¡Buenos días! Ya ha llegado el día, ese en el que sale a la venta mi nuevo libro… Ayer me pasé la tarde con taquicardia, nerviosa, incapaz de escribir y a la hora de mi clase de baile me costó un montón seguirla sin caerme porque mi mente estaba muy lejos de ahí. Es un gimnasio nuevo, con gente a la que no conozco, un profe nuevo y yo estaba como un flan.

Cada nueva publicación es un dolor de estómago. Porque cada novela es un mundo a explorar, hay demasiadas en el mercado y nunca sé si la recibirán con deseos de leerla o me voy a quedar a las puertas de interesarles.

Para mí la escritura es un momento dulce, intenso, maravilloso. Los personajes se apoderan de mi alma, me acompañan durante un tiempo y consiguen hacerme sentir en estéreo. Es una sensación adictiva, quizás por eso nunca dejo de crear historias, de darles vida, de buscar esa conexión con una en concreto.

Luke fue un secundario interesante en la trilogía de Julia y Zack. Tenía el punto justo de chico despreocupado, mujeriego y con odio al compromiso como para explorarlo en la siguiente entrega de la serie.

Nunca he dejado de admitir que mi preferido es Swan. Quería escribirle una historia, pero necesitaba una introducción, verlo crecer como personaje, así que decidí empezar con Luke para encontrarle la media naranja a Swan.

Kristie nació como una chica con un pasado doloroso, la antítesis de Luke, alguien que desea crear lazos afectivos con la gente porque ha tenido demasiadas personas de paso. Quería explorar esa dicotomía de caracteres en una pareja, quizás un cuento de Cenicienta moderna…

A medida que escribía el primer capítulo apareció Steff. Arrolladora, divertida, con una personalidad explosiva, llena de vitalidad… Y ella era el contrapunto perfecto para Swan.

Hay algunos personajes que calan fuerte en mi alma. Julia lo hizo, y Zack, quizás por eso les escribí tres novelas. Kris, Steff, Swan, Dennis y Luke también tienen un trocito de ella.

Creo que esta serie se ha llevado una parte importante de mi corazón. En ella he impreso mi corazón, mis esperanzas, mis ilusiones. Cada una de las seis novelas es un desafío a mis sentimientos, se llena de ellos e intenta (ya me diréis si con éxito) transmitirlos al papel, al lector, a la persona que está detrás de sus páginas.

Ayer anunciaron en las redes la portada de Steff y Swan. Mi vida sin ti. Si algo tiene Red Apple Ediciones es una ilustradora increíble, Shia consigue darle vida a mis ideas, captar cada uno de mis deseos y plasmarlos en esas cubiertas perfectas.

¿Os gusta?

En breve la novela saldrá en todas las plataformas. Si todo va bien en abril la tendré en papel. Y ahora debo dejarla marchar, ofrecérosla, esperar con el corazón en un puño a que salgan las reseñas encajar las opiniones.

Es como un salto al vacío…

¡Feliz día! J