Empezamos la semana...
¡Buenos días! Regreso de un fin
de semana cargado de nieve, frío, esquí y buena compañía. Celebrar el
cumpleaños de mi hijo en las pistas de esquí, rodeada de familia y amigos fue
divertido. Por la noche cenamos en una pizzería, donde le colocamos las velas
en el pastel de queso y coco que pidió de postre.
Parece mentira que la máxima de
mi hijo sea cenar en un restaurante donde den una pizza de calidad. Jajajajaja,
con esa frase quiere decir muy grande, muy fina y buenísima.
Fuimos a una pizzería de Puigcerdà
donde esperamos veinte minutos en la calle con un frío atroz. Pero valió la
pena, Àlex disfrutó de una cuatro quesos buenísima, con doble de roquefort y yo
de una ensalada con queso de cabra deliciosa.
El fin de semana de esquí ha sido
pse. El sábado disfrutamos de Grandvalira durante muchísimas horas, con una
nieve buenísima y un frío que aumentó exponencialmente a medida que avanzaba el
día. Al final cayó una nevada. Comimos a las cuatro en un bar de las pistas y
llegamos a casa pasadas las cinco.
Ayer esquiamos muy poco. Cuando
me puse las botas y subí al primer telesilla la niebla se presentó como un
posible impedimento a mi esquiada. Al bajar la pista no distinguía el relieve y
la nevada copiosa que inundaba el espacio caía sobre mis ojos. Decidimos hacer
un par de bajadas más, pero las condiciones no mejoraban y decidimos irnos a
casa, ya me caí una vez…
Empieza una semana un poco
durilla para mí, hay muchísimo trabajo, momentos intensos y pocas energías para
encarar un reto complicado. Por suerte conseguiré saltar ese obstáculo pronto y
caminar hacia un nuevo futuro.
Espero y deseo que las galeradas
de El Secreto de las Cuartetas
lleguen pronto, poder ver cómo quedará maquetado y creerme de verdad que va en
serio, que por fin tendré un libro publicado en papel.
En cuanto a mi novela actual…
Uffffff, hay veces que mi mente funciona a tres mil por hora y termina
capítulos a marcha rápida. Eta vez va a trompicones, con días de intensidad de
escritura y otros de sequía total. Lo único positivo es que la historia avanza
en mi interior y que poco a poco descubro hacia dónde se encaminan los protagonistas.
Hoy me levanto un poco nostálgica,
con aquella sensación interna de deseo que me llena de emoción, con la idea de
que quizás esta semana logre avanzar en la complicada carrera de fondo de la
escritura. Me encantaría recibir buenas noticias…
A veces me invade una ola de
positivismo que me aboca a alcanzar mis sueños con la mano un segundo. Cierro
los ojos y me veo en el lugar exacto donde moran mis metas más ambiciosas, y disfruto
durante un rato de la emoción de llegar ahí. Es mágico y suele funcionar para recargar
las pilas.
¡Feliz día! J
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