Deseos...

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Los hijos no vienen con un manual bajo el brazo y muchas veces cuesta un mundo encontrar la mejor vía para ayudarles a madurar y a elegir el camino correcto. Ayer hablaba con una amiga acerca de la dificultad a la que nos enfrentamos los padres cuando les vemos equivocarse una y otra vez, sin que tengan claro la importancia de escuchar y redirigir sus pasos.
Uffff, hoy me levanto con resaca de decepción, no me gusta vivir siempre en la cuerda floja con las notas ni esta manera de encarar la vida que han cultivado mis hijos. Es lo que hay, no puedo hacer nada para cambiarlos, debo intentar capitanear el barco de su vida con la mínima zozobra posible, pero a veces mis disgustos se convierten en ira mal contenida.
En fin… La tarde de ayer se llenó de compras navideñas, de instantes serenos, de tranquilidad previa al asalto de la noche. Hay gotas que colman el vaso de una manera tan intensa que rebosa con facilidad. Las oportunidades al final se agotan, como nuestra paciencia, y hay que tomar medidas drásticas.
Quiero y deseo la felicidad de mis hijos, como cualquier madre, pero también soy consciente de que la lucha constante por tus metas ha de dirigir nuestra vida y no la falta absoluta de motivación. Madurar es asumir responsabilidades, saber hasta dónde se puede llegar y entender que nada es regalado.
Soy una persona excesivamente responsable, perfeccionista y luchadora. La perseverancia ha dominado mi vida durante años, por eso me cuesta tanto entender la desidia, la falta absoluta de ilusión por superarse, la necesidad de pasar las horas únicamente priorizando el ocio sin darse cuenta de que para avanzar en la vida hay que trabajar, esforzarse, buscar la manera de ver la parte positiva de tu día a día.
Sonrío, a pesar del coraje que me da enfrentarme a las notas de mi hijo, sonrío. Hay que ver la parte positiva de cualquier situación, descubrir que siempre hay una salida y que quizás el tiempo consiga colocar cada cosa en su lugar. Ojalá colabore a la hora de motivar a mi hijo…
Está visto que mi motivación para escribir se ha quedado anclada al calor y al sol del verano. No me apetece escribir ni corregir, solo pasear, cocinar, leer, pasar las horas jugando en el iPad… Sé que necesito encontrar una idea y, sobretodo, el tipo de novela que quiero para desencallar esta sequía.
No tengo prisa, la vida es larga, tengo un trabajo, aunque no sea el mejor, una familia, un lugar donde llenarme de risas y emociones, mi imaginación, una familia estupenda… ¡Qué más se puede pedir!

 ¡Feliz día! J

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2 comentarios:

  1. Pat, dices que tu mente se encuentra varada, vete tu a saber en que Puerto. Sin embargo creo que el bosque no te deja ver los árboles. Escribir todos los días, como haces tu, es una empresa complicada para alguien que se encuentra en dique seco ¿No has pensado en utilizar tus entradas y escribir una novela con ellas? están llenas de ti, de emoción. Seria auténtica, real, con alma. Una buena historia.
    Tienes todos los ingredientes ante tus ojos. Solo tendrias que reutilizarlos, colocarlos, encontrarles su lugar.
    Piénsalo.
    De escritora a escritora, tienes las historia. ¡Cuéntala!
    Inma

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  2. Es una gran idea que quizás algún día ponga en práctica. De momento este blog se ha convertido en una especie de diario personal... ¡Mil gracias por tu comentario! ¡Un beso!

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