¡Mi niña se va de viaje de fin de curso!

9:29 Pat Casalà 2 Comments


¡Buenos días! Aquí me tenéis, recién llegada del aeropuerto para despedir a mi niña. Se va a Mallorca de viaje de final de curso, un viaje inolvidable que la ayudará a despedirse de sus amigos de primaria y a empezar a entender el fin de ciclo, el término de una etapa en una escuela y las nuevas experiencias que vivirá pronto en su colegio nuevo.
Estoy absolutamente reventada. ¡Me he despertado a las 5:40 para estar a las 6:45 en la T1 de El Prat!!! ¡Y ayer noche el perro del vecino estuvo ladrando sin para ni un minuto hasta pasada la 01:00 de la madrugada!!! ¡Y no me dormí hasta entonces!
Dejar a Irene en la puerta de embarque, junto a sus amigos y los cuatro profesores valientes que se atreven a embarcarse con cuarenta y dos niños en un avión para pasar cinco días en  Mallorca, me ha despertado alguna que otra lágrima. ¡Es que mi niña se hace mayor! Y eso me demuestra inexorablemente que mis años también pasan…
Hace dos años estaba en ese mismo lugar con mi hijo mayor. También le dije adiós en esa terminal, con una angustia intensa y el deseo de que se lo pasara bien, de que los recuerdos de esos días le acompañaran el resto de su vida y que fueran  magníficos.
La verdad es que no se pueden comprar nunca dos situaciones iguales, porque nunca son idénticas. El curso de Irene siempre ha formado un gran equipo, es sólido, simpático, agradable y sin demasiados problemas. ¡Mi hija ha tenido una suerte increíble al formar parte de esta promoción que se despide estos días! Estoy segura de que el jueves regresarán contentísimos y el viernes abandonaran entre lloros la escuela donde han convivido durante nueve años…
Àlex no tuvo un a buena experiencia con su grupo de primaria, pero ahora, en su fantástico cole de secundaria ha conseguido sentirse parte de un todo, querido y apoyado, feliz… ¡Y es que a veces hace falta un cambio para encontrar el camino correcto!
Tener hijos es una experiencia con muchos matices. Ríes, lloras, te emocionas, sufres,… Pasan muchas etapas a las que debes adaptarte, tienes la obligación de enseñarles un camino fructífero en la vida, de luchar por su educación, por su felicidad, por su futuro. ¡Y te dan tantas alegrías! Y algún  que otro disgusto, ¡para qué nos vamos a engañar!
Hoy, mientras veía a mi pequeña pasar por la puerta de facturación sin ni despedirse con la mano, charlando animadamente con sus amigas, me he sentido dichosa y plena.
Cuando era pequeña tenía dos grandes sueños: casarme muy joven, tener un niño primero y una niña después y vivir de la literatura a los cuarenta. ¡Cumplí mi primer sueño! Me casé con 23 años y con 25 tuve a Àlex. ¡Curiosamente el destino me regaló un niño primero! Y para no desentonar Irene nació casi tres años después….
¡Ahora me tocaría cumplir el segundo sueño!!! Jajajajaja, ¡todavía me quedan doce meses para alcanzarlo!!!!
¡Os deseo un gran domingo!
         

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2 comentarios:

  1. Imagino que siempre cuesta ver que tus hijos se hacen mayores, pero también a la vez es bonito verles crecer y madurar.
    Mallorcaaa, que recuerdos!!!! que bonito.
    Seguro que Irene se lo pasa de fábula. Yo recuerdo mis primeras excursiones cuando era más peque y de todas guardo buen recuerdo.
    3 deseos cumplidos de 4, eso no está nada mal, ehhh.
    Aleee, ahora a por el cuarto.
    Besotes y buen domingo!!!

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    1. Cuesta mucho verlos tan mayores... Cuando veo al niño: todo un chicazo de 1,75 mts, 44 de pie y un cuerpo cuadrado me acuerdo de cuando era chiquitin y pienso, "¡cómo ha crecido!"
      A ver si ese cuarto deseo llega algún día....
      BESOS

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