Inventar historias
¡Buenos días! Un día más en la vida, una mañana
más, una entrada más… Cada día me levanto con la emoción de encontrar un tema
interesante para escribir un folio de Word, con la emoción de ejercitarme en
las letras, de sentir cómo las palabras fluyen.
Desde niña una de mis ocupaciones favoritas era la
de llenar los silencios con anécdotas, dándole color a situaciones insípidas.
Inventar historias era mi pasatiempo, sacarle punta a los sucesos diarios me
apasionaba, era una manera de describir de viva voz.
Recuerdo mi primer escrito de verdad, una obra de
teatro que sucedía en un campo de amapolas. Se me ocurrió una tarde de primavera
en el pueblo donde veraneábamos. Ahora mismo soy incapaz de evocar la trama, a
los quince años quemé los cuadernos con mis historias, pero tengo un vago
recuerdo de esa idea, de presentarla en el colegio y de la emoción de la
profesora. Conseguí que se interpretara en una función de Navidad.
Solo tenía diez años…
La imaginación es un don de la naturaleza, la
capacidad de ver más allá del ahora para colorear instantes en blanco y negro.
A veces cierro los ojos y me transporto a otro lugar donde mis deseos son
realidades y vibro con la emoción de vivir una experiencia única.
Inventar historias es mi sino, uno grande y
perfecto. Conseguir esa sincronía entre los personajes y mi realidad es una
bendición que solo me regala sonrisas. Desde que entendí la grandeza de dejarme
seducir por el proceso creativo la escritura solo me aporta ilusiones.
Tengo dos proyectos en mente. Por un lado darle una
primera vuelta a UUDC y conseguir los silencios necesarios en una novela
romántica adulta. Es un trabajo arduo, hay que reescribir, buscar instantes
demasiado cargados y quitar repeticiones para agregar más acción. Por suerte
tengo mi lectora beta ayudándome con esos flecos. Esas conversaciones de chat
me parecen el mejor de los regalos, que a alguien le interese suficiente la
novela como para comentarla conmigo durante horas, en busca de los fallos, me
llena muchísimo.
Mi segundo proyecto es terminar CDTEAT. Esta
novela ha pasado por varias fases y ahora está en una difícil. Supongo que
tarde o temprano recuperaré la conexión con ella y podré dotarla de esa energía
del principio. De momento he decidido avanzar, dejar la historia hilvanada para
corregir después.
Hoy me levanto con deseos de darle un empujón a
los escritos, de ir al despacho con la energía necesaria para terminar todas
las tareas impuestas.
¡Feliz día! J
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