De Fort William a Portree (isla de Skye)
¡Buenos días! Ayer fue un día de decisiones importantes y
estoy feliz de haberlas tomado. Pronto voy a poder compartirlas con vosotros,
pero todavía no, antes han de pasar unas cuantas cosillas… Aunque he de decir
que me hace muy feliz porque al fin he cerrado 2017 en temas de publicaciones.
Nuestro viaje por Escocia estuvo lleno de problemas, frío
intenso y un sinfín de kilómetros en coche, pero también me sirvió para
desconectar, descansar y no hacer otra cosa que pasarlo bien. No me llevé el
ordenador. Es la primera vez en mi vida que viajo sin él y fue una experiencia
genial.
Nos despertamos en Fort William acompañados de la tormenta
incesante. Teníamos dos horas y media de trayecto hasta Portree, en la isla de
Skye. A la hora de decidir ruta no dudamos, ya que la idea de elegir la
carretra de la parte de abajo nos seducía un montón, así que tiramos por allí
ya que a nuestro entender es la más bonita.
He de admitir que el camino fue espectacular, con varios
lagos impresionantes y laderas yermas, con colores de diferentes tonalidades de
marrón. Era un paisaje que parecía sumergirte en otro mundo. Me encantó.
La única pega fue que al llegar al muelle para tomar el
ferry que nos debía dejar en la isla de Skye lo encontramos cerrado por el
temporal. El mar estaba bravo, lleno de olas y con resaca.
Nos quedamos un poco hechos polvo ya que la única manera de
ir por la otra carretera era regresar a Fort William y llevábamos dos horas de
viaje…
La verdad es que parecía que el karma nos odiara porque
todos nuestros planes se fundieron en la nada. En Escocia en invierno se hace
oscuro a las cuatro de la tarde, por eso habíamos madrugado y resultaba que no
íbamos a poder aprovechar las horas de luz.
El cambio de ruta nos llevó tres horas más. Por el camino paramos
en el Eilean Donan Castle, un castillo alucinante. Hacía un viento huracanado
que nos impactaba en la cara, pero bajamos y caminamos por el puente de piedra
que lleva hasta él. ¡Me encantó!
Tras una sesión de fotos bastante larga retomamos el viaje
para llegar cuanto antes a Portree y poder instalarnos en el hotel.
La carretera nos llevó a un puente que une la isla con la
parte peninsular. Es una construcción de hierro increíble.
La isla de Skye es famosa por sus acantilados, su
naturaleza, sus cascadas… Estábamos emocionados de estar por fin en ella y
pusimos rumbo a Portree lo más rápido posible, atravesando nuevos lagos, nuevas
laderas, nuevos paisajes emocionantes.
¡Feliz día! J
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