Buscando trabajo...

8:38 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Hay veces que la vida te muestra caminos extraños y para nada esperados. Es en esos momentos cuando debes sacar fuerzas de la flaqueza, sonreír y buscar una senda para recuperar la ilusión. Porque, a pesar de las dificultades, siempre hay una salida perfecta a todas las situaciones.


Hace tiempo supe que me quedaba sin trabajo. Fue una noticia impactante al principio, pero que poco a poco fue asentándose en mi interior, porque cuando suceden estos cambios repentinos en las circunstancias que sustentan una estabilidad, hay que ver la parte positiva, las posibilidades que se abren y la forma en la que afrontar la vicisitud.
Quizás al principio me ofusqué, pero las razones son lícitas. Se pactó una transición cómoda para todos y al final solo me quedó la parte más difícil, dejar atrás una etapa larga de mi vida, donde lo he dado todo y ha recibido resultados.


Ahora me enfrento día a día a ese mundo salvaje de la búsqueda de empleo, a esos noes que se asemejan a cuando rechazan un manuscrito, a semanas de silencio y a algunas entrevistas súper interesantes. Y es que en la selva de las ofertas laborales eso es lo que se lleva. 
Estoy centrada y abierta a un cambio, me he apuntado a un intensivo de inglés, he realizado correcciones de novelas, tengo algunos proyectos interesantes que cuando se consoliden compartiré y estoy atenta a cualquier oportunidad. Porque en la vida aparecen de repente, sin darte tiempo a verlas venir, y esas son las mejores.



En un par de entrevistas me he sentido mal por los injustos perjuicios hacia mi otra «profesión». Un señor incluso se atrevió a decirme: «dedícate a escribir porque me parece que una persona que se dedica a eso no puede asumir el estrés ni el compromiso que requiere un trabajo como este».  Y, en fin, me quedé a cuadros porque durante veinte años he compaginado perfectamente mis dos mundos, he rendido al cien por cien en ambos y jamás he dejado de lado nada por escribir. 


Hay personas que juegan a pádel de manera obsesiva en su tiempo libre, otros navegan por internet, los hay que juegan a bridge, otros que miran series, que hacen patchwork, que pintan, que hacen montañismo… Y eso no influye para nada en su rendimiento a nivel laboral porque lo que cuenta a la hora de contratar a alguien es su trayectoria y su implicación, y dejarse llevar por la visión sesgada de que si se escribe no se puede rendir en nada más demuestra la falta de perspectiva estratégica.


Durante veinte años he compaginado todas mis facetas de forma magistral, rindiendo en cada una de ellas al cien por cien. Cuando mis hijos eran pequeños trabajaba ocho horas, me ocupaba de ellos, escribía una novela cada siete u ocho meses, iba al gym, organizaba mi casa… ¡Y jamás descuidé una de mis tareas!
Ser escritora no significa ser despistada ni ineficiente.  
Estas experiencias me han servido para descubrir qué tipo de trabajo deseo y han reafirmado mi ya manifiesta idea de que es más importante el ambiente y la afinidad con las personas de tu entorno que las condiciones económicas.
¡Feliz día! J

You Might Also Like

0 comentarios: