En dique seco

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! A veces hay reuniones que te parecen un marrón de entrada y al final se convierten en un motivo de alegría. Ayer tuve dos de ellas y me siento completamente feliz. Estaba nerviosa, no os lo voy a negar, hay decisiones necesarias que tomar y asuntos postergados, pero resulta que con empeño cualquier situación incómoda se puede revertir.
Eran dos reuniones completamente distintas, una de trabajo y otra personal. Admito que fui con un conato de miedo a ambas, eran importantes y no fáciles de sobrellevar. Sin embargo la conclusión a la que llegué al finalizarlas fue que no se puede dejar de luchar nunca por sacar adelante unos hijos, un trabajo, una carrera…
Parece que por fin mis hijos empiezan a entender la necesidad de aplicarse para construir un futuro a su medida. Me hace ilusión verlos madurar a marchas forzadas, cambiar sus percepciones de la vida, caminar hacia un lugar donde las inseguridades típicas de la adolescencia se fundan en una corriente de autoconfianza.
En el trabajo había que atender una circunstancia ajena al desarrollo propio del negocio. Por suerte la documentación preparada estaba acorde con las expectativas de mis superiores y la vieron perfecta para presentarla, así que m4e fui a casa tarde, pero con una sonrisa.
Quería pasar la hora libre que me quedaba tecleando en el ordenador, cambiando algunos aspectos de la trama de PELN, sin embargo no conseguí escribir al llegar a casa, estoy a punto de colgar un letrero de «se busca» para recuperar esa caprichosa inspiración que ha decidido dejar mis ideas en un dique seco. Quizás tenía frío y ha decidido seguir mis propias palabras e irse de vacaciones al Caribe, cerca del mar, mecida por la terapéutica resaca de las olas.
 Ya sé que ahora empieza el frío y que tenemos muchos meses duros por delante. La parte positiva de las bajas temperaturas es la posibilidad de pasar varios fines de semana esquiando, deslizándonos por las pistas con aquella sensación de libertad que te ofrecen esos parajes.
Debería encontrar la motivación para regresar a las clases de baile, desde que mis dos profesores estrella ya no están en el club siempre encuentro excusas para no ir. A ver si esta noche me armo de insistencia y acudo a desfogarme un poquito.
Estoy convencida de que tarde o temprano volveré a escribir. En otros periodos de mi vida también he sentido esta sequía creativa, no hay de qué preocuparme, tarde o temprano me asalta esa necesidad imperiosa de narrar las peripecias de alguien y corro a buscar las horas libres para llenar hojas del Word con una rapidez imparable.

¡Feliz día! J

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