, tanto a nivel de rasgos de los personajes como a la hora de describir un instante concreto. Es curioso, mi mente funciona con una velocidad de proceso muy intensa. Empecé la corrección con unas notas en la cabeza y en menos de dos horas ya tenía claro cómo aplicarlas. Ahora queda escribir, releer y pulir.


También avancé un diálogo complicado en UDMST, le di una vuelta en busca de ese arrojo para hacer la escena más intensa. Con los años he aprendido a compartimentar mi mente para que funcione en cada una de mis facetas. Mientras estoy en el despacho me dedico exclusivamente a mi trabajo remunerado, a la hora de releer una novela consigo internarme en la trama con facilidad y mientras escribo las ideas aparecen sin tregua.


Esta semana he concedido una entrevista a un blog al que Dúo gustó mucho. Es el blog Érase una vez una lectura (enlace a la entrevista). Cuando me mandaron las preguntas me hizo muchísima ilusión descubrir que eran muy acertadas y de las que me gusta contestar, porque intentan descubrir algunas interioridades de la escritura.
Os invito a leer la entrevista y a conocer de primera mano curiosidades de la novela como de dónde viene el título y la idea principal. Cuando leo una historia que me engancha es interesante saber cómo fue la chispa inicial para que se fraguara.

¡Feliz día! J

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Salto al vacío

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Hoy me despierto con un sinfín de emociones. Al abrir el Facebook la cabecera me ha recordado una publicación de hace una año que me ha parecido una señal… Hay noticias, y creo que buenas, pero voy a esperar un tiempo en desvelarlas, porque quiero tomarme las cosas con calma e ilusión.
De momento solo os diré que he contestado sí, que voy a por todas, que saltaré al vacío sin red, a ver si encuentro una superficie mullida al final del precipicio.


Sonrío, feliz, sin sentir el peso de la ansiedad de estos últimos días. La vida es demasiado corta para desperdiciarla dándole demasiadas vueltas a las cosas, prefiero apostar por ir a trescientos kilómetros por hora, en dirección prohibida y con los cuatro intermitentes encendidos a quedarme quieta en un rincón, esperando una oportunidad que quizás nunca llegue.
La que tengo sobre la mesa es maravillosa, nunca se sabe qué nos depara el futuro, hay que arriesgarse a vivir cada aventura con la energía necesaria para sonreír, pase lo que pase.


Toca buscar tiempo para pulir, releer y trabajar mucho el manuscrito para dejarlo a la altura. Toca soñar con imposibles, buscar la luz del sol para iluminarme y encontrar suficiente ilusión para trabajar sin descanso. El resultado valdrá la pena.
Ayer intenté escribir un capítulo que necesita mucha fuerza, pero no encontré el tono y esta noche he decidido reescribirlo. Mi cabeza se niega a colaborar en esta parte de la trama, está varada en otro lugar, dolida por seguir una dirección concreta.


A ver si esta jornada laboral consigo despejarme y encontrar esa fuerza necesaria para retocar el capítulo con aquella sensación de conectar con la escena. No quiero algo dulce como está escrito, necesito pasión, potencia, nervio y acabar con un «¡Buah, qué capítulo!».
Seguro que con un par de vueltas consigo dejarlo a la altura de mis ideas. Estoy optimista, con ganas de trabajar en el nuevo proyecto, sin abandonar a Zack y a Julia. Espero que mi cabeza colabore… Por suerte tengo vacaciones la semana que viene y podré darle un empujón a los dos manuscritos.

¡Feliz día! J

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En primera persona

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Cuando busco inspiración para una escena concreta me paso horas mirando vídeos en YouTube, leyendo trocitos de novelas que me han gustado mucho, escuchando música y buscando fotos en Printerest que me ayuden a centrar mis ideas.
Ayer por la tarde no tenía el tono para Zack. Era como si su voz se hubiera diluido entre las peripecias de Julia y no tuviera sentido llevarle a algún sitio. Escribir un capítulo en primera persona en la piel de Julia y otro en tercera descubriendo la visión de Zack a veces me bloquea.


Me gusta la primera persona, porque es una voz con fuerza. Adentrarme en la psique de la protagonista es un reto interesante, me da capacidad para sentir como ella. Sin embargo también me motiva intercalar capítulos en tercera persona para dar la visión del chico.
Son recursos creativos que he aprendido con los años. Cuando hace muchísimo tiempo corregí El secreto de las cuartetas con un tutor de la Escola d’escriptura de l’Ateneu de Barcelona hablamos acerca del narrador. Nunca olvidaré sus consejos, la manera en la que me hizo entender que era mejor dar una visión más profunda de lo sucedido.


Si solo habla uno de los personajes no podemos saber cómo son los demás con objetividad, ya que en la vida siempre se necesita escuchar las dos versiones para formarse una idea real de la situación.
Siguiendo sus recomendaciones escribí El secreto de los cristales en tercera persona, con la idea de explorar cada una de las personalidades que intervenían en la novela. No fue una mala experiencia, pero tampoco acabó de llenarme.
En La Baraja empecé a jugar intercalando capítulos en la voz de Pam con otros en tercera persona, donde cada personaje crecía para tejer una trama llena de misterio. Ahí empecé a descubrir cuáles eran mis narradores. Oros e Indicios siguieron el mismo estilo. Y luego empecé con la Serie Estrada, con la misma estructura, sin perder la ilusión por tener una protagonista femenina que nos contaba sus peripecias en primera persona.


En el tercer libro de la serie intenté crear un personaje principal masculino. Lejos de Ella fue un experimento con el que no me sentí cómoda. Está claro que mi psique es femenina…
Al iniciarme en el mundo de la romántica con Ecos del pasado encontré la estructura ideal: un capítulo en primera persona en la voz de ella y otro en tercera en la voz de él. A partir de entonces escribo novelas a dos voces, intercalando una visión y otra, con la emoción de descubrir los pensamientos de los protagonistas indiscutibles.
Ayer salió otra reseña de Dúo en el blog Millones de páginas (enlace). No es maravillosa, está claro que no conseguí entusiasmar a Cristina. Pero me puso un 3,5… Es un notable bajo…

¡Feliz día! J

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Con las ideas claras

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Tras un fin de semana de nieve apoteósico, sin tocar el ordenador más que para terminar un capítulo complicado para mí, dándole vueltas a la trama mientras me deslizaba por las laderas blancas bajo el sol, me he desencallado.
Conseguí sacar a Zack de un atolladero, decidí mis próximos pasos, centré el final de esta segunda parte e inicié la trama que se desarrollará en la tercera y última parte de esta saga.


A veces hay que parar de escribir, leer un poco y sonreírle a la vida para conseguir despejar la mente. La idea de una trilogía me gustó, es un reto y a mí me encantan los retos. Quizás por eso terminé la primera parte de una manera impactante y empecé con UDMST.
Sin embargo no tenía claro cómo alargar la trama para dos novelas más. Una noche tuve una revelación y me metí en un berenjenal que no acaba de gustar a la lectora beta con la que comento el avance de la historia, la única con la que hablo acerca de mis ideas. Quizás tiene razón, es posible que sea demasiado, pero me encanta cómo queda. Y ella solo ha escuchado retazos, sin leer el manuscrito con cada uno de sus giros.


Esquiar es una manera perfecta para hacer funcionar mi mente. El cielo de una azul casi eléctrico, las montañas llenas de nieve hasta las cimas, el aire puro y la capacidad de bajar por laderas empinadas dando giros son un catalizador perfecto para mis ideas.
Al subir al quinto telesilla le dije a mi marido: «acabo de desencallar la historia, ya sé cómo acabará la segunda novela y qué pasará en la tercera». Él asintió, sin procesar mis palabras. Pero yo sonreí, con emoción, porque tengo la solución a cada cabo suelto.


En otro orden de cosas hoy toca terminar de tomar una decisión. No voy a postergarla más en el tiempo, voy a luchar para avanzar en el tortuoso mundo literario y a decir sí o no esta misma tarde. Espero no equivocarme.
Os traigo una nueva reseña de Dúo que me ha emocionado. La escritora Ana F. Malory ha dejado constancia de su lectura en el blog De todo un poco (enlace). Me gusta su manera de haceros partícipes de sus impresiones y cómo cuenta lo justo para animaros a leer Dúo sin desvelar partes importantes de la trama.
Las diez reseñas que inundan la Web son positivas y me llenan de ilusión, porque las administradoras de blogs literarios son lectoras asiduas de historias como la mía y es un lujo llegarles al corazón con mis letras.

¡Feliz día! J

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Dale una oportunidad

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Necesito dormir, despejar mi cabeza, dejar de darle vueltas a las cosas y seguir adelante con mis mil proyectos (claro, eso de tener mil a la vez es el problema…).
Me siento como si estuviera en una vagoneta de una montaña rusa de emociones. Hay instantes en los que me despeño por una cuesta empinada y otros en los que subo hasta la cima a una velocidad de vértigo. Y es que últimamente no paran de pasarme cosas que me hacen zozobrar.
Las reseñas sobre Dúo son muy buenas, consiguen levantarme una sonrisa. Es una pasada saber que llegas a los lectores con las emociones, porque si algo busco a la hora de escribir es despertar los sentimientos, atrapar a la persona que hay detrás de las páginas con el interior de los personajes.


Para mí un libro ha de lograr introducirte en la piel de cada uno de los protagonistas, sentir, vibrar y expandirte con sus aventuras. Margaret es una persona alucinante para mí, su cambio a lo largo de los años fue una sorpresa, porque empecé esta novela con la historia del presente y en ningún momento imaginé que ella se convirtiera en el verdadero eje de la trama.
A veces pensar en cómo surge una idea me hace sonreír. Este libro se titulaba Dale una oportunidad y fue fruto de una cita a ciegas que le organizamos a una amiga y que acabó exactamente como la historia de Iris y André. Por eso cuando mis beta me pidieron un cambio en esa parte no quise hacerlo (y en las reseñas se señala lo mismo, pero sucedió en la vida real), fue un instant love.

Marguerite y André

A medida que indagaba en la vida de André supe que debía escribir la historia de Margaret, fue una revelación, una necesidad. La primera versión no contenía las cartas del abuelo André, era más corta y menos compensada. A la quinta corrección, cuando ya hacía unos meses que había dado por terminado el manuscrito, lo volví a revisar y descubrí que faltaba la visión de él, que un amor así no puede contar solo con la versión de ella.
Aprendí mucho acerca de la Segunda Guerra Mundial, descubrí cómo un amor puede marcar tu vida, me inventé una correlación entre las cartas y la situación de Margaret, busqué la manera de que fuera el destino quien decidiera en un momento dado y terminé la novela de la única manera posible.

Julia y Zack

A medida que avanza el tiempo le tomo más cariño a la novela romántica, consigue llevarme a límites insospechados, me llena de sonrisas, de suspiros y de alegrías. Es como volver a vivir ese primer amor, con la fiereza indomable de las miradas, los guiños, los nervios…
Mis dos protagonistas femeninas más intensas han sido Margaret y Julia. Una por el cambio experimentado durante su vida, madurando a base de golpes, y la otra por su carácter fuerte, su manera de ir a por todas, su empuje para llegar a la cima de sus aspiraciones sin desfallecer.
Os invito a leer la reseña Dúo realizada por Beatriz en el blog Nada tiene su momento (enlace). Me ha emocionado.

¡Feliz día! J

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Elegir, ¡ufff, qué difícil!

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Llego al jueves con una mezcla agridulce de sensaciones. La euforia siempre va acompañada de un bajón, donde la resaca de emociones vapulea el barco de mi serenidad. Sonrío. Solo es una inquietud propia del momento, la constatación de que hay varias cosas a las que hacer frente y la necesidad de decidir.
Normalmente tengo las cosas claras, me fijo un rumbo y avanzo hacia él con constancia, sin desmoronarme demasiado y siempre con la ilusión como compañera.


Decidir significa descartar las otras puertas, adentrarse en una selva llena de incógnitas, anulando muchas veces por completo la posibilidad de volver atrás. Frente a una encrucijada hay que pararse unos instantes a pensar para ver hacia dónde se encaminan mis ilusiones y a veces hay que arriesgarse a saltar al vacío, sin saber si en el suelo encontraré una superficie mullida donde caer o me voy a dar de bruces contra cemento.
Tras unas noches de deliberación, dándole vueltas a los pros y los contras, analizando la realidad desde diversos prismas, hoy me levanto con las ideas más claras. Voy a apostar por sonreír, voy a saltar, voy a descubrir qué me espera al final del precipicio, aunque sienta vértigo y unas cosquillas angustiosas en el abdomen.


Quizás me equivoco, no tengo ni idea de si es así o he acertado al decidir. Lo que me queda clarísimo es que no puedo pasarme la vida sin dar un paso hacia delante y sin arriesgarme para mejorar al máximo, para conseguir una manera de cambiar algunos hábitos negativos.
Hay mil razones para decir sí y mil para decir no… Puestas en la balanza me decanto por la positividad, por la alegría de tener noticias pronto, por el trabajo bien hecho y, sobretodo, por sonreír.
Esta tarde voy a presentar el libro El caparazón de la tortuga, de Lola Mariné. Esta escritora me admira por su coraje, su arrojo y la manera en la que lucha cada día para dar a conocer su obra. Ella, junto a Josep Capsir para mí son un ejemplo a seguir.


El caparazón de la Tortuga nos presenta el mundo de los foros literarios con una característica muy importante: su manera de adentrarse en la psique de los protagonistas. Lola consigue crear un clima intenso, casi claustrofóbico, para explicarnos cómo se puede llegar a extremos insospechados.  
Ha salido una nueva reseña de Dúo en el blog Libros desde cualquier rincón (enlace). Está claro que debería darle una vuelta a la relación Iris-André. A ver si saco tiempo para escribirla en forma de Spin-off…

¡Feliz día! J

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Divagación matutina

8:03 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Ayer fue un día de nervios, me costaba centrarme en el trabajo y me costó un gran esfuerzo realizar las tareas impuestas para terminar la jornada, pero conseguí hacerlo y me siento bien por ello.
Escribí poquito, al llegar a casa tenía un sinfín de cosas en la cabeza, el cuerpo en tensión y la mente altamente dispersa, sin capacidad de concentrarse en Zack o en Julia. Cuando estoy así la única manera de serenarme es ponerme algún vídeo de escenas románticas o interesantes.


A medida que avanza la trama de la novela veo con mayor claridad el final de la historia y a veces fantaseo con posibilidades remotas. Ayer planteé otros finales al que escribí hace un mes, jugueteé con la remota idea de no acabarlo así y por un momento me di cuenta de que también funcionaría. Aunque al final decidí que yo no sería feliz con ese giro argumental.
En la vida real me pasa lo mismo. Hay instantes en los que me imagino tomando una dirección diferente a la que se abre frente a mí, arriesgándome a dar un paso hacia otro lado, a saltar al vacío. Algunas veces tomo la decisión acertada de cambiar de rumbo y otras sigo el trazado, porque me hace feliz.


No he dormido mucho, eso en mí es normal. Durante el día de hoy tengo un sinfín de obligaciones distintas a las habituales: ir a una conferencia, al notario y preparar una información para mandar. Tengo poca energía, pero voy a afrontarlo con emoción.
Espero una respuesta que pude abrir las compuertas de la felicidad y empezar a tirar cohetes o dejarme con un vahído durante unas horas. Prefiero los fuegos artificiales, pero será la Providencia quien decida…
Ser feliz es un estado mental. Nadie puede alcanzar el Nirvana si no se esfuerza en observar su entorno y vivir intensamente cada pequeño triunfo. Aunque sea insignificante y a priori no parezca una gran hazaña.


Hace un par de años decidí apostar por la sonrisa diaria, dejar atrás las ansiedades y abrazar la ilusión, buscar en la rutina briznas de emoción y tomarme la vida con positivismo.
Desde entonces mi escritura ha dado un giro de ciento ochenta grados. Ahora se nutre de emoción, de instantes, de sentimientos. No necesita ser ansiosa ni complicada, solo fluir para acompañar a mis personajes y vivir sus aventuras, aterrizar en su coraza y ser parte de ellos.
Esa es la verdadera grandeza de la escritura, lo que me llena, la energía que me empuja a abrir el manuscrito a cualquier hora, en cualquier lugar y avanzar en la trama con una sonrisa.
Espero aportar nuevas e interesantes noticias en los próximos días.

¡Feliz día! J

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