Día de revelaciones

7:07 Pat Casalà 2 Comments

      ¡Buenos días! Tal como esperaba hoy el sol luce en el cielo, aunque algunas nubes se empeñan en taparlo de manera parcial. Ayer fue un día de revelaciones, de giros inesperados y de mucha información que absorber. Es como si mi vida fuera el argumento de una novela que de repente vira de rumbo y ya no sabe bien hacia dónde navega.
      Mi manera de ver las cosas dista mucho de la realidad, estoy convencida, pero la incertidumbre no me gusta ni la espera ni saber que hay cosas que no cambian a pesar de los avances conseguidos. Hay que velar por mantenerme serena a pesar de los embistes del viento y confiar en que la Providencia estará de mi lado.
     ¿No os ha pasado nunca que lleváis años esperando un momento concreto y cuando llega algo desequilibra el Cosmos? Yo llevaba un tiempo encontrándome monedas de un céntimo en los lugares más inverosímiles y, como tengo esa extraña superstición de que cuando los recoges te dan suerte, pensaba que las cartas me habían concedido una buena tirada.
      No puedo asegurar qué sucederá mañana ni si la montaña que había escalado tras mucho sudor y lágrimas se desvanecerá para poner una nueva cima frente a mí. Lo único que tengo claro es que quiero saber, deseo entender y, sobre todo, no agobiarme con las esperas largas y pesadas.
      Al fin, tras superar la tempestad que asolaba mis días he conseguido dejar atrás la ansiedad, así que voy a apretar los dientes y a caminar sin presiones. Lo que tenga que ser será. Aunque me gustaría saberlo para no darle vueltas al coco…
      La amistad es algo extraño. A veces hace años que no ves a una persona que en el pasado era importante para ti y parece que los años no han transcurrido, sientes de repente esa afinidad que antaño os unía y hablas como si ayer hubierais tomado el último café.
      Otras hay una separación intrínseca a tu día a día, pero el cariño prevalece a pesar de los pesares. Y estar ahí cuando tu amiga quiere hablar contigo, escuchar sus angustias y permitir que afloren es el mejor de los regalos que le puedes hacer.
      Un día de revelaciones no es nada sin secretos compartidos al amparo de la soledad. Y muchas veces las cosas son más sencillas de lo que parecen y te demuestran que el sincerarse es una vía directa al descanso.
      A ver qué me depara el día de hoy…
      ¡Feliz día! J

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