Lunes por la mañana...
¡Buenos días! Hace un frío atroz…
Este fin de semana ha nevado en las montañas, el viento silbaba a toda potencia
y las nubes amenazaban con deshacerse en copos blancos sobre el suelo. Suerte
que escuchamos las previsiones y decidimos quedarnos en Barcelona.
El sábado por la mañana me fui a
adelantar parte de trabajo atrasado al despacho. La oficina estaba congelada,
sin gente ni ambiente. Estuve unas horitas y regresé a casa, a escribir un
poco. La novela que tengo entre manos se está revelando como intensa, con un
argumento un poco distinto a como lo planeé, pero que parece funcionar.
Comimos con mi suegra en un
restaurante divertido y luego nos fuimos al cine. Vimos la película Blackhat, Amenaza en la Red. La encontré
entretenida, con un argumento sólido y una buena interpretación de los
protagonistas. Me gustó en general, con acción, una buena idea de trama y unos
actores que destacan por su manera de encarar las situaciones.
Lo único que eché en falta fue
una explicación coherente a cómo los protagonistas encuentran el dinero para
financiar sus últimos movimientos. Es algo que suele pasarme en las películas y
muchas veces en los libros, y me preocupa siempre, por eso en las historias que
yo escribo intento dar una solución a ese tema.
El domingo holgazaneamos por la
mañana. Yo encendí mi portátil y avancé muchísimo con la novela. El balance del
fin de semana son cinco nuevos capítulos que me parecieron buenos, dándole un
giro que no me esperaba para nada. Tanto Aurora como Bruno consiguen despertar
sentimientos olvidados y me llevan a escribir diferente.
A la hora de comer fuimos a casa
de mi madre a tomar una buenísima paella de carne en familia. Me gusta
compartir los mediodías de domingo con ellos, juntarnos y charlar hasta bien
entrada la tarde, como si las horas fueran segundos y no pasaran tan rápidas.
Y por la tarde hicimos sofá y
manta en casa, viendo una peli en la tele y conversando acerca de cosas
intrascendentes. Mi marido y yo disfrutamos con una tarde así, sin más
pretensiones que hacernos compañía frente a la caja tonta.
Esta noche he dormido mal, la
ansiedad por las mil tareas que tengo atrasadas en la oficina me asaltaba
constantemente, despertándome con la sensación de que no llegaría a todo y de
que posiblemente las cosas se ralentizarían por culpa del montón de papeles que
se acumulan en mi escritorio.
Ahora mismo tengo que ducharme
rápidamente e irme a trabajar, a ver si le doy un fuerte empujón a los
pendientes y consigo ponerme a tono.
¡Feliz día! J
Feliz día. Feliz vida.
ResponderEliminar¡Igualmente Pablo! Cuánto tiempo sin saber de ti... ¿Todo bien? :-)
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