La peonza

7:07 Pat Casalà 4 Comments


      ¡Buenos días! La primavera regresa tras unos días oscuros y tristes. El sol nos saluda con su alegría mañanera, asomando por el horizonte, con una sonrisa feliz en los labios y la promesa de un día sereno.
    Parezco una peonza, un péndulo que oscila entre emociones encontradas. Sabía que mandar LME a la agencia era algo que truncaría mi tranquilidad, aunque gracias a mi control de la situación actual, a la manera con la que vivo los acontecimientos, ha tardado en alcanzarme y el grado de agobio es mínimo comparado con el del pasado.
    Supongo que no se puede ir en contra de las ilusiones y de las realidades. Quiero escribir, quiero sentir y quiero emocionarme con cada palabra que se plasme en el folio en blanco. Pero no soy sincera si no admito que mis sueños lucen con la misma fuerza que antaño.
    Estos siete años de expectativas y esperas me han hecho muchísimo daño. Minaron mi energía, cambiaron la credibilidad que tenía sobre mi trabajo, me hicieron caminar con anhelo, deseo, sentimiento de que las metas llegarían en algún momento y de que debía continuar creyendo sin detenerme.
     Ahora sé que probablemente nunca llegará. Igual que tengo claro que una respuesta a mi último email no es la cima del monte, sino un primer peldaño. Realidad, eso es lo que me faltó en muchos momentos, la incertidumbre es el peor de los estados, porque puedes construir demasiados castillos en el aire a la vez que esperas sin frutos.
   La peonza sigue con su rotación incómoda. Hay instantes que trae la destemplanza, dándome a entender que no vale la pena seguir adelante, que es una pérdida de tiempo, que se acabó. Pero cuando vuelve a girar la energía renace como un Ave Fénix y dicta párrafos completos a mis dedos ansiosos por darle vida a mi mundo paralelo.
   Me mareo demasiadas veces. Sin embargo los meses de reflexión, de prometerme a mí misma caminar sobre un terreno sólido, de ser sincera a la hora de valorar las cosas y de mirar la realidad a la cara me han ayudado a superar los instantes de flojera.
      Hoy me he levantado con millones de cosas importantes por hacer, y escribir no entra en mis planes (no hay tiempo). Ayer me lo tomé de descanso, me fui con mis hijos y mi hermana a un museo, a pasear, a comer por ahí y por la tarde a tomar algo con unas amigas. Y hoy lo mismo, vacaciones de escritura hasta el sábado.
      Y ahora casi que me voy a duchar para no llegar tarde al trabajo…
      ¡Feliz día! J

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4 comentarios:

  1. Bueno, escribe porque te gusta y punto... lo que tenga que ser será. Mientras sigue publicando en Amazon para tus lectores, las minorías también contamos ;-)
    Un FELIZ día.

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    1. Pues esa minoría es la que me hace sonreír por las mañanas... ¡Un beso!

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  2. pat, hace poco pasé por un tiempo igual... borré todo lo que había escrito, me retiré de todo; pero algunos amigos me convencieron de volver y empecé de nuevo.
    es cierto lo que dices, tal vez sean sueños nuestros anhelos y quizás nunca alcancemos el exito anhelado... pero en la lucha está el placer. y mientras alguien nos lea, no hemos perdido el tiempo.
    te mando un abrazo desde colombia... te leo.

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    1. ¡Mil gracias por tus palabras José Marco! Es cierto, escribir es un placer... ¡Imposible renunciar a él! ¡Un abrazo!!! :-)

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