Un día de asueto

8:27 Pat Casalà 0 Comments


            ¡Buenos días!!!! Espero que todos hayáis disfrutado de un feliz fin de semana.  El sol ha sido el rey en casi toda la geografía española. Sol, calor, agua, mar, piscina, montaña… ¡Qué bonito es pasar el día al aire libre!
            A mí me llevaron a tomar el sol en la terraza de mi madre. ¡Fue genial! Después de meses encerrada sin casi ver el aire libre estar estirada en una hamaca fue lo máximo a lo que podía aspirar. Y además no tenía conexión a Internet ni ordenador ni libros ni nada de nada. ¡Ya os dije que me tomaba el día libre!
            Fue una jornada de asueto en toda regla. No reflexioné, no pensé, no cavilé durante horas ni intenté esclarecer cuál es el mejor camino para seguir caminando, sencillamente dejé pasar el rato a mi alrededor, sacándole jugo a cada instante, viendo sólo lo bueno.
            Por la tarde fui a ver mi suegro contradiciendo las indicaciones de mi médico. Es ley de vida que los padres nos abandonen tarde o temprano, pero verle ahí, en el hospital, con casi la certeza de que no va a salir caminando, me encogió el corazón de manera irremediable. ¡Le conozco hace veintiún años y es alguien maravilloso! Creo que me va a ser muy difícil dejarle marchar.
            Y luego nos pusimos una película en la tele para olvidar y no pensar en nada, sencillamente dejarnos llevar por las tonterías de la pantalla. Compramos Fuga de Cerebros 2 en una Web y la miramos en la tele, pero la verdad es que no fue demasiado buena… ¡La primera parte me gustó mil veces más!
            Por la noche me llamó una amiga que hacía muchos años que no escuchaba, el tiempo y la distancia había debilitado los lazos que nos unían en el pasado, pero como toda amistad al empezar a hablar surgió de nuevo el compañerismo y la empatía que en un instante lejano nos permitió vivir juntas un año cuando estábamos en la universidad.
            Sigo nostálgica, muy nostálgica. Pienso que cuando un cúmulo de situaciones negativas se acumula a tu alrededor debes bucear entre la realidad que te envuelve y encontrar la parte positiva, aquella que te va a permitir salir fortalecido de cada acontecimiento, con una sonrisa fuerte y vivaz, con la ilusión renovada y unas ganas locas de vivir a tope.
            Y claro que sí, estoy segura de que todo va a volver a un cauce maravilloso, que pasados los tragos amargos voy a empezar a saborear el sabor dulzón de los sueños alcanzados, de los días de movimiento, de las horas de baile, de los paseos, de las caminatas, de la ilusión,…
            El optimismo es lo último en perderse, la última frontera entre la apatía y la fuerza, una frontera que debemos rozar si es necesario, pero nunca traspasar.
            Voy a ver qué me depara hoy, qué tengo ganas de hacer, con qué me apetece llenar el tiempo libre y cómo pasar las horas de reposo obligatorio que me tengo por delante.  
            Esta semana tengo una magnífica entrevista preparada para el jueves. Espero que os sigan interesando las respuestas de los autores… ¡A mí me están encantando! Y a ver si mañana puedo avanzar con Los Cofres del Saber….
            ¡Pasad un gran día!

You Might Also Like

0 comentarios: