Llegó el viernes…

7:07 Pat Casalà 0 Comments

     ¡Buenos días! Llegó el viernes… Siempre empiezo la entrada igual el último día laborable de la semana. ¡Qué ilusión! Tendré dos días para mí, aunque este fin de semana será un poco triste, mi marido embarca en unas horas en un avión con destino a China y a mí no me hace ninguna ilusión quedarme solita…
      La vida es así, cada seis meses hay un viaje a China y cada seis meses pienso que debería atarlo a la pata de la cama… Jajajajaja, la mayoría de mujeres con las que hablo les parece una idea maravillosa quedarse unos días sin marido… Pero mi caso es distinto, a mí me gusta llegar por la noche a casa y hablar con él del día, del futuro, de nuestros hijos…
      Suerte que este fin de semana tengo clases de baile… El sábado de siete a nueve de la tarde con Fran y el domingo de once a doce de la mañana con Alberto. ¡Es un gran plan! Bailar y escribir.
      Me he propuesto terminar LDE en breve, a ver si este fin de semana sin demasiadas ataduras puedo darle un achuchón y dejarla lista para sentencia. ¡Qué nervios! Cuando llego a este punto y la culminación de la historia está clara en mi cabeza me da muchísimo miedo no ser capaz de transmitir en palabras lo que mi mente teje.
      Hoy me he calzado unos tacones. No son de palmo ni demasiado estrechos como para importunarme. Sirven para reafirmar que piso en un suelo firme y ya no me tambaleo entre arenas movedizas. En breve tendré una nueva visión del futuro, aunque no cambie gran cosa, será un giro genial de los acontecimientos.
      Ahora mi cabeza está inmersa en una serie de mejoras que quiero introducir en LMR, una novela que terminé en verano y que no puedo dejar como está. Al pensar en esta novela me viene una canción a la cabeza: «y no estaba muerto, no, no, y no estaba muerto, no, no, estaba tomando cañas…».
      ¡Es mejor tomarse la vida a risa! A veces la letra de una canción puede enmarcar a la perfección un argumento o el inicio de una trama… Aunque solo sean unas estrofas las que la ilustren y el resto no sirva… Está claro que si alguna vez presento esta novela tendrá que ser con el estribillo de Peret.
      Ayer fue un día un poco gris. La auditoría fue bien, aunque cansada, y todavía me queda terminarla el jueves que viene… Suerte que por la noche me fui a la clase de Alberto y reí durante una hora. Y es que si me tomo la clase de baile con humor llego a casa súper contenta y los problemas del día se desvanecen…
      En casa tenía una sorpresa agradable… Y el ciberespacio queda mi decisión al respecto. Ahora estoy a la espera de acontecimientos…
      ¡Feliz día! J

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