¡Feliz año nuevo!!!!!!!

11:18 Pat Casalà 3 Comments


            ¡Buenos días!!! ¡Llegamos al último día del año!! Hoy es día de retrospección, de hacer listas de prepósitos para 2012, de renovar nuestro contrato anual de sonrisas, ilusiones y esperanzas, de decidir mirar la vida con optimismo, de brindar con una copa de cava para que la siguiente anualidad sea mejor que la anterior, de desearle a los nuestros una vida maravillosa y plena…
            El día se ha despertado nublado y dejando escapar la lluvia. ¡Supongo que en las montañas se ha convertido en la nevada tan necesaria! La verdad es que este año el paisaje es mucho más verde que de costumbre y el blanco inmaculado que solía llenar las fiestas navideñas se ha quedado un tanto ajado. ¡A ver si tenemos nieve para fin de año!
Parece que mi cuerpo se ha contagiado de esa tendencia del tiempo y se ha decidido a ir lanzando la mucosidad que se ha empeñado en poseer mis fosas nasales. ¡Qué se le va a hacer! ¡Llegó el constipado! ¡Aunque ya tengo ganas de que se funda en la desmemoria!
            Esta noche, además de los buenos presagios para el año que viene, voy a cenar cosas buenísimas. ¡Me encanta la Nochevieja! ¡Siempre preparo un ágape digno de los dioses! Gambas, salmón, quesos buenísimos, paté, foie Demi,… ¡Ñam! Se me hace la boca agua solo de pensar en comérmelo todo.
            A las doce, tras tomarme las uvas, voy a dedicar un brindis a todos y cada uno de vosotros, a mis lectores fieles, a aquellos que han llenado de alegría estos últimos meses, que me han regalado sonrisas, comentarios, libros y frases. ¡Os dedicaré mi primer brindis del año!
            Y no voy a dejaros la lista de los propósitos del año que empezará en unas horas, porque todos sabéis de sobra cuáles son mis deseos y qué anhelo con mayor intensidad… Lo que sí diré es que también pido que todos los que me importan puedan arreglar su vida, que la ilusión y la esperanza forme parte del devenir diario de todos y cada uno de vosotros, de mi familia, de mis amigos, de mis conocidos,… ¡Y este globo sonda debería expandirse más allá de mi imaginación!
            Ahora estoy delante de mi súper chimenea, con el fuego que acabo de encender a toda potencia y las llamas retorciéndose en figuras rojizas que ayudan a mi cuerpo aterido a ir calentándose. La casa está dormida, nadie me acompaña mientras mis dedos acarician este teclado que se ha convertido en una extensión de mí misma, escucho el intenso silencio del lugar, veo el día gris y apagado desnudándose ante mis ojos soñolientos y no puedo evitar recordar aquellas fantasías que me acompañaban en mis días infantiles, los mundos paralelos que me bombardeaban sin piedad, las ideas locas que me llevaban a Hollywood a rodar películas que salían de mis escritos, la alegría con la que vivía esas fantasías.
            Era una niña extremadamente fantasiosa y algo extraña. Tenía una tendencia nada aceptada a relatar cada instante de mi día dándole un dramatismo increíble, exagerando cada uno de los detalles, sacando punta a cada una de las situaciones que se sucedían en mi jornada. Y, como ahora, me encantaba hablar, contar, explicar, inventar,….
            Había momentos en los que ni yo misma era capaz de discernir entre la realidad y la ficción, ¡le  daba tantos brochazos a lo que realmente había pasado! Lo coloreaba, lo deformaba, lo volvía a delinear y lo pintaba con una nueva gama, ofreciendo a quien quisiera escucharme un relato fantástico de algo cotidiano.
            ¡Qué tiempos aquellos! Realmente pensaba que la vida era un camino llano donde el deseo y la constancia llevaban a la meta. ¡Y a constancia no me gana nadie! ¡Cuando se me mete algo entre ceja y ceja es muy difícil que desista! Pero la madurez ha traído consigo muchos matices, muchas curvas en el sendero y algún que otro precipicio… ¡Pero algún día se aplanará! ¡Seguro!
            ¡Así que ahí va mi brindis y mis mayores deseos para todos! ¡Tened una buena y maravillosa entrada de año! ¡Ojalá todos vuestros anhelos se encuentren en 2012! Pensad que si hacemos caso a los Mayas es el último año de la humanidad…
            ¡Chin Chin!

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Lo que daría yo...

11:54 Pat Casalà 3 Comments


           ¡Buenos días! El año agoniza, estamos llegando a las ascuas de este 2011 que nos ha traído cantidad de ilusiones, esperanzas y malos tragos. En realidad, si encierras en un saco todas las experiencias de los 365 días que componen un año encuentras cosas positivas y algunas negativas, aunque mi conejo sigue siendo el mismo de siempre: quedarse con lo bueno y olvidar lo malo.
            Mi propósito real para 2012 es avanzar en el mundo de la escritura, subir un peldaño en esa larga escalera que contiene la posibilidad de llegar a rozar el cielo de los sueños y embarcarse en las nubes para viajar en un mundo mágico donde todas y cada una de las metas trazadas se convierten en realidad.
            ¡Mi esperanza sigue brillando! Es un trocito rebelde de mi interior que se niega a fundirse y me empuja a abrir el portátil, a dejarme llevar por mi imaginación, a escribir cada día en este rinconcito de la blogosfera y a avanzar en los manuscritos que se han convertido en algo intrínseco a mí. Sin la escritura mi mundo se marchitaría hasta convertirse en una rama seca y sin flores ni hojas que la llenaran de color y alegría.
            ¡Ayer me contaron las palabras de Lucía Etxebarría en La Vanguardia! ¡Madre mía! ¡Me lo perdí! En cuanto salga el sol y el día inicie su andadura me iré a mi banco de la carretera, armada con una parka gruesa, regalo de mis padres por Navidad, unos guantes, un gorro, una bufanda y muchas ganas de navegar por la red en busca de esas frases que me han contado.
            La piratería es algo que está ahí, que forma parte de nuestra realidad y que no se pueda ignorar, pero el hecho de que una persona que ha logrado vivir de su arte quiera dejarlo por culpa de su existencia me parece algo increíble. ¡Pero si ha conseguido lo que yo anhelo desde pequeña! ¡Si cada vez que Lola, mi agente, me explica que de la literatura es muy difícil vivir yo le digo que me conformo con muy poco! ¡Si mi verdadero sueño es poder dedicar las veinticuatro horas del día a escribir sin parar! ¡Novelas, artículos, posts,…! ¡Escribiría lo que me pidieran!
            Es cierto que las novelas ocupan una inmensa cantidad de tiempo, que trabajas en ellas sin descanso, que se internan en tu mente para bombardearla de ideas en cualquier momento, que exigen tiempo, energía y mucho tesón… ¿Sabéis lo que daría yo por tener tiempo para dedicárselo única y exclusivamente a ellas?
            Escribir, pulir, corregir y documentarse es un trabajo, uno que requiere de mucho tiempo y disciplina. Y sí, puedo entender que la piratería le robe a Lucía Etxebarría muchos beneficios, ¡pero ella tiene remuneración por su trabajo! ¡Gana dinero con su creatividad! Mientras que los inéditos pasamos años dedicados a lo mismo, trabajando duro, picando piedra, escribiendo sin detenernos, y sin  obtener nada a cambio.
            Llevo casi diez años soñando y ganándole horas al reloj para conseguir llenar mi mundo de letras y párrafos. He escrito siete novelas, algunos relatos y todas mis impresiones en este blog y no he conseguido ganar ni un euro, pero no por ello dejo de trabajar en mis escritos, aunque en mi caso tenga que trabajar en otra cosa para ganarme la vida.
            A excepción del año y medio que pasé en paro he trabajado toda mi vida y he encontrado tiempo, ganas e ilusión para seguir aporreando el teclado, para crear, para intentar ascender hasta ese cielo que se presenta en forma de quimera casi inalcanzable. ¡Y son diez años trabajando en la sombra! ¡Esperando una oportunidad! Así que se me hace inconcebible que alguien que ha llegado ahí, que ha conseguido que todas las horas de su día se dediquen única  exclusivamente a las letras, quiera dejarlo porque la piratería hace que no gane tanto como antes… ¡Quizás estoy equivocada!
            Lo que sí puedo afirmar sin miedo a errar es que un escritor nace con la necesidad absoluta de escribir, que por mucho que reprima ese arte y esa necesidad que lo alcanza en casi todos los estadios de su vida, la escritura es algo sin lo que no puede seguir respirando, es parte de su esencia, de su personalidad, de su propio cuerpo. Por eso todos los inéditos seguimos cada día la estela de nuestra esperanza, por eso no desistimos nunca, por eso seguimos al pie del cañón aunque no ganemos ni un triste euro, por eso nuestras creaciones siguen aumentando en las fauces de nuestros ordenadores y por eso seguimos soñando. ¡No podemos desligarnos nunca de la escritura!
            Así que ahora mismo voy a seguir con mi novela, a continuar con las desventuras de mis personajes, a llenar mi cabeza de mundos paralelos. Y mañana, cuando las últimas ascuas de 2011 se fundan en la llegada del nuevo año voy a desear ver mis libros en una estantería, conseguir acariciar esa quimera, vivir de mi arte… ¡Brindo por ello!
            ¡Feliz día!  

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¡Qué frío!!!!!!

11:47 Pat Casalà 0 Comments


            ¡Buenos días desde las montañas!!! ¡Qué frío hace!! ¡Pero qué bien se está delante de la chimenea escuchando el silencio sacro que se respira en este paraje apartado de la contaminación, el ruido y las prisas! Es un oasis de paz en medio de la cotidianeidad, un remanso donde el tiempo, las angustias y las prisas se diluyen entre la grata sensación de sosiego que transmite mi casa y sus alrededores. ¡Qué contenta estoy de haber venido!
            Todo y que he de admitir que no me gusta nada conducir el coche durante una hora y tres cuartos por la autopista primero y por una carretera de curvas después para llegar aquí. ¡Y es que ya lo sé! ¡Es absurdo que me guste conducir moto y no coche! Pero qué se le va a hacer, así soy yo, una miedica al volante…
            Sé conducir y no lo hago mal, pero mis emociones cuando estoy al volante son de lo más disparatadas, parece que esté dentro de una montaña rusa donde en momentos puntuales hay unos descensos empinadísimos. Encima siempre que un coche viene por el otro carril mi imaginación se dispara y ya me veo chocando…
            En las curvas siento cómo se me agarrotan todos los músculos. Los cuádriceps se me tensan, el estómago escala posiciones en el abdomen, contrayéndose de manera un tanto angustiosa, subo tanto los hombros que la cabeza reempieza a dolerme y en instantes puntuales casi tengo ganas de gritar: “ay, ay, ay”.
            Y es que cuando conduzco el coche por lugares nada habituales me siento un tanto insegura, aunque no tendría porqué. Y como mi marido tenía que quedarse en Barcelona trabajando tenía dos únicas opciones: o me quedaba en casa lamentando no haber subido a la Cerdaña o apretaba los dientes, subía al coche y emprendía el viaje… ¡Y decidí ser valiente!
            Aunque la mañana de hoy ha sido un completo desastre, jejeje… Me he despertado a las 6.46 para preparar los desayunos de los niños y el mío, los he despertado, he preparado la casa para que mi súper Roomba la limpiara mientras estábamos fuera, he puesto una lavadora, he cargado el coche y me he ido hacia las pistas.
            A las 8.40 hemos llegado a la parte de abajo del Puigmal (hay dos alturas y dos parkings). Antes de ponernos las botas le hemos preguntado a un píster si la estación de abajo estaba abierta y nos ha asegurado que sí, así que nos hemos puesto las botas, hemos bajado los esquíes del porta esquíes, los hemos cargado al hombro y nos hemos plantado ante el telesilla a esperar a las nueve en punto para que abrieran.
            Ya os imagináis qué ha pasado, ¿no? Pues el píster todavía debe estar riéndose, porque la estación de abajo estaba cerrada… Así que vuelve a sacarte las botas, vuelve a colgar los esquíes en el techo y vuelve a conducir hasta la parte de arriba. Y otra vez pon botas, saca los esquíes y vete al telesilla para subir a las pistas.
            ¡Por suerte esta vez estaba abierto!!!! Y nos hemos montado los tres con una sonrisa, aunque hacía un frío de mil demonios. Hay muy pocas pistas abiertas, así que nos hemos ido zumbando a coger el telearrastre que te sube arriba del todo para intentar disfrutar de aquella parte de la estación, pero a medida que ascendíamos un viento huracanado se ha ocupado de cortarnos la cara y de traernos miles de partículas de nieve. ¡Y las pistas de arriba estaban cerradas!
            Entonces ha sido decisivo: mi hijo mayor no ha parado de suplicar que nos fuéramos a casa y la niña le ha secundado. La verdad es que no me lo he pasado nada bien deslizándome por la nieve. El viento era tan fiero que me iba frenando y lanzando pequeñas gotas de nieve a la cara que impactaban como si fueran miles de agujas. ¡Qué frío! Brrrrrrr. ¡No sé ni cómo he logrado llegar abajo!
            Total, que hemos decidido volver a casa. ¡Se acabó el esquí hasta el año que viene (bueno, quedan dos días para eso)! ¡A ver si nieva!!!! Y hemos vuelto a sacarnos las botas, hemos vuelto a colocar los esquíes en el techo y hemos emprendido el camino a casa soñando con una ducha de agua calentita… ¡Y al llegar a casa descubrimos que no hay agua caliente!!!!
            He puesto la secadora, he encendido la chimenea, he enviado a los niños arriba a hacer deberes, he llamado a Mario, el señor que nos ayuda en el mantenimiento de la casa y me he aferrado a mi ordenador, para ver si las cosas mejoran. ¡Aunque estoy segura de que así será!!!
            Por suerte hace un sol magnífico y Mario acaba de llegar… ¡Así que cuando consiga que el calentador vuelva a funcionar me ducharé y me iré al banco de la carretera a colgar el post… ¡Y lo haré con una inmensa sonrisa! ¡Porqué estoy en las montañas! ¡Y seguro que todo saldrá bien a partir de ahora!
            ¡Un beso para todos! ¡Y pasad un día genial!

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Lecturas, aplausos e ilusiones

9:39 Pat Casalà 5 Comments


            ¡Buenos días!!La vida sigue su curso a pesar de las fiestas y los cambios constantes de tiempo. Los árboles muestran la desnudez propia del invierno, las calles se llenan de abrigos, gorros, bufandas y guantes. La nieve hace su aparición en algunos picos de las montañas, aunque este año escasea bastante. Las calefacciones están a plena potencia para protegernos de la gélida sensación que acompaña esta estación. Y nosotros seguimos avanzando inexorablemente en la senda de la vida, creciendo, madurando, dejando atrás unas etapas para introducirnos de lleno en unas nuevas.
            Estos dos días he estado leyendo el manuscrito inédito de una gran escritora. ¡Y me ha encantado! Cuando un libro me engancha necesito seguir leyendo constantemente, es como si las páginas poseyeran una droga que me consume y me produce una dependencia intensa. Si me separo de ellas mi mente continúa dándole vueltas y más vueltas a la historia, buscando respuestas a las miles de preguntas que suscita la lectura, intentando rellenar las lagunas que faltan, deseando saber qué sucede. Entonces he de dejar de hacer lo que sea para regresar a la lectura, para sumergirme en los mundos imaginarios de otro escritor, para acabar de ver la historia en todo su conjunto, para darle a mi mente la información que falta.
            Recuerdo cuando leí El Código Da Vinci. Quizás haya gente a la que ese libro no le gustó, pero a mí me enganchó tanto que dejé de dormir una noche para terminarlo. Cada vez que cerraba la luz para internarme en los mundos de Morfeo sentía esa necesidad imperiosa de seguir leyendo un poquito más, sólo un capítulo, algo que me ayudara a saber qué sucedía a continuación. ¡A las dos de la madrugada mi marido me mandó al salón! ¡Estaba harto de la luz que se abría y se cerraba constantemente! Entonces supe que esa noche no iba a conciliar el sueño si no terminaba la lectura.
            En uno de sus comentarios José Antonio indicaba mi tendencia a ser un poco extrema, y sí, le doy la razón, cuando algo me interesa me engancho tanto que me es muy difícil renunciar a continuar. ¡Así que el libro de María Martínez (el blog de Anxana, Web de María Martínez) me produjo esa dependencia! Me enganché a sus páginas, a la manera en la que estaba escrito, a los personajes, a las secuencias. ¡Y me encantó! ¡Y me lo leí en dos días! Así que desde aquí me gustaría felicitarla y desearle toda la suerte del mundo para que pueda ver su sueño realizado.
            He de admitir que encontrarme con una técnica tan pulida y perfecta en una novel me ha sorprendido gratamente y también me ha frustrado un poco (es que llevo tantos años intentando escribir así de bien…) ¡Pero estoy muy contenta por ella! Y de verdad que me encantaría volver a leer la novela en papel, comprarla y permitir que forme parte de mi biblioteca.
            En unos minutos emprenderé el viaje a las montañas. Me llevo conmigo el portátil y la ilusión de proseguir con la novela que estoy escribiendo. Porque cada vez que tengo vacaciones y dedico mi tiempo a leer, escribir y soñar sé que eso es lo que yo quiero, lo que deseo, lo que anhelo. Así que voy a seguir luchando para alcanzar mi propio sueño, para ver mis expectativas cumplidas, para alcanzar aquella meta que tracé de pequeña. ¡Aunque no lo consiga, nunca dejaré de intentarlo!
            Creo que en la vida se ha de caminar hacia delante, siempre con la cabeza erguida, siguiendo la estela de tus sueños e ilusiones, aparcando la amargura y la ansiedad, disfrutando de las alegrías que te proporciona el día a día y sin perder nunca de vista aquellos deseos que parecen inalcanzables. ¡Y no se puede dejar nunca de luchar!
            Así que me voy a las montañas con el portátil, cargada de ideas y de emociones, acompañada por mis sueños, cargada con una dosis positiva de energía, preparada para abandonar este año con optimismo y para recibir 2012 con esperanza, resolución y alegría.
            Mañana a lo mejor no puedo colgar el post hasta la tarde…. ¡Intentaré ir a esquiar!
            ¡Pasad un gran día!

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Las sombras II

9:19 Pat Casalà 4 Comments

            ¡Buenos días!! No me puedo ir a esquiar, mi hija sigue con fiebre… ¡Esperemos que mañana esté mejor y me pueda ir a las montañas!!! Así que por ahora nos quedamos aquí a pasar el día. Voy a ver cómo utilizo mi tiempo libre…. Me parece que me apetece mucho pasear, ver tiendas, gente, ambiente navideño,… ¡Ya os contaré! Vamos a seguir con el relato, ¡que ayer recibí muchas quejas por dejarlo a medias!

          …Elena sintió una descarga eléctrica en su mano izquierda. Era como si acabara de acercarla a un enchufe y toda la electricidad que moraba en la instalación se hubiera condensado en sus dedos agarrotados. Por el rabillo del ojo vio cómo la sombra mantenía sus brazos alzados frente al pecho, con aquellas palmas blanquecinas abiertas hacia abajo, lanzando su fuerza mortífera.
            La respiración de Elena se convirtió en unos jadeos roncos que se desprendían de su boca junto a las bocanadas de vaho. Su corazón se había revelado como un órgano exaltado que parecía querer danzar ante su mirada enturbiada por las lágrimas que la humedecían. El dolor de la mano izquierda era intenso, tan intenso que se le escapó un grañido de dolor mientras sus pensamientos buscaban frenéticamente una respuesta a aquel ataque.
            Desde niña había sabido que ese día llegaría, que ese instante que estaba viviendo formaba parte de su destino. Todas las señales de la profecía la habían señalado como la única capaz de albergar la pulsera en su muñeca derecha, como la elegida para acabar la lucha encarnizada que las sombras y las luces mantenían desde hacía más de diez mil años, cuando la harmonía en la Tierra se había roto por la confrontación entre dos hermanos.
            Pero Elena no sabía cómo iba a librar al mundo de esa batalla, nunca lo había sabido. No dejaba de ser una muchacha de veintitrés años con muchos sueños e ilusiones que pululaba por la vida buscando una respuesta a los miles de interrogantes que se le presentaban diariamente, a las preguntas que despertaba esa condición de elegida que la había mantenido alejada del exterior, siempre encerrada entre personas afables que intentaban prepararla para el instante que estaba viviendo. Pero ella seguía siendo una chica asustada, herida por la horrible muerte de su madre y angustiada por la falta de decisión que había demostrado.
            -¡No te muevas! -La sombra fregaba el suelo con unas zapatillas negras de suela de goma que se acercaban peligrosamente a una Elena paralizada-. ¿Cómo es posible que toda tu gente confíe en alguien tan insignificante como tú?
            Estaba a un centímetro de distancia, Elena podía oler su inconfundible aroma a incienso mezclado con aceites naturales, un olor que penetraba por sus fosas nasales para despertar un recuerdo que la abocaba a las lágrimas de dolor que habían despertado el día en el que Mario se había revelado como una sombra y le había confesado su amor en un recodo del jardín. Se habían amado en silencio, al amparo de las estrellas, sellando su encuentro con un adiós que significaba un para siempre, con la certeza de que a partir de ese día iban a luchar el uno contra el otro, de que llegaría el día en el que uno de los dos bandos ganaría la batalla y nunca podrían vivir su amor.
            De repente sintió una oleada de rabia invadiendo cada uno de los poros de su piel. Se miró la mano izquierda con una furiosa aceleración de sus sentidos y la obligó a moverse a pesar de los latigazos que lanzaba a través de sus terminaciones nerviosas. La sombra se había acercado tanto a ella que no tardaría ni dos segundos en arrancarle la pulsera, pero Elena no iba a permitirlo. Se irguió en toda su estatura y obligó a su mano izquierda a tocar el metal dorado para deslizarlo lentamente hacia la muñeca.
            La sombra se quedó quieta, con los ojos completamente cerrados y la respiración ralentizada al máximo. Dobló sus brazos frente al pecho y colocó las manos formando un cuenco en el que se concentraba una bola de luz energética.
            Elena supo que debía reaccionar, que si aquella bola la alcanzaba todo estaría perdido. Cerró los ojos y le suplicó a la pulsera que ocupara su lugar.
            Cuando la sombra empezó a bajar las manos para lanzar su ataque sobre Elena, la pulsera pareció obedecer a su dueña y se deslizó suavemente hasta la muñeca para ensamblarse con ella. El metal se adhirió a la piel convirtiéndose en una unidad, cada una de las figuras que colgaban de ella se tatuó en el brazo y Elena sintió cómo todo su cuerpo se llenaba de una energía cálida y revitalizante.
            -¡No! -gritó la sombra al comprobar cómo su bola se fundía entre sus manos-. Tu bando ha de ser erradicado, sólo así la oscuridad podrá apagar la luz hasta el fin de los tiempos.
            Pero era demasiado tarde, Elena había accedido al poder ancestral que se mencionaba en la profecía. A través del contacto con la pulsera cada uno de los átomos de su cuerpo se había transformado en un conato de luz que irradiaba a través de su piel morena y brillante. Parecía como si se hubiera convertido en una bola de luz incandescente que se iba propagando por todos los rincones de la estancia, alcanzando a la sombra, despojándola de sus ropas, llenándola de color, convirtiéndola en un ser de luz que abandonaba la oscuridad.
            El pensamiento de Elena estaba dividido. Recordaba demasiado bien las enseñanzas de sus maestras, las ideas que le inculcaron desde pequeña, el odio ancestral que existía entre los dos bandos. Pero también la bombardeaban los recuerdos de aquella noche con Mario, de los años en los que habían visto a hurtadillas en el jardín, de la alegría de estar juntos.
            Y su corazón emitió un veredicto, una decisión, una que nadie podría haber esperado de aquella niña asustadiza y cálida que no mostraba la frialdad propia de los participantes de la lucha. La luminiscencia de Elena se expandió, llenando cada rincón de la Tierra, uniendo a dos bandos rivales, inundando sus corazones de luz y de esperanza, consiguiendo que las últimas palabras de la profecía cambiaran y que el odio desapareciera.
             
            ¡Feliz día!!!

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Las sombras I....

9:21 Pat Casalà 5 Comments


            ¡Buenos días! Ya estamos acabando la primera maratón de las fiestas. Hoy nos queda la comida de San Esteban y se acabó hasta el sábado. ¡Qué pena! Con lo que me gusta reunirme con la familia para charlar, reír y pasarlo bien…
            Me gustaría deciros muchísimas cosas, explicar multitud de anécdotas y de ideas, pero me da la sensación de que tantos meses escribiendo cada día han conseguido que los temas se conviertan en una secuencia recurrente de lo mismo, es como si día tras día acabara hablando acerca de los mismos temas a pesar de buscar otras ideas para llenar los posts. Así que hoy voy a intentar algo nuevo, una historia corta y sencilla, ¡a ver qué os parece!
            …Era una noche oscura y lluviosa. El viento azotaba las ramas de los árboles que se veían a través de la ventana únicamente iluminados por las tres farolas que se extendían en la calle desierta y solitaria.
            Elena estaba aterida, empapada en un sudor frío y resbaladizo que se filtraba por sus poros exudantes, hecha un ovillo frente a la ventana, permitiendo que sus lágrimas resbalaran impunes por las mejillas y le llenaran la boca con un sabor salado.
            Miraba fijamente las ramas desnudas de los árboles, unas ramas que habían perdido hasta la última de sus hojas al inicio de ese crudo invierno que se había adueñado de las calles y de la mansión abandonada donde Elena se refugiaba de sus perseguidores, aquellos que la buscaban, que deseaban de una manera feroz la pulsera de su madre, una pulsera que ocultaba un gran secreto.
            Los jadeos roncos del miedo llenaban el silencio de la estancia. El vaho que salía disparado de la boca de Elena se condensaba en la fría atmósfera y calentaba un poco las manos que ella había puesto frente a la boca en un intento de recuperar un poco la movilidad. Su corazón aporreaba la caja torácica como si fuera un tambor insistente que repercutía en el cuello y dispersaba una cantidad anómala de adrenalina por su cuerpo.
            ¡Todo había sido tan rápido! Casi no había tenido tiempo de despedirse de su madre ni de rescatar la pulsera antes de emprender una huida desesperada. Desde el momento en el que su madre había bebido el licor y su mirada había sufrido un cambio repentino Elena había sabido que el destino la había atrapado, que aquel momento esperado había llegado, que debía correr, esconderse, seguir la senda escrita al inicio de los tiempos.
            En ese justo instante, mientras la vida de su madre se escurría entre espasmos intensos que le iban amoratando la cara, Elena había recuperado la pulsera de su escondrijo, había soltado su primera lágrima y había salido corriendo por los pasadizos secretos de su casa rumbo al caserón abandonado donde ahora se refugiaba mirando por la ventana en busca de cualquier atisbo de peligro.
            Allí escondida Elena se había deshecho en lágrimas de dolor. La expresión de su madre moribunda la acompañaba en esos momentos de angustia y desesperación, era como si la muerte de su querida y amada madre la acribillara a balazos en el corazón y la llenara de dolor y pena.
            Pero debía sobreponerse, necesitaba encontrar la fuerza para acabar con las sombras, aquellas sombras que la acosaban desde niña y que deseaban adueñarse del don que en unos momentos iba a despertar. ¿Cómo habían logrado envenenar el licor de su madre? La casa estaba protegida con encantamientos poderosos y su madre le había asegurado que podían celebrar su veintiún cumpleaños sin miedo. ¿Acaso su madre sabía lo que le esperaba? ¿Había algo que no le había contado?
            Elena no tenía tiempo de pensar en eso, en el exterior había vislumbrado la primera de las sombras que la acosaban. Era una figura alta y espigada, toda cubierta de negro, sólo con los ojos al descubierto y unas manos finas y blanquecinas que se movían entre los árboles.
            La pulsera todavía estaba en su puño, la agarraba tan fuerte que se le clavaba en la palma de la mano. Elena entendió que había llegado el momento, que debía ponerse esa pulsera y permitir que su don la poseyera, que debía seguir los designios de la profecía, que debía enfrentarse a las sombras para proteger al resto de la humanidad.
            Se enjugó las lágrimas, exhaló un profundo suspiro y abrió lentamente el puño. La pulsera era una simple cadena de oro de la que colgaban varias figuras diminutas. ¡Parecía mentira que un objeto tan insignificante contuviera un poder tan inmenso! Temblando, con los ojos cerrados, se deslizó la cadena por la mano derecha, pero justo antes de conseguir llegar a la muñeca percibió la presencia de la sombra
            -¡No voy a permitir que te la coloques! ….
            Es demasiado largo… ¡Mañana la acabo! ¡Feliz día!

           

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Abriendo regalos.... ¡Feliz Navidad!

10:09 Pat Casalà 0 Comments


           ¡Buenos días! ¡Y feliz Navidad! ¡Hoyva en serio, de verdad que ha llegado la Navidad a nuestros hogares!!! En la míallegó Papá Noel ayer por la noche cargado con un saco de regalos y esperanzas. ¡Yesta mañana a las ocho en punto mis hijos ya se han despertado ansiosos! ¡Y noshan levantado de la cama para abrir sus paquetes!
            ¡Mehace una ilusión verles las caras cuando descubren lo que hay dentro delenvoltorio!!! Es un día muy feliz para ellos… Aunque poco a poco van creciendoy sus ilusiones y vivencias cambian.
            Tambiénha venido un regalo muy especial para mí, ¡y no se me borra la sonrisa de lacara desde que lo he abierto!!!! Es que tengo un Papá Noel espléndido, uno delos mejores, ¡para no decir el mejor del mundo mundial!!!!
            Jajajajaja.
       Mehe pasado todo el año haciendo bromas cada vez que alguien me decía: “ay pat….”.Mi contestación siempre era la misma: “¡cómprame uno!” y me reía. Así que contanta guasa el Papá Noel se apuntó mis deseos y viola, mi paquete contenía un iPad chulísimo y que ahora estoydeseando toquetear… ¡Qué chulo!!! ¡Qué ilusión!!! ¡Qué marido más fantásticotengo!!!
            Asíque hoy voy a acabar de escribir y me voy a ir corriendo a descubrir las magníficasprestaciones de mi nuevo juguete. ¡Y me voy a pasar un par de horas enganchadaa él! ¡Y voy a seguir sonriendo hasta que me duela la cara y tenga agujetas! ¡Esque estoy tan contenta!!!
           Encuanto al regalo para mi marido… Yo le compré unos altavoces portátiles para eliPhone, porque le encanta escuchar música y me pareció un gran regalo. ¡Perocon la aparición del iPad en casa ahora los cambiaremos por unos altavoces queadmitan ambas cosas! ¡Parecemos unos locos de Apple!!!
         Ylos niños… ¡Pues este año Papá Noel les ha traído algunas cosillas que habíanpedido y los aparatos para la boca! Ya sé que no suena como un regalo demasiadoagradable, pero ambos estaban deseando que les arregláramos los dientes y nospidieron eso para Navidad, así que deseo concedido, la semana que viene nos vamosal dentista a iniciar la ortodoncia por petición expresa de mis hijos.
            Bueno,luego han caído unos pantalones de esquiar para el niño, junto a unos juegos dela Xbox, una carpeta para el cole, una sudadera de marca,….. ¡Vamos! ¡Que no seha quedado sin nada!
            Ya Irene le han traído un billetero (el último se lo robaron en el autobús), unestuche de Roxy para el cole, juegos de manualidades, pulseras, dos libros…. ¡Yun sinfín de cositas  para que abrierapaquetes! Es que en el fondo eso es lo que les gusta: abrir y descubrir qué haydentro de cada envoltorio.
            AunqueIrene se ha despertado malita, ¡tiene fiebre y me ha vomitado todo el desayuno!Así que va a ser una Navidad un tanto apagada para ella. ¡Y se está cumpliendola maldición de este año! ¡Los días de vacaciones no puedo mover de Barcelona!¿Por qué cómo me voy a ir a esquiar con la niña enferma? Así que ya me veo en casa,compuesta y de vacaciones…
            ¡Perocon mi iPad nuevo nos lo pasaremos en grande las dos! Nos estiraremos en lacama cada mañana y toquetearemos la pantalla. Suena chulo, ¿verdad? ¡Y ya nos iremosa esquiar para fin de año! ¡Y si no lo haremos otro fin de semana! En realidadlo importante es estar todos juntos y disfrutar de los días de descanso enfamilia.
            Hoyvamos a ir a casa de mis padres a celebrar el día con mi hermana y mis tíos. ¡Ynos lo vamos a pasar genial!!! Ayer cenamos en mi casa, hice un capón rellenocomo cada año y fue un éxito total. Y mañana toca irnos a un restaurante conlos tíos de mi marido, sus padres y uno de sus hermanos con su familia. ¡Qué díastan intensos!!!
            ¡Osdeseo una feliz y magnífica Navidad! ¡Y me encantaría que a los pies de laentrada se sucedieran las listas de vuestros regalos!!!! Es que ya sé que dijeque lo material no importa, pero siempre hace ilusión que se acuerden de ti.
            ¡Pasarlosúper bien!

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¡Un brindis por Nochebuena!

9:09 Pat Casalà 4 Comments


            ¡Buenos días!!!! ¡Llegaron los días de fiesta y celebración! Aunque la mayoría ya llevemos un carretón de cenas, celebraciones y encuentros…. Pero hoy empiezan los días oficiales de festejar en familia, así que toca ir a la peluquería, preparar la cena y prepararse para reír y divertirse. ¡Todo lo malo se queda en la puerta esta Navidad!
            ¿Qué me habrá preparado el papá Noel de sorpresa? ¿Cuál será mi regalo?? ¡Uff, qué nervios!!!! Si os digo la verdad me encanta lo de los regalos, recibir lo que sea si se ha pensado con cariño, ¡así que ya os contaré si me he portado bien y mañana me deja algo bajo el árbol!!
            Me encanta estar delante del ordenador para contaros cosas, es como compartir un poquito de mí con el papel, con las personas anónimas que me leen, con la blogosfera en general. ¡Es gratificante saber que vale la pena hacer el esfuerzo de despertarse pronto, encontrar un tema y darle forma!
            La escritura es algo mágico, a través de las palabras podemos contar sensaciones, instantes, emociones, tristezas, alegrías,… ¡Leer es algo increíble cuando el autor consigue transmitirte las imágenes y los sentimientos a través de las letras impresas! Es un viaje de no retorno al país de Nunca Jamás, un país donde todo es posible, donde vives aventuras sin levantarte del sofá, donde conoces a unos personajes y los moldeas en la imaginación, donde ríes o lloras con ellos…
            Así que el primero de mis deseos para Navidad es no perder nunca esas Musas que me acompañan desde pequeñita, no renunciar jamás a la imaginación que puebla mi mente hiperactiva, no abandonar jamás el sendero de la escritura. ¡Y sobre todo que nunca me abandone la ilusión de escribir!
            Hace poco sólo me importaba el poder compartir mis escritos, ahora ya nadie me pide las novelas para leer ni yo le insisto a las personas de mi entorno para ello, empieza a darme igual, porque tengo este trocito de la Web para mí, un lugar donde las frases se convierten en un vehículo para llegar directamente a los lectores que deseen leerlas y con ello cumplo de sobras mis expectativas de compartir mi creatividad.
            ¡Aunque sigo pidiéndole a Papá Noel un regalo especial! ¡Uno de esos que tardará en llegar! De hecho le pido que lo adelante un poquito, que lo acelere, que me permita disfrutarlo en algún momento de 2012, que se acuerde de mí. Porque me encantaría cumplir mis sueños.
            Estoy un poco espesa hoy, ¿verdad? Es que dos días seguidos de cenas y trasnochar pasan factura… ¡Qué ya no tengo veinte años! Bueno, mañana voy a estar un poco más entera…. ¡O como mínimo eso espero!
            Voy a enviaros a través del blog muchos besos, abrazos y alegrías. Quiero sonrisas, ilusión y muchas charlas al amparo de la Nochebuena, un brindis con cava por las cosas positivas que dejamos atrás y otro por las que vendrán, unos momentos de alegría compartida, unos instantes de felicidad sin pensar más que en el presente…. ¡Y lo quiero para todos vosotros!!!
            ¡Así que pasad un gran día, una feliz Nochebuena y comed mucho!!! ¡Desde aquí brindo por todos vosotros! J J J

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¡Qué pronto es!!!

7:17 Pat Casalà 2 Comments


¡Buenos días! Hoy es mi último día de trabajo hasta el año que viene y me irá muy bien el descanso. Aunque no he sabido si podía cogerme estos cuatro días hasta el último momento. ¡Es que hay tantísimo trabajo!
            Pero como en verano no acabé de hacer todos los días que me tocan y estas últimas semanas he ido de bólido, pues me voy a tomar el último descanso del año para empezar 2012 con una energía brutal.
            Hoy he vuelto a despertarme pronto, ¡y eso que me fui a dormir a las 2!!! Supongo que queda bastante claro que mi cabeza no quiere asentarse en la almohada demasiadas horas seguidas y que tiene la inquietud de seguir trabajando a trescientos por hora durante el máximo de tiempo posible.
            Evidentemente mi personalidad influye en el insomnio, pero también hay una parte fisiológica que está ahí y que los médicos diagnostican como algo que en estos momentos no tiene solución ni farmacológica ni de ningún tipo.
            Cuando la doctora me explicó que no tengo una buena estructura del sueño y que pertenezco a un colectivo reducido de personas que tienen este mismo problema se me cayó el alma a los pies. El cerebro es un ente desconocido en su mayor parte y hay procesos cerebrales que no se sabe muy bien cómo van. ¡Pero hay que aprender a ser feliz con lo que se tiene!
            Lo mío es pasar por todas las fases del sueño correctamente hasta que me encallo. En la fase profunda no sé qué más (es que no me acuerdo de la terminología), que es la que nos permite descansar, mi cabeza se desenchufa rápidamente y se despierta, no consigue mantener esa fase tan necesaria. ¡Y encima mi rimo circadiano dicta que a las seis como mucho esté despierta! (Hoy ha decidido que fuera a las 6 en punto a pesar de la hora a la que me fui a la cama, ¡qué se le va a hacer!).
            Queda bastante claro que es algo hereditario, pues mi abuela ya era así, y algo físico, de bebé mis padres fueron unos santos, ¡no dormí mínimamente bien hasta los seis años! ¡Y entonces también me despertaba miles de veces durante la noche! A partir de ahí fui trampeando y en algunas épocas de mi vida he conseguido una calidad de sueño muy digna.
            Cuando empecé a escribir, después de años y años de intensa lectura, preparación y anhelo, fue un shock para mi cerebro. Mi intensidad en la escritura fue total y absolutamente devastadora para mi sueño. Dejé literalmente de dormir. Me pasaba quince o veinte días durmiendo unas pocas horas, arrastrando unas ojeras de tres palmos y un cansancio increíble. Pero yo seguía dándole a las teclas, esperando a ver mis sueños cumplidos, documentándome, trabajando fuera de casa, dentro, con los niños pequeños, el gimnasio,… ¡Seguro que el aumento exponencial de mi actividad cerebral disparó el insomnio latente al límite de las cotas superiores!
            Pero como siempre he sido luchadora busqué la manera de salir de esa espiral angustiosa y de volver al redil de unas noches lo más largas posible. ¡Y sin fármacos! Bueno, para ser sincera, los fármacos o no me hacen efecto o me dejan tan KO que al día siguiente no funciono.
            ¡Y lo logré! Todo y saber que lo mío no tiene solución, aprendí a vivir con ello y a rebajar la intensidad de mi actividad cerebral por las noches, a dormir más días y con mayor calidad, a aceptar que hay noches en las que no hay manera, pero que ya vendrán otras mejores y a caminar por la vida con una sonrisa, aunque mis ojeras lleguen al suelo.
            Decidí que no iba a quedarme llorando por los rincones, que no iba a desmoronarme ni a renunciar a nada. ¡Así que apreté los dientes y continué sonriendo! Y cada día hago lo mismo que me impone la rutina sin perder la ilusión ni las ganas de levantarme. ¡Hay días que incluso me mareo en la clase de baile! Pero yo sigo ahí, bailando, dándolo todo, aparcando los días oscuros.
            Bueno, ahora me toca ir a trabajar. ¡Feliz día!!!

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Haciendo balance

7:17 Pat Casalà 4 Comments


           ¡Buenos días!!! ¡He sobrevivido al principio de la maratón!!! Jajajaja, aquí estoy dispuesta a otro asalto con las palabras, a ver si los días van sumándose con tranquilidad… ¡Aunque mañana además de la cena me ha salido una merienda! No sé, creo que después de estas navidades voy a necesitar una larga temporadita de régimen.
            Hoy toca una comida de empresa y una cena con las amigas y uno de mis profesores de baile. La comida será divertida, con amigo invisible y todo. La cena también estará genial, aunque no puedo precisar cómo quedará mi estómago el viernes, cuando llega mi sobrino de Canadá y me han invitado a recibirlo y luego me queda la cena con los amigos en un restaurante que todavía no han definido… ¿Creéis que podré cenar algo en Nochebuena?
            Os dije que iba a hacer balance de las cosas buenas que me han sucedido este año. Ayer os comenté dos de ellas, pero me dejé una muy importante: a través del blog y de Internet he conocido a gente maravillosa, gente con buen corazón, con ilusiones parecidas a las mías y con una manera de ser que me ha ayudado a volver a creer en las personas.
            Nunca pensé que el mero hecho de permitir que las frases compusieran posts con un trasfondo personal pudiera acercarme a gente tan diversa y encantadora, a otros escritores en espera, a algunos anónimos que me han enviado incluso mails personales, a antiguos conocidos que resurgen de las cenizas, a personas con una energía y unas ganas de vivir fabulosas.
            En el fondo sé que este blog no existiría sin todos vosotros, sin algunos ojos que ahora lo estuvieran leyendo, sin los comentarios que a veces escribís aquí abajo, sin vuestras sonrisas, sin vuestra presencia. Y si alguna vez me pregunto si vale la pena madrugar tanto para no perder la costumbre de preparar la entrada siempre prevalecen las cincuenta o sesenta visitas que cada día tengo. ¡Ellas me dan fuerza para continuar aporreando el teclado y soñando con un día en el que un libro mío aparezca en una estantería!
            Y… siguiendo con el balance del año, y dejando aparte los balances de las empresas que llevo (jajajaja, se ve que últimamente mi vida se llena de balances de todo tipo), he de mencionar a mi familia, porque tengo una familia maravillosa, una que me apoya, me escucha y está ahí cuando la necesito. ¡Y eso es grande!
            Aunque una parte negativa de 2011 sea la absurda y surrealista muerte de mi cuñado, nuestra familia ha permanecido unida, haciendo una piña, intentando encontrar la manera de ayudar a mi hermana, comiendo cada domingo juntos, hablándonos, dándonos fuerzas los unos a los otros.
            Tanto mi familia directa como mi familia política son un activo en mi vida, uno del que siempre me voy a sentir orgullosa. Mis hijos son increíbles. A pesar de que uno está en la adolescencia y la otra la roza, de las pequeñas discusiones y de la necesidad de educar, me siento afortunada de tenerlos, de verlos sonreír, de descubrir cómo crecen a mi lado, de ser su compañera en la vida.
            Y también debo mencionar a mi marido. Una persona que siempre ha estado ahí, que siempre ha creído en mí y que siempre me ha animado a seguir la estela de mis sueños, a trabajar duro para superar los escollos, a no desfallecer y a seguir el camino hacia la cima.
            ¡Y a mis amigas! Sin ellas no podría reír tanto como lo hago ni cotillear ni hablar (es que a mí me gusta muchísimo hablar) ni pensar que tengo a gente al lado que me quiere como soy, sin subterfugios ni apariencias… ¡Todas ellas son fenomenales! ¡Incluso con las que sólo me relaciono vía mail porque están lejos!!!
            ¡Me estoy poniendo sentimental! Bueno, hay un montón de cosas positivas por las que sonreír y buscar una ilusión. Así que os invito a coger una hoja de papel y empezar a escribir una lista de todo lo bueno que os ha sucedido este año, a que hagáis ese balance que he hecho yo, a que os deis cuenta de que vamos a dejar atrás un año con muchas cosas buenas para empezar otro que también se llenará de alegrías.
            ¡Pasad un gran día!

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Un poquito de todo...

7:17 Pat Casalà 1 Comments

             ¡Buenos días! Hoy empieza mi maratón particular de comidas, cenas y eventos… ¡Me había equivocado de día y un poco más ayer me voy al teatro a ver a mi niña para encontrarlo vacío! ¡Y es que la función es hoy! Bueno, al menos me enteré a tiempo y así pude ir a comprar el regalo que me faltaba….
            Hoy sí toca ir al teatro de La Salle Bonanova a ver cómo mi hija actúa. ¡Ya hace sexto! ¡Madre mía! Me parece que era ayer cuando la sostenía en brazos por primera vez… ¡Cómo pasan los años de rápido! Cuando miro a Irene o a mi hijo mayor me doy cuenta del avance del tiempo y de las muchas cosas que ya he vivido. ¡Si a veces parece que han pasado de bebés a adolescentes en un segundo!
            El año que viene ya irán los dos al mismo colegio de secundaria y dejaremos atrás la primaria, con toda la tranquilidad que ofrece… ¡Es que ahora que Álex está en segundo de ESO no podéis imaginaros cómo lo aprietan! Pero es lo que debe ser, porque si no en el futuro no sabría enfrentarse a picos de trabajo ni a la vida laboral de una manera productiva. ¡Así que el año que viene toca entrar a la niña y luchar para que los dos se saquen los cursos!
            ¡Gracias José Antonio por las sugerencias! La verdad es que me cuesta un poco abracarlo todo, pero con un poco de planificación y ganas logro encajar las actividades que deseo realizar en toda la jornada. ¡Pero luego por la noche no aguanto ni un capítulo entero de la serie de turno! ¡Ayer me dormí en mitad de El Mentalista! ¡Y piensa que esa serie me encanta!!!
            Es que ahora tengo una montaña de trabajo que sacar adelante y si a eso le sumas el blog, el baile, la escritura, los niños y la intendencia de la casa, pues puedes imaginarte lo rendida que llego a la noche. ¡Pero la verdad es que estoy contenta con todo ello! ¡Suerte que tengo tantas cosas que hacer y tantas por las que vivir feliz!
            En cuanto a las sugerencias de los nombres, a mí me gusta Thanos para Isaac y Kara para María, ¿os parece bien? Si decidimos cambiarle el nombre a Isaac tendré que reescribir su nombre en todas y cada una de las entradas en las que sale, pero si por mayoría aplastante se decide el cambio me comprometo a arreglarlo lo más rápido posible. ¡Así que votad aquí abajo!!!
            Quedan apenas diez días para dejar atrás este año 2011 y ha llegado el momento de hacer balance de los doce meses anteriores. ¡Me gusta reflexionar sobre la vida del último año cuando está a punto de extinguirse! Y siempre procuro pensar en lo que tengo para alegrarme, porque de que me serviría lamentarme por lo que no tengo…
            Pues bien, hoy voy a empezar a darle vueltas a todo lo positivo del año. ¡Lo primero que se me viene a la cabeza es el blog! ¡Está siendo una experiencia maravillosa! Por eso me levanto pronto cada mañana e intento componer una entrada con cara y ojos… Recuerdo cuando le daba vueltas a la posibilidad de abrir el blog y me decía a mí misma que sería incapaz de encontrar temas de los que hablar cada día, ¡y eso me frenaba! Hasta que un día me dije: “voy a lanzarme, por probar no pierdo nada” ¡Y empecé La Aventura de Crear Mundos Paralelos! ¡Y aquí estoy! Escribiendo cada mañana con entusiasmo y muchísima ilusión.
            Mi segunda cosa positiva es haber encontrado trabajo. El año pasado por estas fechas estaba muy angustiada y no sabía qué iba a ser de mi vida. El sueño de las novelas estaba ahí, pero nunca se concretaba y los años iban sumando en su haber sin avanzar demasiado con la agencia ni con nada relacionado con la escritura. Y la verdad es que con lo metódica que soy no podía vivir sin ver un futuro claro. ¡Y llegó el trabajo! ¡Y mis compañeros! ¡Y la ilusión de pensar que mis esfuerzos se veían recompensados! Porque con las novelas llevaba muchos años esforzándome y seguía sin avanzar demasiado… ¡Así que le doy las gracias al destino por concederme esta oportunidad!
            Y hasta aquí puedo leer… Jajajajaja. ¡Mañana os explico más cosas! ¡Pasad un día súper genial! 

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Isaac y Kara (la trama 40)

7:27 Pat Casalà 4 Comments


            ¡Buenos días! ¡Qué frío hace! Parece que el descenso brusco de temperaturas de estas últimas horas nos haya cogido a todos desprevenidos. El viento es gélido, la atmósfera está cargada de aquel silencio extraño que envuelve el invierno y la necesidad de abrigarse ha llamado a nuestra puerta de repente, sin aviso, con una caída del termómetro.
            Caminar por la calle se ha convertido en una odisea contra el frío y el viento. Las personas se visten de invierno, con  parkas, abrigos, guantes y bufandas y las mejillas se arrebolan al recibir la gélida caricia del aire.
            Hoy toca continuar con Los Cofres del Saber. Aunque las visitas de estos últimos tres días han sufrido el mismo efecto que los termómetros de la ciudad y parece que entran en zona de congelación, voy a seguir escribiendo…
            …La vida en la montaña se había convertido en una creciente felicidad. María era una persona dulce, agradable, bonita, perfecta… La había conocido aquel día lejano en el que se estaba lavando en el río y presintió compañía, aquel día en el que conoció a toda una familia de nómadas que caminaban a merced del viento, que erraban por la vida en busca de un refugio donde resguardarse del mal.
            No dudó en acogerles en su pequeño mundo, en darles cobijo, en construirles una casa de juncos de árbol en la que poder resguardarse de la lluvia, la nieve y el aire gélido que azotaba esos parajes en invierno. Y ellos le regalaron la alegría de vivir, las historias acerca de un mundo que sólo había conocida a través de sus viajes con la mente.
            Llevaban ya dos años allí con él. Al principio le había costado un mundo adaptarse a compartir su espacio, sus costumbres, su soledad, pero la presencia de la cálida María, sus ojos negros brillando en la penumbra, su tez bronceada, sus facciones delicadas esgrimiendo muecas de felicidad, sus sonrisas que iluminaban hasta la más triste de las hojas obraron un milagro en el corazón de Isaac.
            El muchacho no pudo evitar leer el pensamiento de todos los miembros de la familia, descubrir sus más íntimos secretos, aquellos que hablaban de la despiadada sed de sangre de su señor, uno que había deshonrado a María y le había hecho un daño irreparable en el corazón.
            La familia había logrado escapar gracias a la colaboración de todos los esclavos de palacio y habían corrido a refugiarse en esas montañas tan apartadas de su mundo sin parar de caminar durante muchas jornadas. Y en aquellos días de peregrinación hacia una salvación incierta, la libertad de la que gozaron les ayudó a deshacerse de las cadenas de la esclavitud para abrazar la vida en soledad.
            Para ellos haber encontrado a Isaac había sido una bendición del cielo, una señal de que su Dios los había conducido a un lugar seguro donde aquel monstruo jamás los encontraría.
            El cuerpo de María estaba lleno de señales de dolor, torturas y maldad. Las huellas de aquel hombre que la había poseído a la fuerza poblaban cada rincón de su piel, mostrando al mundo su dominio absoluto sobre ella, avisando acerca de la maldad que llenaba el corazón y la mente de un monstruo.
            Isaac supo desde el primer instante en el que posó su mirada en María que llegaría un día en el que se enfrentaría al causante de su tormento, que ella no descansaría en paz hasta que su torturador no fuera condenado a vivir entre los muertos y que la tarea de enviarlo al más allá le correspondía a él.
            El amor entre ambos se forjó despacio, con largas conversaciones al amparo de las estrellas, baños callados en el río, caminatas alegres entre los árboles que se convirtieron en testigos mudos de sus besos robados, de sus caricias, de sus anhelos.
            Una noche de junio María se entregó a él, le ofreció su cuerpo, su vida, su esencia y su corazón. Fue una noche mágica en la que Isaac descubrió la grandeza de amar a una mujer, la alegría de sentirla entre sus brazos. Y esa misma noche la semilla del muchacho se instauró en el vientre de María para concederles el don de la descendencia… 
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Una semana más....

7:17 Pat Casalà 3 Comments


            ¡Buenos días! Empezamos otra semana con la mayor de las alegrías y una gran energía para acompañarnos en los últimos días antes de la llegada de la Navidad. ¡Ya tengo la casa decorada! ¡Y todos los regalos comprados, envueltos y preparados para irse a las manos de sus propietarios! ¡Qué ganas tengo de ver sus reacciones!!!
            Esa es para mí la magia de la Navidad: regalar objetos que encierren algún sentimiento, que alegren la vida a las personas que tenemos alrededor, que les ayuden a cumplir alguna de sus ilusiones. Aunque a veces cumplir estas premisas sea difícil…
            Y, como no, también me encanta dar vueltas por mi ciudad, caminar por las calles iluminadas, escuchar la música que ambienta algunos lugares, ver los disfraces navideños que inundan las tiendas y disfrutar con las decoraciones con las que se visten muchos escaparates.
            No es la fiebre consumista lo que me impulsa a salir a la calle a remover cielo y tierra para encontrar el preciado tesoro que hacer llegar a las manos de mis familiares, es más la esencia de descubrir las ideas que han aterrizado en las estanterías, los cachivaches que las llenan con su callada manera de anunciar los adelantos que nos invaden. Evidentemente algunos son útiles y otros no dejan de ser meros instrumentos para vaciar los bolsillos, pero siempre se aprende algo nuevo al verlos.
            La verdad es que me espera un maratón de semana, así que voy a intentar no fallecer en el camino…. ¡Aunque todo lo que me viene por delante me hace muchísima ilusión! Los primeros tres d´çias de la semana tengo una acumulación de trabajo que no me va a permitir ni respirar. El martes tengo la función de mi hija en el colegio, el jueves una comida de empresa y una cena con las amigas, el viernes otra cena con unos amigos y el sábado ya es Nochebuena, ¡así que a cocinar! Si a eso le sumo la comida de Navidad y la de San Estevan, ¡casi voy a necesitar un globo para desplazarme el día 27! ¡Es que no sé si voy a pesar demasiado como para levantarme por mi propio pie!
            Todos tenemos cantidad de celebraciones, comidas, cenas y alegrías esta semana. Se trata de vivir al máximo estos momentos de felicidad y cercanía con los nuestros, de disfrutar de cada conversación, de cada instante, de cada segundo y permitir que la esencia misma de las fiestas nos alegre el corazón.
            Vamos a intentar aparcar las angustias y las penas por unos días y a compartir la alegría con nuestras familias y amigos, así cogeremos fuerzas para iniciar un año 2012 con un montón de energía positiva. ¡A ver si este año todo se arregla para todos!
            Tengo muchísimas esperanzas puestas en este nuevo año, algo me dice que va a ser grande para todos, que vamos a encontrar nuestros caminos y que el sol va a brillar otra vez. ¡Tarde o temprano esta maldita crisis ha de terminar!
            Me encantaría lanzar un globo sonda de optimismo para aquellas familias que lo están pasando mal y alegrarles un poquito, a ver si esta Navidad pueden disfrutar de reunirse con sus allegados y entre todos logran componer una estampa perfecta.
            Si en una familia hay alguien con dificultades seguro que uniendo esfuerzos se puede celebrar una gran comida navideña. Si cada uno de los miembros de esa familia aporta su granito de arena se puede lograr algo mágico, una comida perfecta, unas horas de ilusión, felicidad y alegría.
            Y… ¡Me estoy repitiendo! ¡Debe ser el espíritu navideño y la película ñoña que vi ayer! Bueno, mañana continuaremos con Los Cofres del Saber, que ya va siendo hora de avanzar con la historia, y hoy casi lo voy a dejar aquí, que está visto que la inspiración me ha abandonado…
            ¡Así que me voy a trabajar!!!

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Mi lista de regalos

10:27 Pat Casalà 0 Comments


            ¡Buenos días! El domingo se despierta con intensas sensaciones tras unos sueños increíbles. Parce que mi cabeza no se resigna a retener las novelas y me bombardea con ellas mientras duermo. ¡He vivido una súper aventura de Pam! ¡Y parecía tan real!
            Esperemos que las cosas vayan asentándose y recupere el tiempo para teclear, que entre trabajo, compras y decoraciones casi no he tocado mi ordenador pequeño. ¡Además estoy en un capítulo que me está costando muchísimo!
            Ayer compré regalos estupendos, de esos que tienen alma y ayudan a componer sonrisas en todos los rostros ajados que encuentro en el camino. ¡Espero ansiosa el día de Navidad para ponerlos bajo el árbol! ¡Y para ver sonreír a la gente que quiero! Eso es un gran regalo para mí.
            La atmósfera que no acompaña este año es densa y cargada. A medida que escruto los rostros de las personas que circulan por la calle, sentada en un banco o caminando entre ellos, me doy cuenta de la crispación, los nervios y la destemplanza que nos acompaña. Es como si esta maldita crisis se estuviera llevando la capacidad de vivir con ilusión.
            Quizás llevamos demasiado tiempo dándole importancia a los regalos materiales, a la cantidad de dinero que cuesta uno en concreto, sin pararnos a pensar en nuestras necesidades reales, en lo que de verdad vamos a usar, en nuestras prioridades absolutas.
            Muchas veces se desea algo con fervor porque creemos que nos va a conceder un trocito de esa felicidad que buscamos desesperadamente, pero cuando lo tenemos entre las manos sólo nos concede unos instantes de ilusión que luego se desvanece al desear otra cosa aún mejor.
            Es como si nos hubiéramos convertido en máquinas programadas para desear y no gozar de la consecución de los deseos, como si la facilidad con la que logramos muchas de las cosas en la vida nos hiciera pensar que todo es sencillo, que con sólo desear se puede obtener. Y eso es algo que debemos cambiar, porque muchas veces se ha de luchar con uñas y dientes para lograr algo y se ha de aprender a valorarlo de otra manera y, sobre todo, se ha de aprender a alargar la ilusión de haberlo conseguido.
            A medida que pasan los años voy aprendiendo a no pedir ni necesitar cosas materiales, así que mis anhelos se concentran en ilusiones, sueños y esperanzas. Eso es lo que yo pido: tener a mi familia al lado, verlos sonreír, sentir y vibrar; estar con mis amigas y amigos, que me quieran por lo que soy y nunca por lo que crean que aparento, que sean felices, que pasemos buenos ratos, que seamos capaces de reírnos juntos,…; caminar por la vida con una mochila cargada de ilusiones, unas que puedan convertirse en esperanzas y que algún día puedan cobrar forma.
            ¿Y por qué no pedir unos sueños multicolores? ¿Por qué no pintar nuestra vida con un  arco iris que irradie luz y felicidad? ¿Por qué no abandonar la tristeza y la ansiedad que produce el querer más y concentrarnos en vivir lo que tenemos? Siempre he creído que ese es el camino. Ya lo decía mi abuela: “no es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita”.
            Así que yo ya le he pedido la lista de deseos a Papá Noel, una donde la luz sea lo que ilumine a los míos y a todos los que la necesiten, que encuentre la manera de hacer llegar un trocito de esperanza a cada uno de los corazones que laten en este mundo y que quizás por un día todos podamos encontrar la manera de sonreír a la vez.
            A ver si la magia de la Navidad me ayuda a lograrlo….
            ¡Pasad un gran día!

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Regalando ilusión...

10:59 Pat Casalà 7 Comments


            ¡Buenos días!!! El sol parece que vuelve a acompañarnos en una jornada donde el viento ha barrido todas las nubes del cielo con su porte altivo y arrogante, soplando con fiereza toda la noche y emitiendo un silbido susurrante que anunciaba su dominio imperturbable.
            En mi interior también sopla ese pequeño huracán. Es como si vapuleara cada uno de mis sentimientos y fuera despejando las nubes que no me dejan ver el horizonte, aquellas que se vuelven opacas en algunos momentos. Puedo escuchar sus envistes internos y vislumbrar cómo arrasa los rincones negruzcos para permitirle al sol reinar y concederme una sonrisa como la que ahora se asienta en mi cara.
            ¡Es fin de semana! ¡Y uno de los más maravillosos del año! Ya os dije que me encanta salir a comprar, ¡y si encima puedo gastar!!! Y es que me toca la tarea de terminar las compras navideñas, de caminar por la calle mirando escaparates, entrando en tiendas, buscando entre miles de cosas y decidiéndome por las que más se ajustan a la persona a la que van destinada.
            ¡Es tan mágico ver los rostros de felicidad cuando alguien abre un paquete y le gusta lo que has elegido con mimo e ilusión! En esos instantes valen la pena los desvelos y las vueltas que has dado para encontrar el regalo idóneo, para sorprender, para alegrarle el día…
            Es igual el valor material de lo que regalas, a veces es más importante el camino que te ha llevado a decidirte por ese regalo en concreto que el dinero pagado por él. Para mí lo importante siempre es el alma del objeto, la ilusión con la que se ha entregado, las ideas que han envuelto a la persona que me lo ofrece, la emoción que palpo en ella al ir destapando lentamente esa sorpresa…
            Así que esta mañana y esta tarde me pasaré las horas que hagan falta para rebuscar entre los millones de objetos e ideas que pueblan las tiendas para encontrar los regalos perfectos que depositar debajo del árbol la semana que viene. ¡Es que queda una semana para Navidad!
            ¡Y también he de poner el árbol en casa! ¡Y adornarlo! ¡Y pensar en el capón relleno que preparo en Nocvhebuena! ¡Y en el aperitivo! ¡Y en todo lo que envuelve esa mágica noche! Si os digo la verdad pienso un poquito en Pam (la protagonista de La Baraja)… ¡Es que esa noche mágica cambia su vida!… ¿Podría cambiar la mía también? ¿Y podría Papá Noel traerme el regalo que deseo desde pequeña? ¡Eso sí que sería mágico! ¡Pero con vuestras sonrisas me voy a conformar!
           Ayer fue la cena de Navidad de una de mis empresas. Las voy a llamar así porque es como las empiezo a sentir. ¡Y en parte a mí me correspondió la tarea de organizarla! Encontré un restaurante genial, con un menú perfecto y fue una cena muy agradable.
           Lo mejor de las empresas en las que trabajo es la gente que las forman, ¡son geniales! Comprometidos, solidarios, alegres, agradables,… ¡Es un lujo trabajar con personas así! O sea que a ver si el destino me tiene reservado mucho tiempo para estar ahí,…
            ¡Hicimos un amigo invisible! ¡Y fue divertido! Todos los regalos estuvieron pensados, medidos y muy acertados. ¡A mí me regalaron un libro de los misterios de la ciencia! Con esto de los mundos paralelos a mi amigo invisible le pareció que cuadraba conmigo… ¡Ya os contaré! ¡Parece un libro interesante! ¡Uno para unir a mi colección particular de fuentes de inspiración!
            ¿Y sabéis lo que más me gustó? Me dijeron que yo daba un poquito de alegría a la oficina… ¡Eso es un gran regalo para mí! Es que ya sabéis cómo me gustan las sonrisas ajenas,…
            ¡Y ahora me voy a duchar! ¡Que las tiendas me esperan!
            ¡Feliz día a todos!

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Sentimientos....

7:07 Pat Casalà 3 Comments


             ¡Buenos días! Tras unas entradas de peticiones, deseos, regalos y realismo quiero hablar acerca de los sentimientos, de aquellos que no logramos dominar y que nos impulsan a ver la vida de una manera y a vivirla a veces distinto de cómo nuestra razón la descubre.
            Estos últimos días varias personas que se han aficionado a leer mi blog me han comentado que mis escritos son muy emotivos, muy visuales en cuanto a sensaciones, que transmiten un estado de ánimo, una ilusión, un dolor o un sentimientos concreto, incluso hay una chica que va apuntando en un gráfico mis vaivenes y tiene una curva muy interesante sobre mi manera de sentirme por las mañanas…
            Me he quedado pensando acerca de ello, de cómo se puede lograr que las palabras destilen emociones, que puedan mostrar algo tan difícil como mi forma de encarar la jornada cada mañana.
            Y sí, es cierto, tengo algún que otro traqueteo emocional, quizás deberíamos aprender a mirar el día que se nos abre con perspectiva y no dejarnos atrapar por los sentimientos rebeldes que nos invaden lentamente, pero la lucha de la razón contra la emoción es un círculo sin fin.
            ¿Quién no ha actuado nunca en contra de lo que pensaba? ¿Impulsado sólo por un deseo, una atracción, una necesidad, una ilusión? ¿Quién no ha aparcado en momentos puntuales sus razonamientos para perseguir una quimera? Son pocos los que pueden contestar que nunca. ¡Y la verdad es que dejarse llevar por los sentimientos es algo mágico! Aunque a veces acabe mal.
            Mientras escribo estas palabras yo siento fluir mi inspiración por cada poro de mi piel, es como si las Musas se dedicaran a disparar unas cosquillas en el estomago, una respiración un poco más acelerada, un pequeño zumbido en las orejas y una sonrisa que se me instala en la cara para demostrar que todo mi cuerpo siente cada una de las frases que se cuelan en el papel.
            ¿Qué sería la vida sin esos sentimientos tan fuertes? La mía no valdría nada, porque las emociones son las que me ayudan a construir ilusiones, las que amurallan mis sueños, las que erigen un camino llego de flores y fragancias que me acompañan en la vida y la colman de felicidad.
            Y sí, soy excesivamente sentimental. Siento en todo momento, me emociono con facilidad, lloro sin mucha dificultad y también soy capaz de irrumpir en una ira irracional o de que un dolor intenso me atrape cuando algo me hiere. Quizás se diría que además soy temperamental…
            Pero soy feliz sintiendo, soñando, emocionándome… Siempre he creído que mis novelas se visten de esas emociones y las expresan en todo momento, que mis personajes pueden transmitir sus pensamientos y sus reacciones, que pueden expresarse mediante los sentimientos y que inducen al lector a sentir lo mismo que ellos.
            Mientras escribo sonrío. También suelo morderme el labio inferior y suspiro mucho, como si las emociones que quiero compartir con la blogosfera fueran tomando cuerpo ante mí y formaran una gran nube de colores que me despierta sonrisas, suspiros, alegrías, hormigueo en la piel, cosquillas en el estómago…
            Y sí, normalmente soy muy optimista y positiva. ¡Me gusta mirar el vaso medio lleno y fantasear! Aunque hay momentos en los que necesito recapacitar y redefinir mi situación. Y en realidad soy metódica, estructurada y bastante realista, pero no puedo negar que la fantasía forma parte de mi vida…
            Me dejo llevar poco por los sentimientos, aunque a veces me ahogan y gritan para hacerse oír. ¡Es que son tan intensos! Pero la estructura que rige mi cabeza es muy difícil de doblegar, así que la lucha encarnizada entre mis sentimientos y mi razón suele zarandearme con fiereza.
            ¡Cuánta contradicción! ¡Casi me voy a trabajar a ver si me aclaro!

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Bajar de las nubes

7:17 Pat Casalà 2 Comments


            ¡Buenos días!
         Mi trabajo parece que prospera. A partir de enero mis obligaciones laborales abarcarán mayores responsabilidades y, evidentemente, mi tiempo de dedicación será intenso. ¡Me voy a sumergir en la contabilidad, la fiscalidad, los recursos humanos, las compras, los pagos y la administración de cinco empresas!!! Y lo voy a hacer con poca ayuda, así que no me queda otra que empezar a ver cómo encajo todas mis otras obligaciones familiares, el baile, el blog, los libros, los sueños y las esperanzas… ¡Tengo la impresión de que no me va a quedar tiempo ni para pensar!
            Por un lado me hace ilusión, yo decidí estudiar esa carrera y dedicarme a llevar los números de las empresas, y, si tenemos en cuenta mi tendencia a controlar el gasto particular con unas plantillas de Excel que preparo en mayo de un año para el siguiente, el hecho de que confíen en mí para una tarea tan importante es algo que me llena de orgullo… Pero por el otro siento que abandono mi sueño, que lo aparco, que estoy perdiendo el tren de las horas para dedicárselo, que es una especie de final donde estoy castrando la posibilidad de subir los peldaños de esa larga escalera hacia una cima brumosa y lejana.
            ¡Atrás ha quedado esa fiebre creativa del acueducto! Y no es por falta de ganas o de inspiración, sino por falta de algo tan valioso como es el tiempo…Yo sería feliz con todas las horas del día para aporrear el teclado y permitir que mis mundos paralelos coparan las hojas de este papel.       Pero la verdad es que el tiempo pasa, los años se acumulan y no se puede vivir sólo de sueños, esperanzas y deseos. Hay un momento en el que debes abandonar las nubes para tocar de pies al suelo y en el que debes comprender que tu arte no paga las facturas ni las necesidades familiares que tú misma te has creado. Y ese momento me llegó ya hace unos meses, pero no quise verlo….
            No es que esté atravesando una crisis de frustración como cuando empecé en el blog ni que esté triste ni nada por el estilo, es sólo que la realidad se ha impuesto y que las circunstancias han querido que el destino escoja un camino por mí, como mínimo por un tiempo, el necesario para ver si vale la pena seguir apostando por las novelas o con las frases que compongo aquí ya colmo mis ansias creativas.
            ¡Ojalá el Papá Noel haya escuchado mi petición de regalo! ¡Ojalá el destino vuelva a girar la bola que lo lleva a moverse y me abra un camino de baldosas amarillas para volver a soñar y a vivir en las nubes! ¡Ojalá realmente este mes de enero pueda emprender un viaje de larga duración! Pero de momento debo atenerme al montón de trabajo que se me viene encima, a mi compromiso con el blog y a mis obligaciones diarias.
            No puedo abandonar del todo la escritura, nunca lo haré, pero la falta de horas para que mi cabeza se interne en las tramas y las traspase al papel van a dilatar muchísimo la finalización de una novela, así como las correcciones y pulidos posteriores. ¡Y es que la concentración es algo que no se puede conseguir en ratitos libres que apenas dejan espacio para entrar y salir de la historia!
            Recuerdo cuando pensaba que valía la pena apostar por mi sueño, cuando creía que todo iba a ser de cuento de hadas, cuando mi agente me envió aquel primer mail y pensé: “si alguien de su talla cree en mi trabajo vale la pena seguir”… Todos estos años me ha empujado esa premisa, he creído en ella, he suspirado por ella y he soñado en que fuera suficiente, pero el mundo sigue girando y el paso de los años sigue pesando y la falta de noticias empieza a hacerme dudar…
            Antes la espera interminable de un mail de respuesta y de alguna palabra por parte de la agencia era un foco de ansiedad, ahora es una constatación de que debo seguir el nuevo camino, de que el tiempo dirá qué me tiene reservado el destino, pero desde luego nuestra capacidad de sentirnos motivados no puede depender siempre de palabras que se pierden en el limbo o nunca llegan.
            Si realmente este mes de enero se va a iniciar la búsqueda de editorial para La Baraja sé que los tiempos de espera pueden ser largos y pesados y que no necesariamente las cosas tienen que acabar como yo deseo, así que estar súper ocupada me va a ayudar a no pensar, a no pasarme el día pendiente del mail y del telefono, a no sentir el apremio del tiempo, a no esperar, esperar y esperar… ¡Auqnue no estaría mal que la magia de Papá Noel me echara una mano….!
¡Feliz día!

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Pidiendo un regalo a Papá Noel...

7:17 Pat Casalà 4 Comments


            ¡Buenos días! Estoy agotada y todavía no ha empezado el día… ¡Espero ser capaz de aguantar este ritmo sin desfallecer! Es que lo de levantarme a las seis para no faltar a la cita diaria con el blog sin haberme detenido ayer hasta las diez y cuarto de la noche se me hace un poquito duro… ¡Y con mis problemas de sueño! Pero aquí me tenéis, dispuesta a internarme en la rutina y a no descuidar las entradas…
            Se acercan las fiestas navideñas, las calles se visten de luces, colores e ilusión. Los escaparates, las porterías y las casas lucen árboles adornados con bolas rojas, doradas, plateadas,… ¡Y empieza una temporada de comidas, cenas, celebraciones y familia!
            ¿A quién no le gusta reunirse con todos sus familiares para celebrar estas fechas? ¿Quién no disfruta con la ilusión de los niños al esperar con ansia sus regalos? ¡Son unas fiestas maravillosas! A mí me recuerdan la idea de la magia que tenía cuando era pequeña, la expectación con la que esperaba a los reyes y al Papá Noel, las historias con las que adornaba su llegada y sus visitas,…
            Este año sólo me pido algo que necesita un poquito de esa magia navideña que inunda los corazones infantiles, es un regalo que colmaría de golpe todas mis esperanzas y todos los esfuerzos que he invertido estos últimos años,… ¿Me habré portado bien este año? ¿Tendrá Papá Noel una sorpresa para mí?
            Bueno, dicen que la esperanza es lo último que se pierde, que todos debemos poner un poquito de ilusión en cada uno de los sueños que tenemos y pensar que son posibles, así llamamos a la suerte y nos regalamos la posibilidad de alcanzarlos. ¡Así que vamos a pensar que el mes de enero traerá consigo un nuevo principio!
            Recuerdo perfectamente cuando era pequeña y me metía en la cama el día 24 de diciembre o el día 5 de enero. ¡Era incapaz de dormirme enseguida! Esperaba ansiosa la llegada de los reyes o de Papá Noel, quería verlos, descubrir aquel halo mágico que estaba segura que los rodeaba, ver cómo se bebían la copa de Cava que les dejaban mis padres y no se iban un poco achispados a la siguiente casa (es que no entendía cómo se podían beber tantas copas de Cava sin emborracharse), y, sobre todo, quería observar cómo los camellos o los renos bebían del barreño de agua que mis padres les ponían en el lavadero…
            La verdad es que siempre me dormía antes de tiempo, o como mínimo antes de que la “magia” obrara su efecto. Por las mañanas estaba despierta a las cinco en punto. Me levantaba de la cama de puntillas y me iba al salón para atisbar desde la puerta la colección de paquetes que se acumulaba en el sofá. ¡Y entonces no podía aguantar el ansia de abrirlos! Así que daba vueltas y vueltas en la cama hasta que a las siete en punto levantaba a mis padres de la cama….
            ¡Cuánto tiempo ha pasado desde entonces! Evidentemente ahora ya no veo las cosas igual, sin embargo sigo pensando que estas fechas encierran un poquito de magia, una distinta, una que trae ilusión, esperanza, unidad y fuerza a las familias que se reúnen y viven juntos unas jornadas increíbles. ¡Ese es el verdadero espíritu navideño!
            Mis sueños de pequeña siguen siendo los mismos de ahora, aunque no los vivo igual ni los adorno con las mismas guirnaldas… ¡Lo de Hollywood forma parte de la fantasía! ¡Y tantas otras cosas que me imaginaba en la oscuridad de mi cuarto antes de que el sueño me vencida cada noche! Pero en el fondo es la misma meta vista de manera más realista y adulta, una meta por la que he luchado tanto… ¡El tiempo dirá si la escalera que conduce a ella se puede subir o si me voy a quedar en el primer peldaño! ¡Aunque espero que Papá Noel obre su magia y me haga ascender un par o tres de golpe!  
            ¡Os deseo a todos un día genial!!

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