Mosqueo matutino
¡Buenos días! Hay tardes que deberían
dejar de existir, instantes que consiguen deshacer la serenidad conseguida a
base de tesón y alegría, momentos en los que mandarías tu trabajo al cuerno y
remontarías la senda de la vida hacia otro lugar lejano.
Sí, lo sé, no puedo quejarme,
como mínimo tengo un trabajo al que acudir cada mañana. Pero a veces eso no es
todo, hay muchas más cosas que deben considerarse a la hora de valorar positiva
o negativamente una situación… Ahora mismo cogería mis bártulos de encima la
mesa y me iría con la música a otra parte, el problema es que no sé dónde es la
otra parte…
Quizás debería apostar por una
empresa propia, por destripar los entresijos financieros de diversas entidades,
equilibrar sus balances, hacer limpieza de gastos innecesarios, ajustar las
cuentas y ver cómo acaban por dar beneficios. Sería súper interesante.
En fin, ahora no me queda otra
que tragarme la rabia e irme a la oficina, aunque ahora mismo lo único que me
apetece es volver a refugiarme bajo las sábanas para combatir el insomnio ansioso
de esta noche.
Inspiro una fuerte bocanada de
aire por la nariz, espiro lentamente por la boca, vaciando los pulmones hasta
dejarlos secos. En la terraza veo un conato de luz que inicia su camino hacia
el día. No sé si habrá nubes o sol, lo único que veo es la oscuridad rota por
las primeras luces del alba.
Por mucho empeño que pongo no me
deshago del todo de la rabia contenida. En fin, cuando las cosas son de una
manera y llevas arrastrando una sensación demasiado tiempo cuesta relativizar
las realidades que te envuelven constantemente.
Por suerte en la oficina me
esperan personas maravillosas con las que compartir las horas, demasiado
trabajo para que mi cabeza se distraiga durante horas y no tenga tiempo de
evaluar la situación como debería.
Hoy el día se presenta movidito,
con un sinfín de tareas de diversa índole, una despedida triste y muchísimo
trabajo. También tendré una reunión con la profesora de mi hijo y posiblemente
la noticia de las notas de mi hija. Ufffff, no sé si tengo ganas de enfrentarme
a ellas.
Por otro lado considero necesario
hablar con la editorial de El Secreto de
las Cuartetas. Todavía no tengo fecha de publicación y el mes de diciembre
está a punto de espirar, junto con el contrato que firmé. Ojalá pudiera daros
buenas noticias en ese sentido, pero a la fecha que estamos me parece que no
las habrá.
Parece que hoy me he despertado
con el pie izquierdo… ¡A ver si consigo darle la vuelta en pocas horas!
¡Feliz día! J
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