Pidiendo un regalo a Papá Noel...
¡Buenos
días! Estoy agotada y todavía no ha empezado el día… ¡Espero ser capaz de
aguantar este ritmo sin desfallecer! Es que lo de levantarme a las seis para no
faltar a la cita diaria con el blog sin haberme detenido ayer hasta las diez y
cuarto de la noche se me hace un poquito duro… ¡Y con mis problemas de sueño! Pero
aquí me tenéis, dispuesta a internarme en la rutina y a no descuidar las
entradas…
Se
acercan las fiestas navideñas, las calles se visten de luces, colores e ilusión.
Los escaparates, las porterías y las casas lucen árboles adornados con bolas
rojas, doradas, plateadas,… ¡Y empieza una temporada de comidas, cenas,
celebraciones y familia!
¿A
quién no le gusta reunirse con todos sus familiares para celebrar estas fechas?
¿Quién no disfruta con la ilusión de los niños al esperar con ansia sus
regalos? ¡Son unas fiestas maravillosas! A mí me recuerdan la idea de la magia
que tenía cuando era pequeña, la expectación con la que esperaba a los reyes y
al Papá Noel, las historias con las que adornaba su llegada y sus visitas,…
Este
año sólo me pido algo que necesita un poquito de esa magia navideña que inunda
los corazones infantiles, es un regalo que colmaría de golpe todas mis
esperanzas y todos los esfuerzos que he invertido estos últimos años,… ¿Me habré
portado bien este año? ¿Tendrá Papá Noel una sorpresa para mí?
Bueno,
dicen que la esperanza es lo último que se pierde, que todos debemos poner un
poquito de ilusión en cada uno de los sueños que tenemos y pensar que son
posibles, así llamamos a la suerte y nos regalamos la posibilidad de
alcanzarlos. ¡Así que vamos a pensar que el mes de enero traerá consigo un
nuevo principio!
Recuerdo
perfectamente cuando era pequeña y me metía en la cama el día 24 de diciembre o
el día 5 de enero. ¡Era incapaz de dormirme enseguida! Esperaba ansiosa la
llegada de los reyes o de Papá Noel, quería verlos, descubrir aquel halo mágico
que estaba segura que los rodeaba, ver cómo se bebían la copa de Cava que les
dejaban mis padres y no se iban un poco achispados a la siguiente casa (es que
no entendía cómo se podían beber tantas copas de Cava sin emborracharse), y,
sobre todo, quería observar cómo los camellos o los renos bebían del barreño de
agua que mis padres les ponían en el lavadero…
La
verdad es que siempre me dormía antes de tiempo, o como mínimo antes de que la “magia”
obrara su efecto. Por las mañanas estaba despierta a las cinco en punto. Me
levantaba de la cama de puntillas y me iba al salón para atisbar desde la
puerta la colección de paquetes que se acumulaba en el sofá. ¡Y entonces no podía
aguantar el ansia de abrirlos! Así que daba vueltas y vueltas en la cama hasta
que a las siete en punto levantaba a mis padres de la cama….
¡Cuánto
tiempo ha pasado desde entonces! Evidentemente ahora ya no veo las cosas igual,
sin embargo sigo pensando que estas fechas encierran un poquito de magia, una
distinta, una que trae ilusión, esperanza, unidad y fuerza a las familias que
se reúnen y viven juntos unas jornadas increíbles. ¡Ese es el verdadero espíritu
navideño!
Mis
sueños de pequeña siguen siendo los mismos de ahora, aunque no los vivo igual
ni los adorno con las mismas guirnaldas… ¡Lo de Hollywood forma parte de la
fantasía! ¡Y tantas otras cosas que me imaginaba en la oscuridad de mi cuarto
antes de que el sueño me vencida cada noche! Pero en el fondo es la misma meta
vista de manera más realista y adulta, una meta por la que he luchado tanto…
¡El tiempo dirá si la escalera que conduce a ella se puede subir o si me voy a
quedar en el primer peldaño! ¡Aunque espero que Papá Noel obre su magia y me
haga ascender un par o tres de golpe!
¡Os
deseo a todos un día genial!!
Frohe Weihnachten Pat!!! Ya mismo llegan las comilonas!!!
ResponderEliminarQue sepas, que si algun dia cuelgas el post por la noche lo leeremos igual!!! Gruss!M
¡Ñam, ñam!!!!!!! M!!!! Ya ha llegado Alvaro y hemos abierto tu paquete!!! ¡Chocolate! ¡Qué bueno!!!! ¡eres un sol! desde aquí te mandamos muchos besos y abrazos y te deseamos unas felices fiestas.
ResponderEliminar¡Te echamos de menosssssssss!!!!!
Pat cuidate, si que me gusta leerte cada mañana cuando me levanto atontada, pero cuidate a ver si enfermas por querrer hacer demasiadas cosas.
ResponderEliminarLa Magia de Navidad siempre ha ido conmigo, y eso que descubrí muy pequeña que los reyes magos eran mis papis.
Pero ese aire de magia que se respira cuando se acerca Navidad, la ilusion de decorar la casa, comer con la familia delante de la chimenea... esa magia siempre estara conmigo, porque soy mayor pero cuando se acerca Navidad soy una niña que disfruta de cada detalle de estas fechas.
¡Intentaré cuidarme!!!! Pero tengo tanto trabajo.... Me parece que voy a redistribuir mi tiempo...
ResponderEliminar¡Un beso, Silvia!!!