Sonrisas matutinas
¡Buenos
días! ¡Viernes! Esta semana ha sido rara, triste y un poco desordenada… La
rutina te ayuda a asentar los sentimientos y a darte cuenta de lo importante.
Como decía mi cuñada: siempre positivo, nunca negativo.
La
lección que nos dio acerca de cómo encarar los problemas me llena de energía,
quiero caminar por la vida con esa sonrisa, con esa aura de ilusión compartida
por cada recodo del sendero, emocionándome con las pequeñas cosas…
Escribir
acerca de los sentimientos, conseguir una historia que te atrape desde el
principio y mantenga la tensión hasta el final y darle giros inesperados en
momentos álgidos es maravilloso, algo que me llena demasiado para dejarlo a un
lado.
Mi
cabeza es extraña, se pasa el día dándole vueltas a las ideas y creando
personajes que me acompañan durante un tiempo y dejan huella. A veces me meto
tanto en su piel que siento la necesidad de sacarles del atolladero en el que
les he metido, como si fueran reales y pudiera transportarme a su coraza.
Sé
que hace tiempo tiré la toalla de la publicación, que me prometí no esperar más
a que algo grande sucediera, que decidí escribir por emoción y no por
consecución de objetivos. Una vez leí que el escritor es aquel que incluso
frente a la adversidad no puede abandonar las palabras.
No
volveré jamás al punto en el que la obsesión de publicar era lo que capitaneaba
mis días, tengo demasiadas cosas maravillosas en mi vida para avanzar
únicamente en una dirección. Pero no voy a perder la esperanza, recogeré esa
toalla que tiré al suelo y la volveré a colgar en el toallero para que me
muestre cada día su luz.
Y seguiré dándole a las teclas en las horas
muertas que el día me regala, llenando folios con historias que me encantan,
pensando en la siguiente novela con la ilusión de encontrar algo nuevo que
contar, permitiendo que cada personaje encuentre su destino…
Quizás
algún día la Providencia me sonría y esas tramas en las que dejo un pedacito de
mi alma llenen algunas estanterías…
¡Feliz
día! J
Pat. Como has estado mi amor. Gracias por enviarme esta reflexion, tomare prestada una parte que encaja en lo que me paso el dia de la tormenta que hizo que encallara mi buque, cito: "... pero no voy a perder la esperanza, recogere esa toalla que tire al suelo y la volvere a colgar en el toallero para que me muestre cada dia su luz"
ResponderEliminarCordialmente, quien te quiere, Jose @catire701939
Trinidad