Llevo años creando novelas, dejando que mi imaginación me lleve a lugares insospechados y que mis dedos describan a los personajes que conviven en mi mente hiperactiva. Al principio fue una experiencia de una intensidad insospechada. Dejé de dormir, de reír, de pensar, de vivir... Únicamente estaba inmersa en la trama, en la tarea de documentar me para dar verosimilitud a los textos, en dejar fluir tantos y tantos años de represión creativa.

Con el tiempo la necesidad de escribir se ha ido asentando en mi interior como algo capaz de convivir con mi día a día y se ha convertido en parte de mi rutina. A pesar de que la inspiración parece siempre inmersa en una montaña rusa, te lleva a las alturas con una seguridad pasmosa, parece que el manuscrito encuentre solo el camino y, de repente, desciende hasta la más absoluta nada y te encuentras ante una página en blanco que eres incapaz de llenar.

Creo este blog con la intención de compartir parte de mis propias inquietudes, para explicar el devenir de la locura de creer que algún día mis textos llegaran a los lectores y con la ilusión de poder dejar constancia escrita de todo aquello que desee.