Mañana fiesta...

7:07 Pat Casalà 5 Comments

¡Buenos días! Mañana es fiesta, me hace muchísima ilusión descansar y darle un achuchón a DUO, esta semana no he conseguido ni un hueco para escribir y las ideas tienen demasiadas ganas de plasmarse en la hoja.
La sensación de que las historias me acompañan es muy placentera, ayudan a que no te sientas sola en algunos instantes y te recuerdan la viveza de tu mundo interior. Recuerdo cómo me sentía cuando era pequeña e imaginaba una realidad paralela…
A veces convivir con esta capacidad para inventar vidas ajenas es difícil de encajar dentro de la normalidad, la parte sencilla de la escritura para mí es la de darle forma a la trama, es como si mi cabeza pusiera el piloto automático y cada vez que me siento frente a la pantalla el argumento fluyera sin necesidad de pensar.
Está ahí sin más, sorprendiéndome, dándome disgustos, emociones, ilusiones… Quizás es cierto lo que me dijeron hace años, que mi subconsciente no sabe desenchufarse y es quien tira del carro de la imaginación.
Hoy alcanzo la mayoría de edad como casada, me parece mentira que el tiempo avance tan rápido y que de repente podamos echar la vista atrás y descubrir el camino recorrido. Es precioso lo que mi marido y yo hemos construido.
Cuando nos casamos elegimos una fecha concreta para poder celebrar siempre con tranquilidad el aniversario, por eso nos casamos un treinta de abril, ¡el uno de mayo es fiesta! Lo que no contábamos entonces era que aparecería China en nuestras vidas…
Ahora estamos a miles de quilómetros de distancia cada año y lo celebramos hablando por el whatsapp… ¡Benditas nuevas tecnologías! Es una manera de estar conectados en la distancia, aunque sea desde lejos.
La verdad es que los móviles e Internet son unos maravillosos inventos cuando se trata de salvar el escollo de la lejanía. Él está en China y yo en Barcelona, pero podemos hablar, vernos la cara, concretar cosas… ¡Simplemente genial!
Bueno, me voy a trabajar, que hoy estoy súper dispersa… Estoy con la cabeza en las vacaciones de verano y lo que me gustaría hacer…

¡Feliz día! J

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Regresar a El Pentáculo

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Parece que la primavera por fin ha llegado a Barcelona llenándola de sol, calor, cielo claro y muchísimas sonrisas. Me encanta cuando podemos caminar por la vida con esta serenidad. Las horas de claridad se alargan para permitirme pasear tranquilamente por la calle y contemplar la viveza de mi ciudad.
Últimamente he recibido mensajes de personas que desean leer alguno de mis trabajos. Yo apuesto por La Baraja, aunque eso signifique plantearme la posibilidad de trabajar de nuevo en la serie El Pentáculo.
Concebí esos cinco libros como parte de un todo, me pasé meses inmersa en la documentación y en la trama, acompañado a Pam Casas en sus peripecias, con una idea muy clara de dónde quería llegar y cuándo su atracción por Hugo se materializaría en una relación.
Me encanta la historia de esas novelas, creo que son de las mejores que he escrito, sobre todo la primera. El único problema es que cuando releo partes de estos manuscritos descubro que ya no escribo así, que ahora lo cambiaría casi todo, que no sé si podré volver a la novela fantástica.
Si consigo que alguien crea en La Baraja y su séquito deberé regresar a mis notas, a la vida de Pam, de Hugo y de sus familiares, a buscar los secretos de la magia, a relacionarme con el fantasma de Eudora… Y no estoy convencida de que pueda seguir con el mismo estilo de antaño ni con la misma fuerza.
Aparqué la serie cuando me aseguraron que era difícil encontrar una editorial para ella. Ahora, con el tiempo a mis espaldas y la capacidad de ver más allá de mis anhelos, sé que no se buscó con la suficiente intensidad. Entonces decidí que si algún día me la compraban ya invertiría el tiempo en continuar con Bastos, una novela que empecé en su momento… No contaba con mi evolución en la manera de escribir.
Igualmente pienso que La Baraja es una de mis mejores historias, tiene un poquito de intriga, de amor, de misterio, de crímenes… Es de aquellas novelas que encajan las piezas de manera ordenada a lo largo de la narración y al final se convierte en una imagen nítida construida por resortes invisibles.
Así que si no soy capaz de escribir Bastos con el mismo estilo de antes le imprimiré uno mejorado y si mi cabeza se rebela contra lo fantástico conseguiré un giro al realismo. Lo importante es que la novela guste y que algún día vea la luz.

¡Feliz día! J

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DUO y la música

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Empezamos una semana corta, con días festivos y una jornada laboral comprimida. Por suerte llevo el trabajo al día y no tengo necesidad de correr para terminarlo todo a tiempo.
El fin de semana lo he dedicado en exclusiva a la escritura de DUO, una novela que se perfila larga y con dos historias entrecruzadas que tienen una intensidad increíble. Me encanta el rumbo que toman mis letras, la manera en la que dirijo los hilos de los personajes, su manera de crecer con los acontecimientos…
Iris es una mujer dulce, serena, con un cuerpo normal, preocupaciones corrientes y un pasado triste. André es un hombre sensible, de esos que pocas veces te encuentras en tu camino, con una manera especial de vivir los momentos mágicos.
Ambos son músicos, por eso la novela se salpica de sinfonías que recogen las emociones del momento. A medida que avanzo busco referencias a piezas clásicas para sonorizar escenas concretas que escribo mientras escucho la pieza para inspirarme.
Os voy a poner unos trocitos, a ver qué os parecen…

«Se queda quieto frente al espejo, con la puerta cerrada a su espalda y la inseguridad de no saber qué  hacer a continuación. Inspira una gran bocanada  de aire y sigue los acordes con movimientos rítmicos del pie. 
—¿Te gusta? —Iris enseguida nota la sensibilidad del chico por la  música—.  Beethoven tardó  muchos  años  en  acabar esta sinfonía. La idea surgió en 1793, cuando leyó la Oda de la Alegría de Shiller, pero no fue hasta 1812 cuando empezó a escribirla. Se estrenó el siete de mayo de 1824».

«Camina hacia el iPod para apagarlo. André se friega las yemas de los dedos para calentarlas, las estira y las posa sobe las teclas. Toca un par de ellas para escuchar el sonido plácido de la música y cierra los ojos. Siempre le ha gustado que sea la melodía la que decida que él la toque y no al revés.
Siente que las primeras notas cobran fuerza en su interior, demostrándole que el momento, la luz y el encuentro fortuito con una mujer a la que le apasiona tanto la música como a él requieren una sinfonía alegre y con garra, con una tonalidad alta y un ritmo intenso.
Las Cuatro Estaciones de Vivaldi se escribieron para un violín —dice al iniciar la melodía—. Pero a mí me gusta darle vida en el piano.
Cuando se calla y se concentra en las notas siente en su interior cómo la composición cobra vida entre sus dedos. Cierra los ojos y siente cómo los cambios de ritmo le alejan de Nueva York para llevárselo a un mundo donde todo es posible».


«La música parece adecuarse al momento, como si la melodía agitada penetrara en las entrañas de cada uno de los presentes para amplificar su turbación. En el salón suena un nocturno de Chopin que André conoce a la perfección, era uno de sus preferidos en su época de concertista. Empieza con una frase simple que se repite ornamentada una y otra vez, consiguiendo aquella mezcla de tensión y melancolía que solo estas obras logran transmitir.
André acaricia suavemente el piano con la imaginación, se conoce las teclas de memoria y es capaz de reproducir hasta el último tempo. Sus dedos se mueven al son de la música, interpretando con una emoción desmedida cada compás. Sonríe con amargura al recordar que esa capacidad de penetrar en la pasión de los acordes era lo que más atraía a su público cuando era concertista».  


¡Me voy a trabajar! ¡Feliz día! J

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Mi visión de la vida

9:09 Pat Casalà 3 Comments

¡Buenos días! El fin de semana avanza a la misma velocidad que los días laborables, a medida que sumamos años se acelera la percepción del tiempo y los días apenas cunden para absorber cada pequeño instante. Supongo que es fruto de la cantidad de momentos que atesoramos al echar la vista atrás.
 Ayer Francisco comentaba que ve frustración y resquemor en mis palabras, pero no hay ni una cosa ni otra. Cuando leemos un escrito sin tener la entonación del escritor para guiarnos sacamos conclusiones que se ligan a nuestras percepciones, por eso encontramos una guía entre líneas que a veces puede ser real o no.
Nunca me he callado mis sentimientos en el blog, cuando me sentía frustrada lo explicaba abiertamente, sin subterfugios. En cambio ayer hablaba de algo diferente, de una relación de confianza que lleva más de nueve años en marcha y de momento no ha dado ningún fruto.
Y sí, soy una persona que piensa demasiado y que le saca punta a cualquier situación, dándole tantas vueltas que al final llega a marear. Pero eso no quita mi situación actual, una en la que escribo porque deseo hacerlo, en la que solo me planteo el futuro en instantes concretos y en la que no me duelen las cifras de venta de otros escritores ni admitir mi lugar, me siento feliz con lo que tengo, sin anhelar de manera intensa nada más, aunque nunca renunciaré a soñar.
Hay que aceptarse tal como se es, sin buscar más allá de la realidad que nos envuelve y, tras muchos años de absoluta frustración, ahora he logrado un equilibrio perfecto. Sonreír cada día, darle a las cosas su peso justo y no mirar más allá del ahora no es fácil, para mí fue un camino lleno de espinas que me herían la piel con sus puntas afiladas. Pero he llegado aquí y no quiero regresar al punto anterior nunca más.
Comidas como las del miércoles me abren los ojos en algunas cuestiones. No soy una persona valiente, me aterra quedarme sola ante el peligro y tengo mis limitaciones, como todo el mundo. Me cuesta encontrar una vía para llegar al público, cuando me pasaba el día buscando alternativas para hacerlo acababa con una crisis de ansiedad y la sensación de que no tenía ni idea de cómo hacerlo.
Charlar con personas que sí lo han logrado es una dosis de confianza que me obliga a recapacitar, pero de eso a la frustración… Es más bien temor a no caminar sobre suelo firme, deseos de saltar al vacío con una dosis elevada de miedo a la incertidumbre, pavor a lo desconocido…
Soy metódica, ordenada, una persona que esquematiza cualquier faceta de su vida, por eso consigo que el tiempo me cunda a la hora de llenar el día de actividades. Y me cuesta caminar sin un rumbo fijo, por eso cambié mis metas inalcanzables por otras plausibles y redimensioné mis sueños de manera que ahora consigo encarar el día con miles de sonrisas y muchísima tranquilidad.
Aunque también hay instantes para plantearse el futuro, con imágenes fantásticas de lo que me encantaría y muchísimas ideas acerca de lo que debería hacer. Y eso también me hace feliz, porque hace poco conseguí cambiar mi manera de verlo.
¡Feliz día! J

    

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Sol, tranquilidad, descanso...

10:01 Pat Casalà 1 Comments

¡Buenos días! Sol, tranquilidad, horas de descanso y una novela que fluye despacio, con sentimientos encontrados que vapulean mi interior y una historia intensa. Me gusta el lugar donde me ha llevado la corriente, la manera en la que las lecturas de un pasado remoto se ocupan de dirigir mis ideas actuales.
Ayer fue un día de emociones, con amigas que se van, otras que regresan y charlas larguísimas a la vera de una comida interesante. De las últimas reuniones de mediodía extraigo conclusiones difíciles de acatar. Cuesta un mundo despegarte de tu zona de confort para embarcarte en un rumbo incierto, sin tener claro qué te depara el mañana ni trazar un esquema del futuro.
Para avanzar hay que arriesgarse, aunque te cueste un ataque de ansiedad y signifique vencer el miedo a lo desconocido. Más vale un salto al vacío que no moverse del sitio donde te sientes a salvo. No se sabe qué hay bajo tus pies cuando te decides a cerrar los ojos y lanzarte por un precipicio, puede que encuentres un colchón que te recibe con los brazos abiertos…
Llevo demasiados años anclada en una cala donde el agua es serena, con una calma chicha que ahoga de calor y no permite que el barco surque los mares. He hecho algunos amagos de capitanear el timón que han acabado por mover unos metros la embarcación, pero no es suficiente.
Cada día recibo más propuestas para buscar alternativas diferentes a las comunes, pero sigo con un resquicio de miedo a lo desconocido, con la sensación de que estoy bien en mi espacio, de que quizás esta vez las cosas fructifiquen. Aunque la evidencias son otras…
Hace sol, tengo a mi marido en la otra punta del mundo, a mis hijos durmiendo apaciblemente en sus camas y una mañana entera para dedicarla a lo que me apasiona de verdad. Quiero acabar DUO cuanto antes para corregir antiguos manuscritos y decidir si van a ver la luz algún día de una mano o de otra. Se acabó el permitir que acumulen polvo en el ordenador.
El día de Sant Jordi caminé por las paraditas donde varios escritores conocidos firmaban sus libros. Había cola en algunos y nadie en otros, cosa que me demostró la cara amarga de la moneda. ¿Y si te pasa eso? ¿Y si consigues publicar y nadie viene a comprarte el libro?
Antes veía a los escritores como unas personas diferentes, grandes, inconmensurables. Ahora sé que somos gente normal, con nuestras vidas cotidianas, nuestros trabajos, nuestras familias y un sinfín de creatividad asomando por las frases que tejemos en el papel.
Hay que enfrentarse a las variables, no dejarse llevar por el miedo o la envidia o la egolatría. Lo mejor es saber dónde te metes y no esperar demasiado, permitir que sea el tiempo quien te muestre los serpenteos para que los vayas afrontando a medida que se presenten.

¡Feliz día! J

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Ya es hora...

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Llega el fin de semana y el cielo ha decidido nublarse… ¡Qué pena! A ver si mañana vuelve a brillar para iluminar la escritura de DUO. Es bonito tener una novela entre manos mientras mi mente teje las tramas y le da vueltas a varias cuestiones importantes.
El miedo a lo desconocido, a quedarse solo o a actuar es algo común a muchas personas que conozco. No es fácil enfrentarse a él sin tener clara la salida ni la planificación del mañana. Para alguien tan organizado y metódico como yo el futuro se plantea dentro de un esquema preconcebido y cuesta un mundo darle la vuelta para que sea incierto.
Me he pasado demasiados años varada en un torbellino de emociones que asolaba mi capacidad de ver más allá de mis deseos, como si no hubiera otra forma de alcanzarlos y las embestidas del viento solo sacudieran la estructura, manteniendo la base anclada a unas arenas movedizas.
Quizás fui una idiota de aquellas que pedía una Web llamada soyidiota.com, un lugar en la red donde dejar constancia de las estupideces que la gente comete cuando cree en algo o en alguien, de la falta de coraje, de la manera en la que algunos afrontamos las situaciones… Sería un muro de sabios consejos que a la larga podrían ayudar a los lectores…
Por suerte el pasado ya no es presente y a lo largo de nuestra vida podemos mirar hacia otro lado aparcando para siempre momentos absurdos. Madurar en cualquier faceta de nuestra forma de ser es sinónimo de caminar por la senda de la vida sin algunos pesos que nos impedían ver el relieve que se alzaba delante.
La mejor medicina es sonreír un poquito cada día, sacarle punta a los momentos, disfrutarlos, sentirlos. Hace meses que mi único propósito es escribir, estoy en una época muy productiva, tengo ideas, personajes interesantes, matices y muchas peripecias que llenan los folios.
Escribir para mí es gratificante. Me permite plasmar en palabras la creatividad que me acompaña desde niña y darle salida a una imaginación desbordante. Cambiar de género en cada novela, experimentar argumentos nuevos, estructuras distintas e historias inéditas me produce un subidón de adrenalina que se traduce en sonrisas e ilusión.
Aunque quizás ya va siendo hora de enfrentarse al miedo a quedarse sola, de cortar algunos nudos que me impiden creer que todo es posible, de terminar DUO y echar la vista atrás para retomar la serie El Pentáculo, corregir algún manuscrito antiguo y buscar de una vez por todas más editoriales que quieran editar alguna de las diez novelas que tengo en el ordenador.
De momento tengo a Javisa23 que apuesta por El Secreto de las Cuartetas y muchos deseos de iniciar el periplo hacia las librerías…

¡Feliz día! J

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¡Un Sant Jordi inolvidable!

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Me despierto con resaca de alegría y un montón de sensaciones increíbles pululando por mi interior. Conseguí sonreír en Sant Jordi durante muuuuchas horas, salí a la calle, paseé por las paraditas de camino a la «Jorgada» en casa de un familiar y disfruté mucho viendo las novedades literarias, los autores firmando, las iniciativas de algunas editoriales emergentes, la gente, la ilusión…
Comí con un grupo de compañeros de Amazon a los que conocía vía redes sociales y compartimos un sinfín de experiencias que llenarían fácilmente un manuscrito con ideas, momentos y logros.
Estas reuniones informales con gente a la que la vida le ha llevado a un punto de inflexión que coincide con el tuyo logran encender la llama de la esperanza, a pesar de las diferencias entre nosotros nos damos los consejos que pueden ayudar a otros y escuchamos los ajenos ávidos de saber más acerca de un mundo difícil y con demasiadas curvas pronunciadas.
Mi conclusión es clara: no se puede tirar la toalla ni quedarse quieta a pesar de los pesares, hay que encontrar el sendero para lograr migajas de tus sueños y no seguir anclada a otras ideas, aparcando para siempre la lucha por lo que piensas que es un imposible.
Ahora debo buscar la manera de afrontar esa realidad sin que se derrumbe la felicidad creada a base de mucho esfuerzo y tesón. Tengo once novelas terminadas, una ya tiene editorial y las otras deben encontrarla cueste lo que cueste.
¿Os imagináis una paradita en Sant Jordi con cinco novelas distintas sobre la mesa? Bueno… ¡Soñar no cuesta dinero!
Nunca se sabe qué pasará el día de mañana ni dónde nos llevará el Destino, lo único que subyace de las verdades escuchadas ayer es que si algo te hace feliz has de ir en su busca, aunque tardes toda una vida en alcanzarlo. Y sí, es cierto, estoy en una época muy prolífera a nivel de escritura e ideas, las novelas se multiplican como churros sin dificultad, pero también es importante sacarles un rendimiento de lectores que decidan leerlas, ¿no?
Conocer la parada final es un principio, ahora hay que ver a qué tren me subo y cuántos trasbordos necesito para llegar a la última estación. Y, a pesar de la intrincada cuesta que se abre ante mí, de la falta de costumbre de escalar y de las ilusiones rotas en otro tiempo, hay que colgarse la mochila a la espalda, respirar hondo y agarrarse a los salientes.

¡Feliz día! J

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¡Feliz Sant Jordi!

7:07 Pat Casalà 4 Comments

¡Buenos días! Llegó Sant Jordi…. Parece que hasta el tiempo quiere poner buena cara a un día tan importante y bonito. El sol me alegra la vista desde la ventana y por primera vez en muchos años no me siento triste. Sonrío, me hace ilusión saber que hoy es el día del libro, que mis compañeros estarán en la calle firmando, que el año que viene quizás yo también lo esté.
La verdad es que ahora sé lo importante que es disfrutar de cada momento y dejarse llevar por la esencia de lo que nos rodea sin hacerse preguntas más allá del presente. Y hoy es un día para regresar a la emoción, para celebrar el amor, la lectura y las ideas locas.
Para los catalanes Sant Jordi es un día especial. Los hombres nos regalan rosas a las mujeres y nosotras solemos comprarles un libro. Hacemos cenas románticas a la luz de las velas, paseamos por las calles llenas a rebosar de personas y paradas de libros y rosas y nos sentimos felices.
Durante doce años este día se había convertido en un pozo de frustraciones que me ahogaba y no me permitía sentir la emoción que flota en las calles de Barcelona ni la esencia de una jornada tan feliz. Estaba demasiado obcecada en algo absurdo.
Hoy hasta el sol ha venido a recordarme que sonreír es la clave para absorber hasta la última gota de felicidad que te ofrece la vida. Y no pienso permitir que la mía desaparezca ni un minuto en este radiante día de Sant Jordi. Así que ahí va la primera de muchas: J
No tengo un libro publicado en papel para firmar, pero esto se remediará en pocos meses, y el año que viene posiblemente esté en una paradita firmando, con una emoción extraña y nueva.
Este voy a permitirme el lujo de bajar a la que hemos montado en el trabajo para vender un libro editado por nosotros: 40 recetas para 40 semanas.  ¡Ha quedado chulísimo! No es lo mismo que firmar ejemplares, pero vale la pena bajar a ver cómo funciona la venta para animarme todavía más.
Quizás el futuro se presenta más nítido de lo que me pensaba… Disfrutar, sentir, emocionarse y vivir a tope son las mejores estrategias para avanzar por el sinuoso camino hacia el mañana.

¡Feliz Sant Jordi! J

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Vuelta a la vida real...

7:07 Pat Casalà 3 Comments

¡Buenos días! Llegó la hora de regresar a la vida real y abandonar los mundos de ensueño y tranquilidad que te ofrecen las vacaciones… Es genial cuando tus únicas obligaciones son descansar, pasear, leer, escribir, estar con la familia…
Cuando tengo días de tranquilidad avanzo significativamente en la escritura de las novelas. DUO ya tiene treinta y siete mil palabras, una idea sólida y un montón de sentimientos intensos en mi interior. Es un proyecto ambicioso, de un género muy distinto al que suelo tocar, sin muertos, asesinos, crímenes ni nada parecido.
Me gusta cómo queda, aunque su escritura se dilatará mucho más en el tiempo por culpa de la documentación y la ambientación de época. Hablar de sentimientos, de instantes, de vidas truncadas por el destino y encontrar el tono adecuado para narrar las peripecias de los protagonistas es difícil. A veces me quedo varada en un punto concreto y no sé cómo avanzar, por suerte al cabo de unas horas o al día siguiente me desencallo y prosigo…
Últimamente experimento con géneros que solía leer de joven, apartándome de lo conocido para explorar nuevos horizontes. Es gratificante saber que puedo alcanzar metas diferentes y alejadas, internarme en otros mundos, narrar desde diferentes perspectivas.
Me ha costado decidirme con la estructura de la novela, no acababa de  ver claro cómo conseguir una que fuera fácil de leer y no desmontara el conjunto de la narración. Espero que cuando esté terminada funcione la que finalmente he elegido…
Estas vacaciones familiares han sido espléndidas, mi marido tenía diez días, igual que yo, y nos instalamos en La Cerdaña a pasar una larga y placentera semana de esquí, paseos por el monte, barbacoas, charlas, descanso y un montón de actividades geniales.
La serenidad que me ofrece la montaña, sumada a la inactividad laboral, consiguen que mi mente se active para darle forma a las historias. Puedo tocar el lugar donde moran los personajes ficticios, darles la mano y caminar con ellos hacia su destino.
Siento con fiereza los embistes de la trama, lloro, río, me emociono… Espero que estas sensaciones no me abandonen en días, que a pesar de regresar a la vida cotidiana no pierda la conexión con Iris, con André, con Margaret… Uffff, son tan cercanos ahora…

¡Feliz día! J

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¡Nos vemos el día 22!

10:01 Pat Casalà 0 Comments


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¿Monje o demonio?

7:07 Pat Casalà 4 Comments

¡Buenos días! Último día antes de vacaciones… ¡Qué ilusión! Tengo tantas ganas de colgar los hábitos de trabajo que no sé si voy a rendir durante la jornada. Aunque, pensándolo bien, si no me apuro no podré irme, así que mejor me centro, aparco las ganas que tengo de no atender a mis obligaciones y me voy al despacho con una buena dosis de energía positiva.
Tengo que tomar bastantes decisiones importantes para avanzar en la dirección correcta. Hay momentos en los que desearía iniciar algunas ideas de las que me acompañan últimamente, pero entonces aparecen dos figuras antepuestas que me susurran al oído.
Mi demonio particular me exhorta a continuar con mis sueños y trabajar para alcanzarlos. Sus murmullos a veces me tientan, me dice que quizás debería aparcar mis ideas y centrarme en escribir para que algún día pueda vivir de la literatura.
Luego está el monje budista que analiza la realidad para avisarme de que no puedo regresar al punto anterior y pasarme el día esperando algo que quizás no llegue nunca. Sus cuchicheos ahogados me instan a lanzarme a la piscina para hacer realidad otras ideas.
Y yo estoy en el medio, vapuleada por esas realidades contradictorias, tentada de creerme capaz de dedicarme a lo que me apasiona, pero consciente de que no podrá ser… O como mínimo no en un futuro próximo.
Tiendo a racionalizar cada instante, a buscar una manera de encuadrar las cosas en un orden programado y a no dejarme llevar por la corriente. Me gusta saber cuál es el suelo por el que piso, darle una continuidad a mis acciones y conocer de antemano los riesgos implícitos en cada una de ellas. Por eso le doy tantísimas vueltas a cada pensamiento que me surge.
La escritura es un medio para plasmar cualquier idea que se me pasa por la cabeza sin rendir cuentas a nadie. Es tan fácil… Solo necesito un ordenador y mis ganas de novelarlas… Me encanta esa sensación de libertad para cambiar las cosas a mi antojo y experimentar futuros inciertos sin que afecten realmente a mi presente.
Así que estos días encararé un debate abierto entre el demonio y el monje, a ver cuál de los dos tiene argumentos con más peso…

¡Feliz día! J

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Confianza

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Llegamos a la recta final de la semana con muchísimas cosas que dejar atadas en el trabajo antes de irme de vacaciones. A ver si consigo relajarme un poco y encarar la escritura de DUO con más intensidad.
Estos días me he dado cuenta de que a veces hay que detenerse a mirar hacia atrás para percatarte del camino recorrido. Hay muchos tramos a los que no damos importancia y muchos momentos que nos despiertan angustias y ansiedades, pero con la perspectiva del tiempo transcurrido entendemos que eran necesarios para llegar al punto donde nos encontramos.
Esta semana he tenido algunos contactos que han despertado mi ilusión, aunque en mi línea de serenidad actual los he recibido con cautela. Me alegra que ahora la gente empiece a saber que existen mis libros, el movimiento de personas que altruistamente quieren reseñar El Secreto de las Cuartetas cuando salga en papel es algo mágico.
Hay instantes en los que me siento tentada a creerme la posibilidad de llegar a aquella meta trazada de niña y dedicarme únicamente a novelar mis mundos paralelos, aunque al cabo de unos minutos me doy cuenta de que no quiero volver atrás ni desear lo que no es.
Redefinir los sueños significa entender dónde se encuadra la realidad y sacarle partido a lo que te rodea sin plantearte qué hubiera pasado si la vida fuera de otra manera.
Lo único que quiero conseguir es confiar en las personas que me acompañan en el viaje y saber que mis pasos son los correctos. Cuando esa simple premisa es imposible de conseguir me planteo si he hecho lo correcto…
A veces lograr esa confianza es demasiado complicado… Y para mí es algo importante, una parte esencial de la convivencia. Soy idealista, cercana y suelo conferir mucha importancia a la afectividad de las personas que me rodean. Quizás no debería ser tan temperamental y conformarme con lo que tengo... Pero me gusta saber dónde estoy y con quién juego.
Por suerte la vida siempre acaba poniéndolo todo en su lugar y al final de la línea encuentras la manera de avanzar sin sentir el peso de las decisiones pasadas... ¡Ya sonrío! Como cada mañana...

¡Feliz día! J

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