Mi visión de la vida
¡Buenos días! El fin de
semana avanza a la misma velocidad que los días laborables, a medida que
sumamos años se acelera la percepción del tiempo y los días apenas cunden para
absorber cada pequeño instante. Supongo que es fruto de la cantidad de momentos
que atesoramos al echar la vista atrás.
Ayer Francisco comentaba que ve frustración y
resquemor en mis palabras, pero no hay ni una cosa ni otra. Cuando leemos un
escrito sin tener la entonación del escritor para guiarnos sacamos conclusiones
que se ligan a nuestras percepciones, por eso encontramos una guía entre líneas
que a veces puede ser real o no.
Nunca me he callado mis
sentimientos en el blog, cuando me sentía frustrada lo explicaba abiertamente,
sin subterfugios. En cambio ayer hablaba de algo diferente, de una relación de
confianza que lleva más de nueve años en marcha y de momento no ha dado ningún
fruto.
Y sí, soy una persona que
piensa demasiado y que le saca punta a cualquier situación, dándole tantas
vueltas que al final llega a marear. Pero eso no quita mi situación actual, una
en la que escribo porque deseo hacerlo, en la que solo me planteo el futuro en
instantes concretos y en la que no me duelen las cifras de venta de otros
escritores ni admitir mi lugar, me siento feliz con lo que tengo, sin anhelar
de manera intensa nada más, aunque nunca renunciaré a soñar.
Hay que aceptarse tal como
se es, sin buscar más allá de la realidad que nos envuelve y, tras muchos años
de absoluta frustración, ahora he logrado un equilibrio perfecto. Sonreír cada
día, darle a las cosas su peso justo y no mirar más allá del ahora no es fácil,
para mí fue un camino lleno de espinas que me herían la piel con sus puntas
afiladas. Pero he llegado aquí y no quiero regresar al punto anterior nunca
más.
Comidas como las del
miércoles me abren los ojos en algunas cuestiones. No soy una persona valiente,
me aterra quedarme sola ante el peligro y tengo mis limitaciones, como todo el
mundo. Me cuesta encontrar una vía para llegar al público, cuando me pasaba el
día buscando alternativas para hacerlo acababa con una crisis de ansiedad y la
sensación de que no tenía ni idea de cómo hacerlo.
Charlar con personas que sí
lo han logrado es una dosis de confianza que me obliga a recapacitar, pero de
eso a la frustración… Es más bien temor a no caminar sobre suelo firme, deseos
de saltar al vacío con una dosis elevada de miedo a la incertidumbre, pavor a
lo desconocido…
Soy metódica, ordenada, una
persona que esquematiza cualquier faceta de su vida, por eso consigo que el
tiempo me cunda a la hora de llenar el día de actividades. Y me cuesta caminar
sin un rumbo fijo, por eso cambié mis metas inalcanzables por otras plausibles
y redimensioné mis sueños de manera que ahora consigo encarar el día con
miles de sonrisas y muchísima tranquilidad.
Aunque también hay
instantes para plantearse el futuro, con imágenes fantásticas de lo que me
encantaría y muchísimas ideas acerca de lo que debería hacer. Y eso también me
hace feliz, porque hace poco conseguí cambiar mi manera de verlo.
¡Feliz día! J
Es evidente que una opinión personal nada tiene que ver con el hecho de si el emisor ha sabido expresarse a través de la escritura o no, sino más bien con la interpretación del receptor. De hecho hay un dicho: "no hay palabra mal escrita, sino mal interpretada".
ResponderEliminarNo obstante, después de leer varias personas un libro o escrito: es fácil que cada quien haya sacado sus propias conclusiones, ya que cada persona puede percibir la lectura o incluso la propia vida con acuerdo a sus principios.
Por otro lado, una opinión no es más que un punto de vista y que en ningún caso puede adquirir la connotación de realidad y que además puede ser perfectamente errónea.
¡Que tengas un feliz día y no tomes todo al pie de la letra!
Estoy leyendo algo que tal vez te resulte familiar, aquí te dejo unos párrafos:
ResponderEliminarEn el exterior se escuchó el graznido de una gaviota.
-¿Qué hay de los refugios? -preguntó Ángela-. ¿Yde Ingrid? ¿Y de los hombres que capturasteis con ella?
Agustí exhaló un profundo suspiro.
Espero que te guste... ¡Un saludo!
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