Cada vez queda menos...
¡Buenos días! Calma, tranquilidad, sosiego… En casa se respira
este ambiente cuando me levanto temprano y todos duermen en sus camas. Hoy no
está Àlex, se ha ido con el colegio a Madrid, Toledo y Segovia. ¡Qué bonito es
viajar a su edad!
Convivir con adolescentes hormonados es difícil para los padres,
pero ellos están en la flor de la vida, en un momento en el que las
responsabilidades todavía son muy básicas y tienen una visión perfecta de salir
y pasárselo bien. ¡Quién tuviera ahora dieciséis años!
Últimamente he dejado posts
repetitivos, mi cabeza está un poco alterada con mil cosas importantes que la
bombardean constantemente. Por suerte en pocos días tendré vacaciones, colgaré
el letrero de “cerrado por descanso merecido” y me dedicaré a holgazanear,
ordenar mis ideas, escribir, leer y estar con mi familia.
He decidido que me apetece continuar con la historia rosa pastel
de DUO y regresar después a la novela juvenil. La vida es demasiado complicada
para pasársela lamentándose, así que voy a exprimir los momentos románticos
para escribir algo emotivo, intenso y con sustancia.
A medida que pasan los días voy planteando varias maneras de dar
salida a mi libro una vez esté publicado con Ediciones Javisa23. Tengo un
millón de ideas rondándome por la cabeza y un poco de ayuda externa, a ver si
acaban cristalizando en algo interesante…
Quiero que salga bien, me hace muchísima ilusión cuando alguien me
pregunta: «¿para cuándo tu libro?». Pensar que podré tenerlo entre mis manos,
acariciar la portada, oler sus páginas, colocarlo en una estantería y
encontrarlo en una librería…
Recuerdo cuando me imaginaba en un bar, sentada con un grupo de
amigos y mi marido, descubriendo que en una mesa cercana a un lector con mi
libro abierto, totalmente inmerso en sus páginas… ¡Ufff! ¡Cómo me gustaría que
se materializara en una realidad!
También tengo muchos deseos de que la presentación sirva para
reunir a personas de mi presente y de mi pasado, amigas de ahora y otras que se
han ido, compañeras de viaje, familiares, personas que significan algo importante
para mí, a pesar de la distancia, gente con la que comparto mis anhelos… ¡Y yo
firmando con una sonrisa que no me cabe en la cara!
Voy a dejar de soñar o acabaré llorando de emoción…
¡Feliz día! J
Perdona por mi ignorancia, ¿la editorial que mencionas no se hace cargo del marketing?
ResponderEliminarEllos se ocupan del marketing, pero cuanto más ruido se haga mejor, ¿no? ¡Pasa un buen día!
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