Libertad ante todo
¡Buenos días! Hoy los
calefactores están ardiendo, parece que fuera hace frío. Por un lado me apetece
que la temperatura se estabilice, por fin podré estrenar mi traje nuevo de
esquí y practicar uno de mis deportes favoritos. Sin embargo soy de las que
sufren con el viento gélido que irrumpe en invierno.
Me parece mentira que ya estemos
a principios de diciembre… El tiempo transcurre demasiado rápido, sin darme
apenas un respiro para que me percate del avance de los días en el calendario.
A veces las circunstancias minan
nuestra capacidad para hacer algo. A mí ahora me han dejado sin inspiración (si
alguien se la encuentra con unas gafas de sol, un bikini y la cara sonrojada en
el trópico, sentada en una hamaca a la vera del mar, por favor decidle que la
espero con los brazos abiertos).
No escribo, pero lo mejor de todo
es que no me importa. Antes me angustiaba en las épocas de secano, seguía con
esa necesidad imperiosa de descubrir algo magnífico a la vuelta de la esquina,
con la creencia de que realmente tarde o temprano recibiría un mail o una
llamada llena de esperanzadoras noticias.
Sigo sin respuestas ni de las
editoriales ni de la agencia literaria que contactó conmigo hace dos semanas.
Hoy me he dado cuenta del tiempo que ha pasado, y lo más extraño de todo es que
no me agobia para nada la ausencia total de comunicación.
Hay que pararse a tirar una línea
entre el antes y el después, girar la vista atrás y entender que lo importante
no era llegar a una meta, sino navegar por un mar lleno de intensas emociones.
Y si ahora mi cabeza no quiere escribir, pues no lo hago. Cocino, buceo por internet
en busca de viajes que nunca haré, trabajo mucho, bailo cuando puedo y me
apetece y fantaseo con ideas que no cuajan.
La experiencia me dice que mi
querida inspiración algún día se cansará de sus vacaciones tropicales y
regresará con fiereza el día menos esperado. Entonces quizás reanude la novela
que empecé hace un mes o me decida por otra cosa, ¡qué más da!
Esta nueva sensación de libertad
me da alas (jejejejeje, no necesito el Red Bull…). Es fabuloso compartir con
mis lectoras y lector beta las
impresiones sobre las novelas, a pesar de que a veces no les acabe de gustar
una en concreto. Claro que me encantaría tener este feedback con cientos o miles de personas, pero más vale pájaro en
mano que ciento volando, ¿no?
Hoy tengo el día de frases hechas…
Sigo con esa visión positiva que me faltaba al abrir el blog. Estos años de
posts diarios, sonrisas intensas y felicidad por los alentadores avances
literarios conseguidos a base de tesón y perseverancia han obrado el milagro.
¡Feliz día! J
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