¡Gran fin de semana!
¡Buenos días! Llueve.
Grrrrrrrrrrrrrrrrrr, lleva tantísimas horas lloviendo que ya me veo en una
barca para llegar a la oficina… Por suerte el fin de semana ha sido genial, con
actividades perfectas y un sinfín de momentos intensos que guardar en la memoria.
El sábado por la mañana fui a una
maratón de baile para recaudar fondos para paliar el sida. Fue en un gimnasio
que no conocía, lleno de amigas que hacía tiempo que no veía… Se trataba de
bailar durante tres horas seguidas, al ritmo de las coreografías de seis
profesores distintos, cada uno con su estilo y energía.
¡Me lo pasé genial! A las once en
punto estaba en el polideportivo, vestida con mis mallas y una camiseta,
dispuesta a aguantar el máximo tiempo posible. Fran salió al escenario para
presentarnos a los monitores, la música sonaba de fondo, con sus acordes
rítmicos y perfectos para mover el esqueleto.
Tras unos minutos de
calentamiento empezó el show. Los tres primeros profesores los aguanté
perfectos, con emoción y muchísimo ritmo. El cuarto fue mi querido Fran, así
que me llené de vitalidad y conseguí no perder el hilo, pero con el quinto ya
no pude seguir con la misma fuerza.
Dos horas y media después de
empezar ya no podía más, estaba molida. Mis amigas y yo nos fuimos a la ducha,
eran cerca de las dos cuando salimos al exterior, el aguacero nos pilló desprevenidas
y nos empapamos de camino al coche. Las dejé a cada una de ellas cerca de sus
casas antes de irme a la mía a comer.
Por la tarde tocó ir con nuestra
hija a ver Sinsajo al cine. A ella le
hacía muchísima ilusión, así que la acompañamos. Fue increíble encontrarnos con
un grupo de unos quince adolescentes que no paraban de hablar en voz alta,
reír, levantarse, caminar por la sala… ¡Uffff! Debería existir un mecanismo
para pararles los pies, no permitían que viéramos correctamente la película…
Luego necesitaba un traje de
esquí para iniciar la temporada y me fui a la tienda de un amigo que tiene un
montón de ropa chula y bien de precio. No dejó de llover ni un instante… Por la
noche fuimos mi marido y yo solos a cenar para dejarles la casa a mis hijos y a
mi hermana, que tenían una cena de «sobrinos-tía».
Ayer teníamos la celebración de
los diez años de casados de mi tía. Es su segundo matrimonio, se casó tras
muchos años divorciada y está súper
feliz con su marido. Fue muy entrañable, a pesar de la tormenta que se niega a
abandonarnos.
¡Gran fin de semana! ¿Y el
vuestro? ¿Cómo ha ido?
¡Feliz día! J
0 comentarios: