Entrevista a William E. Fleming
1.
¿Cuándo supo que quería
dedicar su vida a las palabras? ¿Cómo lo supo?
Hay una cosa que siempre he
detectado, la cual, no llegar a recordar el mismo momento del inicio de una
cosa; hace que parezca que siempre ha estado contigo.
Supongo que el primer atisbo de deseo, fue cuando puse mis manos sobre la vieja máquina de escribir de mi madre –una vieja Olivetti Lettera, creo recordar la marca–; ahí mis manos tomaron posesión de mí y tuve que dejarme llevar.
Supongo que el primer atisbo de deseo, fue cuando puse mis manos sobre la vieja máquina de escribir de mi madre –una vieja Olivetti Lettera, creo recordar la marca–; ahí mis manos tomaron posesión de mí y tuve que dejarme llevar.
2.
¿La imaginación ha
formado parte de su vida desde pequeño? ¿Escribía ya en libretas o en folios?
Desde que estaba en el seno
materno [risas]. Creo que desde siempre he sido abocado a un maelstrom de la
vida del artista. Casi de forma indefectible llegando poco a poco, sin quererlo
al punto de la singularidad. Recuerdo que de pequeño me decían que era muy
bueno con los puzzles, una parte importante es la memoria espacial, puede que
ello fuera el detonante.
En libretas, folios, blocs de notas, propagando, márgenes de los libros de textos del colegio… hasta incluso servilletas, cualquier hueco libre donde haya podido o pueda plasmar una frase, idea o simplemente un dibujo esquemático de lo que deseo. Hasta incluso en algún trozo de papel higiénico [risas]. El gran reino del trono de las ideas.
En libretas, folios, blocs de notas, propagando, márgenes de los libros de textos del colegio… hasta incluso servilletas, cualquier hueco libre donde haya podido o pueda plasmar una frase, idea o simplemente un dibujo esquemático de lo que deseo. Hasta incluso en algún trozo de papel higiénico [risas]. El gran reino del trono de las ideas.
3.
¿Cree que la
creatividad es innata a las personas o que se puede cultivar?
Se puede cultivar, pero es como
los productos del campo, los que son producidos de forma lenta, clásica; mucho
más natural, siempre serán mejores que aquellos otros que se han producido en
un invernadero por ejemplo. Es decir, creo que al ser innato te «condena» a
seguir ese mismo camino. Si te sale de dentro irrevocablemente serás conducido
a aquella singularidad que citaba anteriormente. ¿Es malo si lo cultivas? Pues
al igual que si dejas pudrir la planta, no servirá de nada al final es como si
no hubieras hecho ningún provecho.
4.
¡Cuénteme cómo se
fraguó la idea para su primer escrito!
En realidad no lo recuerdo. Si
hablamos de mi primera obra –una bastarda «novella» o intento de ella.
«Encuentro engañoso» es su nombre– pues fue en esa primera etapa de adolescente
cuando todo sale como un geiser y deseas comerte el mundo. Influenciado por
todo lo que me rodeaba, lectura, cine, televisión… Recuerdo que a uno de los
personajes le llamé Karpov como el jugador de ajedrez [risas].
5.
¿Relee alguna vez sus
textos antiguos? Si es así, ¿Se siente identificado con ellos?
Entre mis numerosas notas, cuando
lucho con ellas y el pasado, pues sí que he leído aquellos primeros textos.
Unas veces me identifico con ellos, otras me parecen que no lo escrito yo, no
por el hecho de estar mal, o ser protoideas nacidas de la inexperiencia; si no porque
algunas son resultado de esos momentos de genialidad o el todo es tan alejado
que compruebas cómo has creído también en calidad o en pensamiento. Es como el
ejemplo de leer un trozo de tu viejo diario. Te sustrae a esos momentos y te
hacen ver el pasado. Un viaje muchas veces muy grato al pasado.
6.
¿Cuándo dio el salto al
mundo digital? ¿Qué influyó en su decisión?
El salto base fue hace unos meses (justo el día dos se cumplieron cuatro meses caray), la decisión que me influyó es experimentar ese mundillo. Reconozco que el poder ver una de mis obras terminadas –si algún día terminaba una– me gustaba;
7.
¿Antes de subir el
archivo a Amazon, le dio muchas vueltas al texto?
La primera vez, todo autor,
incluso en estos momentos en los cuales ya hay un modelo, unas ideas, grupos de
ayuda… es mucho caos. Te enfrentas a algo nuevo y no sabes como va a funcionar,
tienes que experimentar poco a poco. Siempre le das muchas vueltas pero al
final se escapan cosas; errores del proceso de edición de un libro. La cadena
de producción la tiene que hacer una sola persona y se formula «el síndrome del
omnisciente» –no vemos errores clásicos o simplones– y puedes subir el archivo
con alguna errata, la falta de un sangría mal puesta.
Lo bueno de experimentar en Amazon, es que puedes subir el archivo cuantas veces desees, e ir corrigiendo esas cosas. Se debe saber que también muchos de los autores no disponen de su dispositivo, el Kindle, si no algún otro tipo de E-reader o ni siquiera ninguno.
Sin dudarlo todo autor se ha replanteado el subir con una calidad decente su trabajo, nos hemos fijado en otros ebooks de similares características. Pensado como maquetar el trabajo, qué incluir en esto…
Lo bueno de experimentar en Amazon, es que puedes subir el archivo cuantas veces desees, e ir corrigiendo esas cosas. Se debe saber que también muchos de los autores no disponen de su dispositivo, el Kindle, si no algún otro tipo de E-reader o ni siquiera ninguno.
Sin dudarlo todo autor se ha replanteado el subir con una calidad decente su trabajo, nos hemos fijado en otros ebooks de similares características. Pensado como maquetar el trabajo, qué incluir en esto…
8.
Hay muchas dudas a la
hora de subir el archivo y darle a “guardar y publicar”: el precio, los
royalties, la información del libro, la sinopsis,.. ¿Cómo las tomó? ¿Qué
influyó a la hora de decantarse por una u otra?
Ahora meses después, cuando la Generación Kindle
empieza a sonar con fuerza más allá de los círculos de Internet. Todo el mundo
empieza a saber cómo se va moviendo las cosas, el precio base por los libros,
la calidad, quienes son los que más están experimentados… etc. Pero hace meses
eso no pasaba. Me guiaba por lo que iba leyendo.
Una diferencia de mi obra actual contra los demás es que son novelas, o antologías de relatos largos o cuentos. Son microrelatos, narración breve.
Una diferencia de mi obra actual contra los demás es que son novelas, o antologías de relatos largos o cuentos. Son microrelatos, narración breve.
9.
Y una vez el libro está
a la venta viene la parte difícil, el marketing. ¿Cómo ha enfocado esa tarea?
Aún la sigo enfocando. Este
proceso es algo totalmente diferente y primerizo. El autor tiene que encargarse
de algo que siempre ha estado en manos de profesionales. No somos expertos en
marketing, y eso puede ir mucho en nuestra contra.
Ahora se está formando una ola de rechazo contra el spamming de forma reiterada, la gente ya sabe cuando compartes información qué tipo de información y por donde… Ya no lo ven como novedad, si no como algo banal y los mismos anuncios pesados que pululan por toda la red.
Ahora se está formando una ola de rechazo contra el spamming de forma reiterada, la gente ya sabe cuando compartes información qué tipo de información y por donde… Ya no lo ven como novedad, si no como algo banal y los mismos anuncios pesados que pululan por toda la red.
10.
¿Usted lee libros
digitales? ¿O todavía compra algunos en papel?
Por supuesto, es el futuro. Aquel
romanticismo del libro de papel no desaparecerá siempre que puedo me hago con
algún incunable de papel para mi colección, sobre todo de Stephen King uno de
mis maestros. Pero en la actualidad y no solo por la crisis, nos hemos
convertido más en un homo digitalis,
ya pocos compran cd para grabar música, o dvd para películas… Usamos discos
duros de almacenamiento masivo, o utilizamos la nube.
11.
¿Mantiene algún
contacto con los lectores?
Los acoso al enterarme que me
leen [risas]. Lo bueno de Internet es ese contacto tan veloz que antes no se
podía tener. Tiene sus contras sin dudarlo, pero creo que es un punto muy a
favor el saber en el acto si le ha gustado al lector tus textos, qué puedes
hacer por ellos, si hace falta cambiar algo de estos… Para mí es importante el
tener cerca la opinión sea buena o mala del fin de la cadena que se inició con
la primera letra sobre el papel.
12.
Su obra de Amazon,
Microclimas, contiene una antología de relatos cortos, ¿Se siente más cómodo
con los microrelatos que con las novelas de larga extensión?
Actualmente
tengo rachas, temporadas en las cuales me decanto por una u otra cosa. Pero
cada una tiene su dificultad. Quizás por mi prolijidad me sienta más cómodo en
la narración breve porque puedo cambiar de temas de forma rápida. Poder pensar
sobre un texto ahora y dentro de cinco minutos otra de tema antagónico.
13.
¡Véndame la obra! Me encanta
que me la describan en pocas palabras…
La narración
breve no es una obra menor. Ahora hay enormes novelas de centenares de páginas
dónde no se tiene el tiempo para leerlas todas. También se puede elegir un
pequeño aperitivo. Unas pinceladas de muchos temas, un buen paladeo de
temáticas, pueden ser leídas en un trayecto de tren, esperando el bus, en un
momento de ocio…
14.
¿Se ha basado en alguna
experiencia personal para los microrelatos?
Creo que todo autor se basa en algo personal, sea biográfico, autobiográfico o estar sentado en un banco del parque y ver caer una hoja.
15.
¿Se dedica únicamente a
escribir?
Por el momento con la coyuntura actual, sí. Sigo formándome de forma autodidacta como siempre, y espero dentro de unos meses empezar a estudiar de nuevo.
16.
¿Esté preparando
algún proyecto nuevo?
Siempre tengo proyectos, ahora estoy terminando una nueva edición de Microclimas, pero también acabando Microtentaciones y Micro Stories –antologías de micros y relatos también– y algunas antologías de cuentos sobre mi universo propio. Sin hablar de varios proyectos más (Haikus, cuentos ilustrados, poemarios junto a una pintora…) Mi prolijidad hace que ideé casi como una máquina.
17.
Por último, tras
agradecerle su dedicación, me gustaría que sintetizara en una única frase qué
le aporta esta profesión.
«Ella, la
escritura, me da la voz que otros callan. Mis personajes son yo pero también
otros y su voz son las letras»
Sigo detectando un denominador común en todos los entrevistados. Todos tenemos ese gen alterado desde pequeños, con libretitas y bolígrafos de la época. Yo era de BIC Cristal, que escribía normal.
ResponderEliminarExcelente entrevista.
Enhorabuena a los dos!
Un autor interesante. No le conocía, aunque sí me suena haberme cruzado alguna vez con los "Mircroclimas" (no sé, me suena mucho el título, tendré que indagar).
ResponderEliminarEs verdad que hay gente que considera el relato un género menor y yo también creo que no es cierto, que está a la altura de una novela. Aunque tengo que reconocer, que a mí misma me cuesta leer relato, no sé porqué (quizás necesito leer más de este género, jeje).
Besotes a entrevistadora y entrevistado.
Buen viernes