¡El camino de las ilusiones!
¡Buenos días!
Tras unos días intensos dedicados a las sinopsis, las portadas, la mejora de la
Web y a muchos detalles que preferiría dejar en manos de profesionales, hoy
vuelvo a la normalidad: trabajo, rehabilitación, caminar y, si me queda algo de
tiempo, corregir…
El sábado fui
a ver una obra de teatro musical que mi hija preparó en el casal de verano, en
ella actuaban niños y adolescentes que se pasan todo el año en la escuela de
música y que en verano asisten a los stages que les ofrecen allí. Era una obra
preparada en apenas cuatro semanas, una obra con muchos diálogos, muchas
canciones y muchos bailes, una obra que duraba una hora y media…
¡Lo hicieron
genial! Me sorprendió que no se les olvidara el texto en ningún momento, que sus
movimientos fueran coordinados, que no desafinaran… ¡Me emocioné! Y como podéis
imaginaros, me puse a llorar… ¡Aunque disimulé! Es que estaba en primera fila…
Cuando se
apagaron las luces y los chicos empezaron a ocupar la escena sentí unas
cosquillas en el estómago, fue como si conectara con mi personaje inventado de
pequeña, con aquella Pat Hess que soñaba en convertirse en una novelista de
éxito, que era descubierta por una mujer morena y llevada a Hollywood a rodar
las películas de sus historias.
Esos
recuerdos me abofetearon con fiereza, el sentimiento de luchar por mis sueños,
aquella inmensa alegría al llegar a la meta, la visión de colas interminables
ante un mostrador donde se acumulaban los ejemplares de mi última novela… ¡Lo
sentía tan real!
Y ver la
entrega de niños de todas las edades, sentir el deseo de hacerlo bien en los adolescentes,
descubrir los sueños ajenos y enfrentarme a las dificultades que entraña la vida
del artista, desataron un río de emociones encontradas en mi interior.
¿Sabéis? La
vida está llena de retos, de ilusiones, de fracasos y de éxitos, los sueños
perduran más allá de la realidad, nos ayudan a vivir intensamente, a sentirnos
parte de algo grande, a caminar hacia un lugar concreto sin desfallecer. Mi
camino en la senda de la literatura está lleno de altibajos, es como si
surfeara entre altísimas olas y tan pronto estuviera en la cresta como en el
agua fuera de la tabla… ¡Y la única manera de mantenerse en ella es atarse
fuerte, agarrarse y volver a subirse si te caes!
Las
decisiones que tomé de pequeña, las ilusiones y esperanzas que deposité en mi
futuro, me acompañan desde siempre y siguen latentes en mi interior. Por eso me
siento aquí cada mañana, por eso felicito el día a muchísimas personas cuando
me despierto, por eso persevero en la publicidad del libro y toco, retoco y
vuelvo a retocar las sinopsis, las portadas, la Web, los manuscritos… Intento
aprender los conocimientos técnicos que no tengo para ofrecer nuevas vías de
publicidad y lucho sin descanso por ver mis obras en los Kindles del mundo.
Y sí, soy una
pesada con la publicidad en Facebook y en Twitter, pero ese es el camino para
dar a conocer mis novelas y mi nombre y mientras tenga empuje veré la vida de
color de rosa, con la felicidad como motor. Y cada pequeña venta enciende una
luz en mi interior, una luz que me ilumina los días que las ventas descienden o
desaparecen, una luz que me guía en la selva amazónica y me dice que vale la
pena no desfallecer.
¡Feliz día!
Una entrada muy emotiva, Pat. Me gusta.
ResponderEliminarY no, no eres pesada... la publicidad se trata de eso, de publicitar ;-)
(Parece que llevo la pole cada día comentándote jeje).
¡Estás en mi ranking personal de buenas seguidoras!! Jajajajaja. ¡Gracias por estar ahí!!! BESOSSSS
Eliminarq entrada más bonita!! da q pensar.
ResponderEliminarla promoción es así, no eres pesada, no te apures!!!
aquí estamos para ayudar en lo q podamos.
besotesss
¡Gracias MaryLin! Es cierto, la promoción a veces se hace larga y pesada, pero luego da sus frutos... ¡Graciaspor estar siempre ahí! ¡BESOSSSS!
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