Pasión

9:29 Pat Casalà 2 Comments


¡Buenos días! Hoy me despierto con muchísima energía y ganas de comerme el mundo. Hacía mucho tiempo que no sentía esa sensación de estar escribiendo una historia que me conecta con los personajes. Quizás la más fuerte a nivel emocional para mí fue Cada día te espero a ti y le sigue Mi vida sin ti.
A veces requiero de esa conexión extrema y otras basta con volcar una parte de mis sentimientos en la trama.
Es difícil explicar eso de la conexión porque la intensidad emocional suele ser importante para escribir, pero no siempre estoy tan ligada a la historia, a los personajes, a esas letras que brotan de mi interior.


Recuerdo los días de escritura de CDTEAT, cómo sentía electricidad en el ambiente mientras mis dedos surcaban el teclado, esas chispas que chisporroteaban en el aire cercano a mí e inundaban mis venas de ideas, sensaciones, instantes.
No podía dejar de pensar en Julia y en Zack, era como si se hubieran tatuado en mi mente. Y no paraba de darle vueltas a cada giro de la trama en cualquier momento, sin  atender a la hora ni al lugar. Incluso en el trabajo me dispersaba a veces y necesitaba fuerza de voluntad para centrarme de nuevo.


El resultado fueron ciento treinta y dos mil doscientas treinta y una palabras en un mes y medio. Creo que nunca más en mi vida voy a lograr esa proeza de nuevo. Aunque luego necesité unas semanas para corregir y añadir algunas escenas, nunca antes había sentido algo igual.
Inevitablemente acabé escribiendo la segunda y la tercera parte a la velocidad de la luz, sin desear desprenderme nunca de Zaclia.
Pero llegó el momento de decirles adiós y decidí no hacerlo del todo dándole vida a la historia de Luke. Y entonces aparecieron Kristie, Steff y Dennis en mi vida, haciéndome replantearme muchísimas cosas. Las hermanas Edwards vinieron pisando fuerte. Y Dennis se asió a mi alma.


Ayer Ester, del blog Reading without stopping publicó una reseña de Mi vida sin ti (enlace), la quinta de la serie, la historia de Swan y Steff. Mientras la escribía tenía claro que era la más alejada de la serie, la trama menos parecida a las anteriores, pero fueron los personajes los que me impulsaron a ese cambio y a veces es necesario bajar el ritmo de tira y afloja para darles una oportunidad.


Me gustó ese cambio de registro mientras avanzaba en la relación de Luke y Kris para llegar al final de la serie con Contradirección, sin frenos y sin ti. Y sí, quizás escribí una historia de amor después de haberse conocido y enamorado en Cuando estoy sin ti, pero fue a propósito porque me sentí impulsada por la fuerza de Sweef.
Me gusta escribir lo que siento y espero seguir la estela de mis emociones dando vida a los personajes de 4E3A.
¡Feliz día! J

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2 comentarios:

  1. ¡Ay, Pat! Siempre que te leo consigues hacerme vibrar con la misma intensidad de las emociones de tus personajes. Después de mucho tiempo por fin terminé de leer "Un último día conmigo". Lloré demasiado... Realmente no quiero imaginarme cómo será leer uno de los libros de la serie que mencionas haber tenido tanta conexión... Estoy destrozada...

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    1. Lúa y Martt también fueron muy intensos. La verdad es que todos lo son a su manera porque para escribir es muy importante sentir, o como mínimo así es en mi caso... ¡Gracias por pasarte por aquí!!! ¡Un besazo!

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