¿Y qué es la vida sin sonrisas?
¡Buenos
días! Me despierto tras una noche agitada, mi marido tuvo un cólico nefrítico y
acabamos en la clínica de madrugada. Uffff, cuando ha sonado el despertador me
pensaba que me cogía algo…
Seguimos
con la introspección, es imposible avanzar sin pararse a mirar dentro de ti
para descubrir los puntos fuertes y los puntos flojos. Hay que permitir que las
emociones fluyan, que los sentimientos se redimensionen y que las angustias
tengan un nombre y un apellido.
Identificar
la causa de una ansiedad o de un disgusto ayuda a superarlo. Ya lo decía
Séneca: «Es mucho más importante que te conozcas a ti mismo que darte a conocer
a los demás». Si consigues entender, aceptar y acatar tus debilidades avanzas
hacia un estadio mejor.
Conocerte,
sentir y darle una explicación interna a los desasosiegos calma el espíritu y
te concede alas para caminar hacia un lugar mejor. Ser capaz de reinventarte a
medida que transitas por la vida es la mejor manera de encontrar un pedacito de
felicidad.
Sócrates
decía: «Desciende a las profundidades de ti mismo, y logra ver tu alma buena.
La felicidad la hace solamente uno mismo con la buena conducta». En definitiva,
conócete antes de permitir que las angustias se apoderen de ti, busca la parte
positiva de cada instante, mira el vaso medio lleno y entiéndete. Superar las frustraciones
no es sencillo, pero si consigues comprender cómo funciona tu psique
encontrarás la manera de sonreír.
¿Y
qué es la vida sin sonrisas? ¿Qué ganas con tristezas y angustias? ¿Cómo
avanzas si no eres capaz de dejar a un lado el miedo? Recuerdo cuando mis
amigos y familiares me decían que debía ver la escritura como algo que me hace
feliz y no como un pasaporte a un futuro mejor. Yo los miraba con incredulidad
y les rebatía con argumentos sólidos, diciéndoles que quería ser escritora y
que esa era mi meta en la vida, que no entendía la escritura de otra manera.
Entonces
no miraba en mi interior, no rebuscaba entre mis emociones la capacidad de
disfrutar de cada palabra, de vibrar con cada escena, de escribir únicamente
por placer. Solo el tiempo y el esfuerzo han conseguido que ese espíritu
rebelde se asentara y entendiera que la vida es un sinfín de maravillosas
experiencias a las que no se debe renunciar por la sensación de que tu sueño
está a la vuelta de la esquina.
Ya
no miro compulsivamente el email ni pienso
que hay un futuro mejor. Ya no me obligo a escribir con un horario prestablecido
ni anhelo lo imposible. Me da igual si hace tres o cuatro días que no aporreo
el teclado y me interno en los mundos de mi última novela, cuando la
inspiración y el momento lo permitan ya escribiré. ¡Es una liberación!
¡Feliz
día! J
No vale, había escrito un comentario larguísimo!!
ResponderEliminarDecía que sí, que la mejor forma de quererse es conocerse y saber hasta donde puedes llegar.
Y que no, que a veces no sólo depende de ti. A veces influyen las decisiones de otros, incluso lejanos.
En fin. Que hoy hace un día gris aquí y estoy metereopatica...
Beso
¡Pues hoy toca estar pletórica! :-)
EliminarGuau, da la sensación de que has "vomitado el texto" te ha quedado tremendo
ResponderEliminarComo respuesta... una sonrisa
Besos
¡Mil gracias! :-) ¡Un beso! :-)
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