El brillo de la esperanza

8:18 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Hoy me despierto con la emoción de terminar una semana cargada de instantes alucinantes, con un sinfín de noticias de esas que pueden ser explosivas, brillantes y llenas de emoción, o pueden acabar en nada, en un callejón sin salida, en un final abrupto, pero emocionante.
¿Cómo encaráis esos momentos? ¿Es vuestra esperanza fuerte?
La mía lo suele ser. Soy soñadora, me ilusiono con rapidez y me implico en todo aunque luego no salga. Porque es mi naturaleza, la de sentir esas cosquillas de anticipación en el cuerpo, la ilusión crecer en mi interior cuando un nuevo proyecto puede irrumpir en mi vida.

Imagen de Bessi en Pixabay 

Y me gusta ser así. Aunque a veces la vida me lleva a redimensionar mis expectativas, no renuncio a la esperanza.
La esperanza para mí es multicolor, llena de instantes y de imaginación, de música, de luces brillantes, de fuegos artificiales.
Hay que ver siempre la parte positiva de los acontecimientos. Y vibrar con las posibilidades. Porque es la única manera de disfrutar de la vida, de encontrar pedacitos de felicidad, de sonreír. Y si las cosas no salen como creías, aprietas los dientes, buscas la experiencia positiva de la situación y sonríes. Porque la esperanza necesita de tus sonrisas.

Creer y sentir. Para mí esas son las dos premisas básicas. Creer en uno mismo, en conseguir tus metas, aunque sea a menor escala, en alcanzar esa ilusión trazada, en avanzar  hacia el lugar deseado. Y sentir la magia del camino, ese hormigueo en la piel cuando hay un avance, las mariposas en el estómago cuando recibes una noticia al respecto, la capacidad por imaginarse consiguiendo ese pedacito de cielo. 
A veces basta con experimentar con la mente la consecución de un objetivo, cerrar los ojos y vivirlo, permitir que la esperanza tinte de imágenes y sensaciones la idea de llegar ahí, como si por unos momentos pudieras hacerlo real.
Esperanza. Esa es la base para positivizar, para encontrar la medida exacta de ambición y no dejar nunca de soñar. 

Imagen de Jill Wellington en Pixabay 

Porque la esperanza es eso, soñar, desear, imaginar y sentir. Es dejarse llevar por la ilusión, es volar alto, es sonreír, es caminar por un sendero donde, a pesar de las curvas, solo ves las flores y el cielo azul, brillante, capaz de iluminarte incluso en la más oscura de las negruras.
Así que tengo esperanza. En encontrar un nuevo proyecto laboral de esos en el que pueda volcar toda mi emoción y energía, en encontrar muchos lectores para la maratón de publicaciones que se van a suceder en los próximos meses, para dar ese salto que me guardo en la chistera a nivel literario, que quizá consiga hacerme bailar de alegría en medio de una librería mientras lloro de emoción —si pasa, no me he vuelto loca, solo es mi felicidad y esa parte mía tan emotiva y sensible—, para seguir en la brecha.
¡Feliz día! J

You Might Also Like

0 comentarios: