Mejorar con ritmo

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! La mañana parece tranquila, sin demasiadas nubes ni amenaza de lluvia. Tengo pereza, me ha costado muchísimo levantarme de la cama para caminar por las horas con energía, pero el día se lo merece.
Ayer me planté con mis dudas, se terminó darle vueltas y más vueltas a la situación y quedarse sin escribir. Prefiero arriesgarme a tirar hacia delante el proyecto a quedarme varada en un rincón.
Empecé a rellenar los capítulos con información lógica para sentir cómo surge la llama del amor entre los protagonistas y hacer más creíble la trama. Lo voy a probar, no dejaré de intentar darle una visión más fresca para conseguir el mejor ritmo posible.
Si al terminar no me convence la nueva versión volveré a la anterior. Es sencillo, solo necesito ver si me gusta con los cambios o prefiero la primera propuesta. Y mientras escribo escenas no contempladas en un principio siento cómo la conexión con los personajes resurge con fiereza.
Desde mi pequeño reducto de creatividad consigo superar con nota el ansia de compartir mis letras. Lo importante es saborear cada escena, llegar al lugar donde moran mis ilusiones a través de la escritura y vibrar con cada giro de la narración.
Me gusta escribir con música, creo listas independientes en Spotify para cada novela, busco el ritmo que más se adecue a la parte sensitiva de los sucesos y la escucho en bucle. Las notas transmiten sensaciones, consiguen darle una dimensión diferente a la carga emocional de los capítulos.
Últimamente me dedico a incluir parte del repertorio musical en la narración, les otorgo a los protagonistas la potestad de escuchar las mismas canciones que yo mientras narro sus peripecias y consigo una comunión importante con la trama.
Es curioso, cuando leo necesito la música apagada, porque no quiero interferencias a la hora de sentir. Es importante escuchar las palabras, dejarse seducir por las emociones de las frases y descubrir si los capítulos consiguen agitarme sentimentalmente.
CDTEAT me mantuvo en un estado de aislamiento del mundo durante un mes y medio. Fue una experiencia intensa, acabé con una contractura cervical severa, estirada en la cama sin poder escribir ni una letra en el ordenador. Para corregirla con objetividad necesitaba tomar distancia, deshacerme de esa sensación indomable de ser parte de los protagonistas.
Por suerte he encontrado la vía directa a mejorar la novela. Las opiniones de mi lectora beta me hicieron reaccionar, su visión es demasiado impactante para mí, pero me ha ido bien para rebajar las expectativas y darme cuenta de cómo darle un par de vueltas de tuerca a la trama para dejarla perfecta.
¡Feliz día! J

  

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