Escribir por placer

7:07 Pat Casalà 2 Comments

       ¡Buenos días! Un lunes más en el calendario… Cuando hace este calor cuesta más levantarse para ir a trabajar… ¡Pero es lo que toca! ¡Así que arriba y a currar!
       Ayer avancé bastante en el desenlace de LMR, aunque todavía me quedan unos quince folios. Me gusta esta historia, es un poco angustiante, de aquellas en las que cuesta ponerse en la piel de la protagonista. Pero me lo paso genial buscando la manera de encarar las situaciones, creando una trama policial interesante y juntando piezas en el momento preciso.
       Estoy en un punto de mi vida en el que ya no creo que mi futuro esté en las letras, por eso no siento aquella necesidad imperiosa de terminar las novelas ni de escribir a todas horas. Mi mente ya no está las veinticuatro horas inmersa en las tramas ni acompaña a los personajes ni vive únicamente para dar verisimilitud a las historias.
      Quizás esa serenidad a la hora de escribir me ayuda a hacerlo con pausa, sin tanto afán y tanto estrés que luego se transmitía a las páginas. A mí me gusta esa manera de escribir, hace que los lectores quieran saber qué pasa a continuación. Y he de admitir que cuando mi cabeza se pasa el día entero dándole vueltas a las tramas la historia es más intrincada.
       LME es una novela distinta a las anteriores, en ella cambié de registro y conseguí darle una mayor profundidad a los personajes principales. El LMR voy por el mismo camino. Hay gente que alaba La Baraja, El Secreto de las Cuartetas y El Secreto de los Cristales como algo distinto a lo que hago ahora. Quizás en el futuro pueda unir lo mejor de cada estilo…
       Ser feliz con tu vida es primordial a la hora de avanzar con ilusión. Ahora me doy cuenta de muchas cosas que antes no sentía. Soy capaz de encontrar el rumbo en cualquier momento y de vibrar con un instante. Ayer decidí poner en práctica una de mis clases de cocina y preparé un arroz caldoso de bogavante. Fueron dos horas de cocina, unos cuantos nervios y unos minutos para saborearlo, pero valió la pena.
      ¿Qué os parece? Mmmmmm, estaba bueno.
      Hoy tengo a mi niña en casa hasta las tres y media. Me la trajeron ayer por la tarde y me hizo muchísima ilusión tenerla en casa unas horitas. Me la llevé al Burger King para que se atiborrara con un festín y luego hablamos un ratito. Hoy me vuelvo a quedar sola con mi marido durante diez días más. ¡Un lujo!
     ¿Qué os depara la semana? A mí trabajo, tardes de baile y piscina, momentos de tranquilidad y un sinfín de ilusiones.
     ¡Feliz día! J

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