Saltar en las nubes
¡Buenos días! Viernes lluvioso, cena con mis
antiguos compañeros del colegio, mañana comida de cuarenta cumpleaños, esta
tarde una novela a la que poner fin y una clase apoteósica de Zumba. ¡Y yo con
estos pelos!
No tengo demasiado
claro cómo voy a abrazar las mil ideas que tengo ahora mismo en la cabeza ni se
UDMST funciona. Estoy en aquel momento de pánico en el que no veo si el
manuscrito vale la pena o no. Siempre me pasa lo mismo al encarar la recta final.
Poco a poco voy acabando de delinear el final para
darle una fuerza parecida al de la primera parte de la trilogía, aunque no sé
si conseguiré la misma carga sentimental, porque la última página de CDTEAT te
deja con la necesidad imperiosa de empezar a leer UDMST.
Ayer me incluyeron en un chat de Whatsapp de mi
nueva editorial. Tras tantísimos años en el redil, con deseos de llegar a un
sitio parecido, me emociona pertenecer a un grupo así. Espero con ilusión las
noticias de fechas, portadas, ideas y promociones.
Estoy muy emocionada con este nuevo giro en mi
vida, es como si tuviera la capacidad de volar hasta el cielo de mis sueños,
tocar las nubes y saltar sobre ellas como si fueran colchonetas, sin parar de
reír, suspirando y con la cabeza llena de ideas para nuevas historias.
De momento cada día consigo vencer un poco más mis
records. Escribo a una velocidad de vértigo, no me asusta enfrentarme a la
soledad frente al ordenador, soy feliz con esa faceta, busco las horas
necesarias para estar sola, gruño a quien se acerca a preguntarme algo mientras
tecleo y evito quedar con demasiadas personas en mis horas libres para
internarme en mis mundos paralelos.
Soy capaz de escribir una novela de ciento
veintiocho mil palabras en menos de dos meses, de corregir otra en una semana y
de soñar en imposibles, sin olvidarme de ver algunos vídeos de escenas que me
inspiran. Es lo que me hace vibrar, expandirme, sonreír sin medida y suspirar
mientras pienso en mis protagonistas.
Mi manera de ser siempre se ha alejado de los
cánones normales. Soy hiperactiva mentalmente, siempre tengo varias cosas en la
cabeza y puedo abarcar varias tareas a la vez sin equivocarme en ninguna,
quizás por ese tengo un trabajo donde sin esa capacidad no podría mantener
siete entidades bajo control. Tardé muchos años en aceptar mis excentricidades,
ahora soy tan feliz que no me falta nada para sonreír cada mañana.
En el blog Libros
en el petate han leído y reseñado Los
mundos de Esme (enlace). ¿Os apetece leer la reseña de Fesaro? A mí me ha
gustado.
Llevo varios días escuchando esta canción en bucle,
me encanta hacer cosas como esta, repetir una canción hasta la saciedad y no
parar de cantarla.
¡Feliz día! J
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