Hace dieciséis años...
¡Buenos
días! Hoy hace dieciséis años que tuve a mi niño… Bueno, ahora ya no es un
niño, es más bien un adolescente grande y autónomo con ideas propias. Es bonito
que fuera un regalito de San Valentín.
Las
curiosidades de la vida hicieron que mi hija naciera el día en el que mi amigo
Valentín se casaba… ¡Dos niños, dos coincidencias con un nombre! Quizás a Irene
le debía poner Valentina… ¡Pero a mí me encanta el nombre de Irene!
Recuerdo
con claridad el día en el que nació Àlex. Yo tenía veinticinco años, me había
casado a los veintitrés. Estaba de treinta y seis semanas y empecé a tener unos
dolores intensos en los riñones. ¡Y me fui al hospital anunciando que estaba
sufriendo un cólico nefrítico! Jajajaja, ¡me enviaron rápido a la sala de
partos!
Es
ese entonces todavía no me atrevía a novelar mis mundos paralelos, los dejaba
para mi imaginación, convivían conmigo en el más absoluto silencio.
Del
parto evoco el mal rollo que pasé por culpa de la comadrona naturista que me
tocó. Me tuvo hasta los ocho centímetros de dilatación sin epidural, con contracciones
que me obligaban a vomitar. Al fin empecé a gritar: «¡Yo me voy a mi casa! ¡Qué
para otra! ¡No puedo más!». Gracias a este arranque de genio conseguí el
pinchazo mágico.
Conclusión:
si eres primeriza y no te ponen la epidural, grita con todas tus fuerzas para
hacerte oír. Jajajajaja.
Una
de las cuestiones que más me incomodaba fue que me puse de parto un viernes 13.
Uffff, ¡qué yuyu! Quizás por eso Àlex decidió aparecer a las dos y media de la
madrugada del día catorce y ser para siempre un chico del día de los
enamorados.
Está
claro que desde ese momento en mi casa ya no se celebra San Valentín, sino el
cumpleaños de Àlex.
Esta
fecha es interesante, fue el día que mi marido eligió para regalarme la alianza
de compromiso hace ya muchos años, diecinueve para ser exactos. ¡Quizás este
día es perfecto para atraer la suerte! Mi hijo ha crecido sano y fuerte y mi
matrimonio también.
Para
celebrarlo iremos los cuatro con mi hermana al Wok, ¡es lo que ha pedido! Quiere
hartarse de comer Makis hasta la saciedad. Y yo le haré un pastel, un bizcocho
sencillo, con una dosis inmensa de Nocilla.
¡Feliz
día! J
Muchas felicidades a los dos y un muy FELIZ día y ya aprovechando... FELIZ fin de semana también :-)
ResponderEliminar¡Feliz fin de semana! :-)
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