Lecturas...

7:07 Pat Casalà 2 Comments

     ¡Buenos días! Llegó el viernes… Tengo ganas de deslizarme por las pistas de esquí y perder el miedo después de mi caída. Aunque quizás cuando me calce las botas  voy a sentir el peso de lo sucedido. Pero soy fuerte y quiero esquiar, así que lo haré con una sonrisa.
      No habrá entradas este fin de semana, pero el lunes regresaré con las pilas cargadas y con ganas de compartir con vosotros mis experiencias. Este rinconcito de la Web me permite desmelenarme cada mañana, ¡es maravilloso!
      Espero que el sol sea mi compañero estos días, que no nieve y que el frío no apriete. Pero la verdad es que la previsión es malísima… Bueno, lo máximo que me puede pasar es que acabe en el bar de las pistas congelada y con una taza de té en las manos para calentarme.
      Estoy leyendo, por fin he vuelto a coger el Kindle para sumergirme en las letras de otras personas. Quizás será la manera de descansar definitivamente de mi ritmo de escritura, mi mente necesita un receso, unos días de tranquilidad y sosiego. Supongo que mi inspiración regresará con fiereza en algún momento y seguiré adelante con LUE. De momento está en un lugar lejano para llenarse de nuevas e inquietantes historias.
      Me gusta leer, siempre me ha inundado de ilusión descubrir las tramas que los autores tejen. Me encanta viajar con la mente a otros lugares, usurpar otros cuerpos mientras continúo estirada en el sofá con la manta hasta la barbilla y la luz que se cuela por la ventana.
      Para escribir bien hay que leer. Durante mi infancia, mi adolescencia y mi juventud fui una lectora voraz. Devoraba los libros con una intensidad, eran mis compañeros de viaje, mis pequeños tesoros. Una de las actividades que más me llenaban era la de caminar por mercados de libros de segunda mano, ahí buscaba pequeños tesoros para alfombrar mis estanterías.
       Las novelas de amores imposibles me acompañaron durante muchos años, cuando buscaba lecturas entre los libros de mi abuela. Me recuerdo estirada en la cama, con una manta y un libro abierto frente a mis ojos ansiosos. Cada vez que terminaba un manuscrito deseaba iniciar otro…
      En uno de mis cumpleaños, ahora no recuerdo cuántos años cumplía, mi padre me trajo El Ocho y me abrió la puerta a lo que yo realmente quería escribir de mayor. ¡Qué increíble me pareció esa novela! La he leído unas tres veces y siempre me sorprende y me engancha.
       A partir de ese momento mis lecturas fueron más variadas: temas esotéricos, thrillers, misterio, novela negra… Ahora leo de todo, aunque soy más selectiva y si no me gusta el estilo de un libro o la manera en la que me sumerge en sus páginas, soy incapaz de terminarlo…
      ¡Feliz día! ¡Feliz fin de semana! J

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¡Qué frío!

7:07 Pat Casalà 2 Comments

      ¡Buenos días! El frío continúa pegando fuerte. Brrrrrr, no me gusta nada esta temperatura congelada. Me abrigo con tres y cuatro capas cada mañana, pero en la moto sigo con la sensación de que estoy en Siberia.
       Este fin de semana queremos estrenar las pistas de esquí, nos hemos sacado un forfait de temporada y hay que amortizarlo… Pero solo con pensar en estar expuesta más de la cuenta a este clima me pongo a temblar. ¡Espero que suban un poquito los termómetros!
       Definitivamente las vacaciones de escritura me van a costar varios kilos de más. Es que las horas que antes le dedicaba ahora las debo llenar con algo. ¡No sé estar sin hacer nada! Quizás es un defecto de fábrica o algo parecido, pero me cuesta un mundo quedarme quieta en el sofá mirando la tele…
       He terminado la primera ronda de corrección de LMR. Estoy satisfecha con esta novela, tanto que sonrío al pensar en ella. Al terminarla tenía la sensación de que no valía un pimiento, sin embargo ahora la valoro diferente.
       Es curioso que a veces lea algo mío y piense: «¿eso lo he escrito yo?». Es como si no acabara de creérmelo, porque a pesar de conocer la historia y el final me quedo enganchada a las páginas. Otras me pasa al revés y me doy cuenta de que mis palabras no transmiten lo que deberían.
       Ayer hice la segunda clase de inglés que nos ofrece nuestro jefe. Ahora tenemos una hora de clase a la semana en horario laboral. No me disgusta mejorar, pero el profesor nos puso un montón de deberes, entre ellos una composition. ¡Estoy de vacaciones de escritura! ¡Y voy a tener que ponerme a escribir en inglés!
       Ufff, eso de hacer redacciones en inglés no sé si me mola demasiado… Este fin de semana lo voy a intentar y os cuento.
      Os quiero presentar la Web de mi nueva agencia literaria. ¡Me encanta como ha quedado! Tiene una manera muy fresca de presentar los contenidos, incluso hay un blog donde se cuelgan las noticias importantes. Me encantaría que le echarais un vistazo a mi ficha de autora (enlace) y me dierais vuestra opinión. ¿Qué os parece?
      Una de las novedades que hay es el título y una breve sinopsis de LME. No os desvelaré el secreto, es mejor que lo veáis con vuestros propios ojos. Jejeje, ¡así os hago mirar la Web!
      ¡Feliz día! J

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Muffins y Críticas...

7:07 Pat Casalà 0 Comments

      ¡Buenos días! El frío es horrible… Ufffff, no sé si seré capaz de salir a la calle… Cuando he tocado los radiadores me he dado cuenta de que ardían, entonces me he atrevido a salir a la galería para descubrir con espanto la temperatura gélida que hoy azota Barcelona y otros puntos de la geografía española.
      Me he tomado en serio lo de hacer vacaciones de escritura y lleno las horas con otras actividades. No sé si me va a salir a cuenta, porque lo que más hago es cocinar y mi línea va a resentirse… Ayer horneé unos muffins de chocolate buenísimos, ¡hice dieciocho y ahora apenas quedan siete!
        Suerte que hoy toca ir a bailar con Fran y mañana con Alberto… Así quemaré un poquito de grasas saturadas. Cocinar me relaja, es una actividad divertida, entretenida y muy gratificante. También preparé un rodaballo al horno con patatitas y tomate. Mmmmmm.
       Paralelamente corrijo de nuevo LMR. Mis lectoras beta me han proporcionado unos archivos con ideas para mejorar el texto, muchas de ellas son perfectas, así que aderezo la historia con sus indicaciones. Otras las veo yo solita al releer.
       Es interesante contar con esas amigas que me ayudan a mejorar. No soy una persona pagada de mí misma que no ve más allá de sus narices. Tengo claro que ni soy perfecta ni pretendo serlo. Y no permitir que las opiniones ajenas puedan señalar una mejoría en los textos es una tontería.
       Las críticas son un medio como cualquier otro para avanzar hacia un estadio superior. Aunque hay toda clase de críticas. Las que ayudan son las constructivas, las que se solicitan, las que no te hunden en un pozo de lodo. En mis años de escritura he recibido muchas clases de valoraciones y no todas han sido positivas.
      Es imposible que a todo el mundo le guste lo mismo, pero hay maneras de decir las cosas que hieren. Aunque en general me suelo tomar los comentarios con positivismo. Si encuentro que la opinión de varias personas coincide, interiorizo ese error e intento mejorar en la próxima narración.
      Cuando le pido a alguien que me haga de lector beta quiero saber qué piensa realmente, cuáles son los pasajes que modificaría, qué le parecen los personajes… Cualquier aportación es interesante, aunque no las plasme en ese texto, muchas veces me sirven para otro.
     Aunque he de señalar que hay veces en las que recibo un comentario malintencionado y que me duele… ¡Suerte que no es la línea general!
      ¡Feliz día! J

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¡Viva la moto!

7:07 Pat Casalà 2 Comments

       ¡Buenos días! Mi plan de vacaciones de escritura está en marcha. Ayer cociné, corregí un poquito, jugué con el iPad, leí y me fui a bailar. ¡Un lujazo de tarde! Aunque mi cabeza hay momentos que me traiciona y piensa en Raquel…
       Ayer mi hija se sacó el casco mientas íbamos en moto para quitarse los pendientes que la molestaban, cuando me giré y la vi, me escandalicé. Es increíble que ahora vayamos todos con cascos integrales… Recuerdo cuando yo tenía la edad de mi hijo mayor y empecé a ir en moto, ¡no llevábamos ni casco ni nada parecido! Quizás éramos unos kamikazes… ¡Si incluso nos montábamos dos en un ciclomotor! ¡Y por Barcelona! Ahora estas ideas serían impensables…
       Cuando se impuso la obligación de ir con casco nos enfadamos un montón. Que si no notaríamos el aire revoloteando en nuestro rostro expuesto, que si no podríamos apoyar la barbilla en el hombro del conductor, que si conducir con casco no era lo mismo…
       Al principio nos poníamos cascos de montar a caballo para evitar la multa y nos quedábamos tan anchos. Era incómodo ir con otro y así no renunciábamos a nada. ¡Si incluso yo había conducido una Derbi Variant sin casco por la carretera desde Calella de Palafrugell a Palamós! ¡Y no una vez, sinó un montón de veces!
       Ahora no concibo subirme a la moto sin un casco integral. Parece mentira… Del de montar a caballo pasé a uno que no acababa de taparme la barbilla. Pero al final terminé con el grande, el que te protege el cráneo entero. Y cuando ayer vi a mi hija sin él puse el grito en el cielo… ¡Parece mentira cómo cambian las cosas!
      Supongo que por mis palabras deduciréis que la moto forma parte de mi vida desde hace muchísimos años. Empecé a conducirla con quince y todavía no la he abandonado.  Los meses de embarazo fueron un calvario, tenía que ir en coche o en transporte público y se me hacía cuesta arriba. ¡Si incluso voy a trabajar en moto aunque llueva!
      Barcelona es un caos circulatorio, hay un enjambre de coches diariamente y encima has de pagar obligatoriamente parking según donde vayas si coges el coche… Con la moto vas de puerta a puerta en un tiempo récord y consigues dejarla a pocos metros de tu destino. ¡Es una gozada!
      Bueno chicos, cas que me vaya a la ducha y me suba a la moto, que a este ritmo no llego a trabajar…
      ¡Feliz día! J

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Un gran paseo

7:07 Pat Casalà 0 Comments

     ¡Buenos días! Se terminó el fin de semana… Con lo bien que se estaba en casita… Hay que levantarse, desayunar con la sonrisa bien ancha e irse a trabajar, que aunque no tenga el mejor trabajo del mundo, tengo uno y eso ya es un gran triunfo.
      El frío es intenso, tanto que solo con pensar en salir a la calle me produce escalofríos. A mí me gusta el calor, el sol, la serenidad de un día despejado…
      Vivir en Barcelona tiene muchas ventajas, hay mar, un casco antiguo precioso, una cantidad de museos increíble y un sinfín de actividades lúdicas y culturales que no se acaban.
      Ayer por la tarde nos fuimos con mi hija al Born. Ella tenía que hacer un trabajo para la escuela sobre la catedral de Santa maría del Mar y mi marido y yo decidimos aprovechar la ocasión para pasear por ese magnífico barrio. Hacía años que no entraba y admiraba la preciosa obra arquitectónica en la que se inspira la novela La Catedral del Mar.
       Luego caminamos hasta el antiguo mercado del Born, donde vimos las ruinas románicas que se sacaron a la superficie al excavar en la zona. Me fascinó la manera en la que han restaurado el edificio y dan a conocer esa parte de nuestro patrimonio histórico.
       Al salir anduvimos un rato por las callejuelas. Había tiendas abiertas y mucha gente. Es una gozada observar a los transeúntes y descubrir la mezcla que impera en ese espacio de mi ciudad. Los turistas se paran en las esquinas cámara en mano, los estudiantes bohemios caminan en grupo, los vecinos viven la calle…
       La verdad es que quizás debo hacerle más caso a mi marido y no pasarme todas las horas libres escribiendo. Es magnífico crear mundos paralelos, pero también lo es pasear en familia, charlar, observar a la gente, descubrir la viveza de mi ciudad… Debería encontrar el equilibrio.
      Quiero hacer tantas cosas que a veces me resulta difícil priorizar. He escrito tres novelas en diez meses, he empezado la cuarta, tengo una idea de por dónde irá el argumento, me apetece sumergirme en su historia… Pero voy a tomarme un respiro, unas semanas de descanso, un tiempo para que mi cabeza desconecte y se relaje.
      Es sano compaginar las actividades. Tengo unos manuscritos que deseo leer, otros para corregir y mil tareas pendientes. Y voy a tomármelo con calma, voy a disfrutar de la capacidad de distraerme y a dejarme seducir por unos días por otras cosas alejadas de la escritura. ¡Vacaciones en toda regla!
      ¡Feliz día! J

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Un recreo

9:09 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Continúa ese frío intenso que asola la calles últimamente… Yo tengo ganas de sol, calorcito y mucha luz, pero las estaciones del año juegan en contra de ese deseo. Nos acercamos peligrosamente al invierno y toca que las jornadas se acorten y la gélida temperatura nos salude al salir a la calle.
Creo que estoy completamente saturada, mi inspiración se ha ido a un lugar cálido donde tomar el sol y recargar pilas. Quizás el hecho de escribir tres novelas en diez meses sin dejar de trabajar, de bailar, de llevar la casa, de ocuparme de mis hijos y de escribir cada mañana aquí ha colapsado mi capacidad de escribir. Así que ayer me tomé el día de descanso.
Por la mañana fui a un bar que hacía años frecuentaba, un lugar decorado en tonos blancos, con sillas y sofás, una pequeña terraza con plantas para iluminar el local con luz natural y una carta de tés de las que a mí me gustan. La compañía fue inmejorable. ¡Qué bonito es pasarse dos horas charlando con una amiga sin darte cuenta de que las manecillas del reloj avanzan!
Comimos en familia en uno de esos japoneses que sacan platos en una cinta. Mis hijos le llaman los barquitos. Y por la tarde fui a bailar con Fran en una de esas clases que te disfrazas y te ríes. Parece mentira que a nuestra edad nos divirtamos con algo tan básico, pero es una manera como cualquier otra de pasar la tarde del sábado, ¡y encima hacemos ejercicio!
No escribí ni casi corregí. Necesito aire, espacio, amplitud de mente y un poco de recreo. He empezado a leer un manuscrito inédito de una compañera de viaje literario, su prosa y sus historias me gustan mucho. Y he decidido corregir y escribir a mi ritmo. Tal como dice mi marido no me puedo pasar las horas libres enganchada al ordenador.
La trama de mi última novela sale despacio, con más dificultad que las anteriores. En cambio la corrección de errores de LMR y de LDE va viento en popa gracias a mis queridos lectores beta. Veremos qué me depara el mañana, ahora sé que deseo gastar mi tiempo en muchas actividades e ir despacio con la escritura. Veremos si esta vez lo consigo…
Pronto estará lista la Web de mi nueva agencia, me hará muchísima ilusión compartir con vosotros mi rinconcito de autora en ella. Es emocionante ser parte de estos cambios, estar ahí cuando se gesta una idea tan maravillosa y saber que cuentan conmigo. Sin embargo sé que estos cambios, estas ilusiones y estas alegrías de momento solo son eso, sentimientos.
Hay que colocar cada cosa en su lugar para no volver al redil de la ansiedad. El mundo literario es de esperas largas y pesadas, por eso ahora no me voy a dejar seducir por la idea de lograr un objetivo, simplemente voy a celebrar cada pequeño logro y a ver las realidades tal y como son.
Quizás algún día mi camino esté lleno de luz… ¿Quién sabe qué pasará mañana? Es mejor que sea una sorpresa y vivir el ahora con una sonrisa… Ahí va la mía: J

¡Feliz día! J

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Gimnasia cerebral

8:58 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Ayer fue una jornada complicada, aunque por suerte era viernes y las horas pasaron como una exhalación. He conseguido madurar a los cuarenta en el tema literario, pero todavía me queda camino por recorrer en otras facetas de mi vida.
Debería sentarme a recapacitar y poner cada punto en su lugar, de manera que me fustigue únicamente por mis errores y no acabe asumiendo el cien por cien de la culpa. Ufffffff, es fácil decirlo, pero con una cabeza como la mía, que no para de darle vueltas y más vueltas a las cosas, es complicado encontrar ese sendero perfecto que ubica cada acto en su sitio justo.
Ahora toca apechugar con las consecuencias y encararlas con dignidad. Pero no quiero hablar de cosas tristes, es fin de semana, hace un día horrible, un frío glacial y he dormido fatal, pero sonrío. Dos días de descanso, de escritura, de empezar a leer unas novelas que me hacen muchísima ilusión, de no pensar (jejejejeje, eso no me lo creo ni yo), de bailar…
 Por suerte esta tarde hay una clase de Fran, una de aquellas en las que nos disfrazamos y bailamos al son de una música concreta. Hoy toca rockstarts. Estoy segura de que la música será de mi época discotequera y que me lo pasaré genial. Aunque he de confesar que a mí eso de disfrazarme no me encanta…
Y mañana a las once hay Free Style con Alberto. Gimnasia cerebral en toda regla, de aquella que te hace desconectar del ahora para contar tiempos de ocho con la coreografía en la cabeza. Cuanto más difíciles son los pasos, más concentración requieren y más paro mi engranaje cerebral de pensamientos.
Ayer no fui a Zumba. No me gusta demasiado esa clase y siempre encuentro escusas para no ir. Esta vez sencillamente decidí quedarme en casa, con el ordenador en el regazo, escribiendo. Conseguí desatascar un capítulo de LUE y corregir algunas cosas de LMR que mis compañeros lectores me mencionaron.
A veces me pregunto por qué me empeño en quedarme horas enteras aporreando las teclas y no aprovecho para ir a pasear, a comprar, a tomar algo con mis amigas… Mi única ilusión en las horas libres es construir historias que acaban en mi disco duro…
No hay una respuesta coherente a esa pregunta ni tampoco es del todo cierto que no hago otras cosas. Cocino algunas veces, paseo otras, compro cuando es necesario, bailo, juego al Candy Crush y pronto empezaré a esquiar.
Necesito la escritura, es otra de mis gimnasias mentales, una que aleja los nubarrones durante horas y me mantiene enganchada a esas historias que mi mente me regala. Es maravilloso permitirle guiarme en cada estadio de la trama, incluso en aquellos finales inesperados que de repente aparecen como la única solución viable a un manuscrito.
  Y sí, en mi mundo ideal me dedicaría únicamente a escribir, leer y crear historias. Sin embargo la vida real te exige que ingreses un dinero cada mes, que seas competente en tu trabajo y que asumas las responsabilidades que te has impuesto a lo largo de los años. Por lo tanto es importantísimo cuidar tu faceta laboral.
No sé qué pasará el lunes, pero ahora no quiero preguntármelo. Lo que tenga que ser, será y entonces ya me preocuparé… De momento tengo un desayuno con una amiga y horas de escritura por delante…

¡Feliz día! J

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Viernes, sol...

7:07 Pat Casalà 6 Comments

      ¡Buenos días! Viernes, sol, días de tranquilidad por delante… Estoy mejor, a veces las cosas hay que sacarlas y hablarlas para que la solución salga sola. No he conseguido mis deseos ni la vida soñada, pero como mínimo tengo las ideas más claras. Ahora necesito el fin de semana para recapacitar y poner las cosas en su lugar.
       Quizás mi temperamento influye, aunque también la mala noticia que nos dieron en la familia me angustia y tengo demasiadas cosas en la cabeza. Pero ahora no quiero apagarme, quiero mirar la luz del sol y sonreír, brillar, caminar con la cabeza bien alta y con las ilusiones a mi lado.
       A veces basta con querer algo con intensidad para sentir con mayor fuerza las embestidas de la vida. Es un mal momento para según qué cosas y hay que relativizar los sucesos de manera que no te afecten demasiado. Quizás algún día estaré bajo la sombra de una palmera, con mi ordenador como herramienta de trabajo y las esperanzas bien firmes.
       Por ahora toca vivir el presente, saber dónde estoy y aceptar que mis aspiraciones hoy por hoy son metas imposibles. Pero hace sol y no voy a entristecerme pensando lo que no puede ser. Aunque no descarto luchar con más fuerza para despejar el camino…
       El otro día os hablaba de los escritores y la imagen que tenía de ellos de pequeña. Ahora formo parte de ese colectivo en una faceta de mi vida y, aunque mi obra permanezca inédita en un tanto por ciento elevado, sé que sin la escritura no podría controlar mi creatividad.
        De pequeña era diferente. Ahora he conseguido mimetizarme en algunos aspectos de la vida, pero sigo con esas emociones disparadas y extrañas que me vapulean sin piedad. Por eso necesito exorcizarlas con argumentos, tramas, personajes…
        Vivir una aventura de la mano de alguien a quien dibujas en tu mente, darle movimiento, palabras para expresarse y una personalidad es algo mágico que me aporta muchísimo. Es una parte de mi terapia cerebral, la otra es el baile, y cuanto más complicados sean los pasos, mejor, así me evado del presente y únicamente pienso en contar y ejecutar la coreografía.
        Hace un frío intenso, parece que una ola gélida nos ha invadido. No tengo demasiadas ganas de salir a la calle, pero es lo que toca… En unos minutos me subiré a la moto y conduciré por Barcelona rumbo a mi sitio de trabajo. Brrrrr, solo con pensar en el aire helado que me llegará…
       Espero que el sol caliente un poquito la atmósfera y que baje la sensación  de frío, ¡yo soy de calorcito!
      ¡Feliz día! J

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Todavía hay nubes...

7:07 Pat Casalà 4 Comments

       ¡Buenos días! El frío intenso sigue asolando la calle y yo todavía no me he repuesto de mi decepción. Hay cosas que te llegan al alma y es difícil masticarlas, pero como el tiempo lo cura todo estoy segura de que en pocos días volveré a brillar.
         Ayer por la tarde tuve un mensaje precioso que me hizo sonreír, a veces las cosas cambian a mejor, aunque nos cueste creérnoslo. Me encanta esta nueva etapa en mi mundo literario, ¡ojalá en mi otra faceta las cosas fueran tan bien!
        Cuando analizo los años que he esperado y las ilusiones que tenía en conseguir mis metas me doy cuenta de que a veces ser fiel a unos ideales ayuda a encontrar el camino. Ahora debo recapacitar sobre otras cuestiones y, sobre todo, calmar mis emociones.
        Soy temperamental, como muchas de mis protagonistas. Me tomo las cosas demasiado a pecho, eso me lo dicen siempre. Y peco de confiada, siempre me pasa lo mismo, traslado mi forma de pensar a los demás, como si pudieran leer en mi interior y actuaran como yo.
        Por desgracia en este mundo hay gente de todas clases y a veces no valoran lo que tienen de la misma manera que tú. Por lo tanto hay que apretar los dientes y tirar hacia delante con una sonrisa y la cabeza bien alta. Aunque primero necesito apaciguarme.
        Mientras escribo la cuarta novela de la serie Estrada tengo a mis compañeros del despacho, a mi hermana, a mi padre y a mi querida Mabel leyendo las otras. Me encanta escuchar sus comentarios, integrarlos en la narración, conseguir una historia más limpia gracias a sus ideas.
        La verdad es que la escritura me ayuda a vivir diferente las decepciones. Es maravilloso tener mi mundo interior y refugiarme en él cuando las cosas no salen como esperaba. En las páginas puedo ser Pam Casas, Marta Noguera, Puri Castro, Sandra Pons… Por unos instantes dejo de ser Pat Casalà y me convierto en alguien más atrevido, más intrépido, menos temperamental…
        Y sí, ahora mismo visualizo cómo sería mi vida si las palabras fueran mi único sustento. Me levantaría temprano, igual que ahora. Prepararía el desayuno, la comida de mis niños, la ropa… Y luego me volvería a meter dentro de la cama con el ordenador en el regazo para darles vida a las tramas.
        No escribo sentada, siempre lo hago estirada en el sofá o en la cama, con el portátil sobre un cojín y un poquito de música lenta y tranquila que dispara mi sensibilidad.
        Por la tarde me dedicaría a bailar, a leer y a corregir manuscritos antiguos para encontrar la perfección. ¡Solo con imaginármelo ya sonrío! Pero bueno, toca regresar a la realidad, encarar la jornada sin pensar en lo negativo y darlo todo aunque otros no lo valoren.
        ¡Feliz día! J

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Nubes...

7:07 Pat Casalà 0 Comments

      ¡Buenos días! La verdad es que hay semanas que las cosas no salen bien, esta es una de ellas… Mi tendencia general es a sonreír, a ver la parte positiva de las cosas y a valorar lo que tengo, aunque hay veces que las nubes no me dejan ver el cielo.
      Terminé el viernes pasado con una mala noticia, de aquellas que te hacen recapacitar sobre muchas cosas de tu vida. Y empecé el lunes con mal pie, quizás porque las ideas que yo tenía sobre algunas facetas de mi vida estaban equivocadas.
      El otro día os decía que tomar una decisión implica dejar atrás otras posibilidades. Es imposible saber qué hubiera pasado si hubiera elegido un camino diferente, pero hay que saber extraer la parte maravillosa de cada ruta y avanzar con las ideas claras.
      Ayer terminé el día en urgencias con mi hijo, tiene una bronquitis y ahora deberá medicarse. Bueno, la verdad es que fue una jornada de aquellas en las que solo quieres terminar e irte a dormir para olvidar los sucesos que se han encadenado.
      Espero que hoy salga el sol, que la vida me sonría y que consiga ver el vaso medio lleno. Aunque hay cosas que decepcionan tanto que es imposible encontrarle matices positivos.
      Sin embargo hay que continuar caminando sin perder el paso, sonreír ante las adversidades y encontrar la manera de cambiar las cosas que no nos gustan. Así que hoy empieza mi lucha en ese sentido, quiero encontrar la manera de darle la vuelta a la tortilla y sentirme orgullosa de mis decisiones.
       No sé dónde me conducirá la vida ni si voy a encontrar lo que deseo, pero lo que tengo claro es que quedarse quieta esperando no es una buena opción. Así que voy a cambiar lo que no me gusta; despacio, pero sin prisa. Hay que ser optimista y pensar que vale la pena intentarlo, aunque te quedes por el camino y al final no tengas más remedio que asumir tu realidad.
      Y no, no hablo de la escritura. En ese tema tengo claro lo que hay y donde estoy, así que sonrío al pensar en las cosas positivas que me da. Me encantaría retirarme y dedicarme únicamente a ello, pero eso no es posible, así que me lo tomo con ilusión. Cada día avanzo un poquito en la novela que tengo entre manos y me emociono al hablar con mis compañeros de oficina acerca de las que ya he escrito. ¡Y también con mi amiga Mabel! Gracias a sus palabras logro mejorar los fallos de incongruencia y mejorar partes de la trama.
     Suerte que tengo estas pequeñas alegrías que me ayudan a valorar positivamente mi entorno, aunque quizás el tiempo y las decisiones me lleven a cambiar de lugar. Nunca se sabe lo que te depara el futuro…
      ¡Feliz día! J

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Capitanear el barco

11:26 Pat Casalà 2 Comments

       ¡Buenos días! El día se despierta gris, a ver si el sol quiere salir de una vez para iluminar las horas… Aunque me parece que se va a resistir un poquito. Ayer no paró de llover en todo el día, me mojé con la moto y no llegué al gimnasio.
      Como tenía un día triste me decidí a preparar un brownie buenísimo para cenar. ¡Mmmmmm! ¡Chocolate! ¡Qué bien sienta cuando tienes una tarde alicaída! Fue un subidón de emoción y de peso… Jajajajaja, si sigo comiendo chocolate la báscula me va a reñir…
       Escribo tarde, en medio de mil cosas y con la cabeza llena de pensamientos encontrados. Creo que debería detener mi engranaje cerebral durante unas horas para poner en orden mis ideas, pero no puedo pararme, no ahora que las cosas toman forma.
       LUE avanza. Es curioso que tenga el ímpetu suficiente para tirar adelante la escritura continuada de la serie Estrada. Las historias fluyen solas, como si solo necesitaran que estirara del hilo para contarse en el papel. Me duermo con ellas, las siento como parte de mí, como si Raquel fuera alguien cercano.
       A veces tengo la sensación de que he vivido algo y al cabo de un rato me percato de que no forma parte de mi vida real, sino de la imaginaria. Acompaño tanto a mis personajes que me emociono con ellos.
       Mi actual narración sucede lejos de casa y necesito reunir a dos mujeres para que tenga consistencia mi idea. Empezó de una manera en mi cabeza, pero se ha plasmado de otra en el papel. Toma forma lentamente y se define como una trama con más acción de la que le otorgué en un principio.
       De joven devoraba las novelas de detectives o inspectores de policía, todavía ahora me encantan estas series donde un personaje central se ocupa de investigar crímenes. Me ha costado muchos años lanzarme a escribir algo parecido, ahora la comisaria Estrada cobra fuerza en cada novela.
      En mi vida han de cambiar muchas cosas si quiero que las sonrisas no se fundan en la negrura. Soy muy feliz con lo que tengo, pero debo valorar otras opciones y ver a dónde conduce realmente el camino que emprendo. Mis sueños siguen claros y firmes, mis metas platónicas me acompañan bajo la premisa de no obsesionarme con alcanzarlas y mi capacidad para dar vida a mis mundos paralelos es mayor a medida que pasan los días.
       Ahora hay que capitanear el barco a ver dónde me lleva el viento…
       ¡Feliz día! J

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Empecemos la semana

7:07 Pat Casalà 2 Comments

     ¡Buenos días! Llueve, no para de llover desde el sábado y parece mentira que mi ánimo se adapte tanto al tiempo. Estoy un poco alicaída y sin demasiadas ganas de empezar la semana… Bueno, esperemos que pronto se alejen las nubes y empiece a brillar el sol.
      Termina un fin de semana de malas noticias, de momentos extraños, de sensaciones que me han hecho reflexionar muchísimo y llegamos a un lunes donde no tengo muchas ganas de estar. Pero no toca más remedio que recargar las pilas y arreglarme para ir a trabajar.
      Ayer pasé una tarde de infarto, un poco más y me pongo a gritar del susto. Apreté la tecla para iniciar mi Mac y durante veinte minutos se quedó pensando, como colgado. Ya sé que me diréis que soy un desastre, que es importante tener copias de seguridad de cualquier archivo. ¡Trabajo con telecos e informáticos que me lo repiten sin cesar! Pero no tenía ni una copia de seguridad de las novelas ni nada por el estilo.
      Consulté desde el iPad cómo reiniciar el ordenador para intentar solventar el problema. Mi marido estaba en el coche rumbo a Madrid y no podía ayudarme. Tras leer varios artículos conseguí apagarlo, pero al darle a la tecla de inicio volvió a quedarse colgado…
      Por un momento pensé que era una señal del destino que me avisaba claramente del final de mi vida literaria. Jajajajaja, soy un poco catastrofista… Por suerte el ordenador arrancó al quinto intento y rápidamente realicé una copia de seguridad de mis archivos. ¡Ufffff!
      El incidente quedó en un susto, uno que un poco más y me cuesta un disgusto. El ordenador tiene cuatro meses, así que está en garantía. Y dicen que los Mac no se estropean nunca… En fin, esta semana lo llevaré a la tienda Apple para que verifiquen que todo está bien.
      Al fin abrí la novela que tengo entre manos y avancé un poco, dándole un giro de aquellos que me sorprenden a mí misma. En una semana he logrado escribir dieciséis folios y unas 8.500 palabras. Tengo varias ideas deambulando por mi mente y un sinfín de ilusiones, ¡cómo me gusta crear tramas en el papel! Me da una sensación intensa de estar en la cumbre de mis aspiraciones.
      Puaf, sigue lloviendo, las gotas se empeñan en mojar mi terraza y describirme un lunes triste y apático. ¡Arriba ese ánimo! Voy a ducharme, a ver si me despejo, y luego saldré zumbando para la oficina donde me esperan mil tareas que me ayudarán a cambiar de humor.
      ¡Feliz día! J

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