Escribir, escribir y escribir.....
¡Buenos
días!!! Estoy cansada, pero contentísima, ¡la semana que viene la tengo
enterita de fiesta!!! Podré dedicarme a escribir, a descansar y a bailar. ¡Qué
ilusión! La verdad es que esta primera semana de horario intensivo sin casi
parar para comer y de un lado a otro ha sido bastante cansada y me irá bien un
break para retomar con fuerza el trabajo a la vuelta.
El
blog ha tenido un aumento exponencial de visitas desde la entrevista a Màrius
Serra y estoy contentísima. ¡Doy la bienvenida a los nuevos lectores y un
abrazo muy fuerte a los veteranos! No podéis ni imaginaros la ilusión con la que
me levanto al saber que estas palabras que escribo de madrugada no caen en el
olvido.
Repasando
la entrevista me di cuenta de que los escritores tenemos mucho en común, sobre
todo un mundo interior rico en situaciones, palabras y sensaciones. Todos
deseamos ser leídos y entendidos, es como si a través de los escritos estuviéramos
compartiendo nuestros mundos paralelos y todo el esfuerzo que ha supuesto
darles forma en el papel.
Y
sí, yo también escribo para que me lean, aunque de momento mis lectores se
reduzcan a un círculo de personas allegadas que me han pedido los manuscritos y
han hecho el esfuerzo de leerlos. Y, si os digo la verdad, cuando le doy a la
tecla de enviar al mensaje que contiene el PDF con la novela siempre pienso en
las posibles reacciones de los demás cuando la lean, en si les gustará, en qué
les parecerá.
Escribir
es una extensión de mí misma. Cuando no tengo un teclado delante compongo
frases mentalmente, incluso hay momentos en los que mi monólogo interior se convierte
en algunos murmullos, y entonces mis hijos me dicen: “¡Mamá! ¡Ya vuelves a
hablar sola!”
Sé
que nunca voy a dejarlo porque no puedo hacerlo, sin embargo esta nueva faceta
de mi vida me aboca a reducir de manera drástica mi dedicación a algo que no me
reporta ningún rédito. Acepté trabajar todo el día en una tarea intensa y que
requiere una entrega casi integral. El trabajo que voy a ir asumiendo va a ser
de una carga tan fuerte que quizás deba replantearme mis prioridades.
No
sé, después de diez años escribiendo a un ritmo desenfrenado, deseando cumplir
un sueño, imaginando que todo aquello que deseaba lo iba a alcanzar, trabajando
sin descanso con la esperanza como motor, ahora siento que debo rebajar esa
dedicación y empezar a tocar de pies al suelo, empezar a darme cuenta de que
quizás nunca llegue ahí y que hay otras cosas en el mundo por las que luchar.
¡Pero
qué emoción tan intensa proporciona el escribir y el crear! Es maravilloso
tener la vida de los personajes en tus manos, hacerlos madurar, sentir, vibrar,
pasar por situaciones extremas y dotarles de sentimientos intensos. ¡Es increíble
moldear las palabras a tu antojo para que compongan escenarios tangibles! Y el
deseo tan intenso de compartir esos manuscritos reside en poder despertar en
los demás esa sensación intensa que te causa reproducirlos en los folios.
Así
que voy a reorganizar prioridades, a estirar las horas por todos lados, a
buscar instantes para no renunciar a mi sueño y voy a seguir escribiendo cada
día aquí, en blog. ¡Me hace tanta ilusión compartir anécdotas con vosotros!
¡Un
beso! ¡Y feliz día!
Que disfrutes de tu superpuente y enhorabuena!!!
ResponderEliminarBesos, Javier
¡Gracias Javier!!! ¡Te deseo también un gran fin de semana!
ResponderEliminar¡Un beso!!!!