A por el fin de semana
¡Buenos días! Llegó por fin el
viernes… Esta semana intensa de trabajo no ha dado los frutos que esperaba, cada
día han surgido asuntos urgentes que requerían mi atención, dejando aparcados
otros de menor importancia. No me gusta dejar las cosas a medias, me molesta no
alcanzar todos los hitos marcados, pero así es la vida cuando las cosas se
desbordan.
En cada uno de los pasos que doy
intento ser cauta, ver hacia dónde conducen y darles una dimensión perfecta
para que avancen positivamente hacia el futuro y que luego no se desmoronen.
Me toca traspasar responsabilidades
de una de las empresas que llevo. Por un lado estoy contenta, porque será un
desahogo de carga de trabajo y me conseguirá tiempo para dedicarlo a otras
tareas necesarias para el buen funcionamiento de las otras, pero me da pena.
Yo entré n esa empresa, crecí con
ella, cree todos y cada uno de los sistemas de gestión… Cuando hay un cambio de
dirección y se imponen nuevas normas cuesta adaptarse a ellas. Sin embargo así
es la vida.
Me alegro muchísimo de que las
cosas avancen, es maravilloso ver cómo se consiguen poco a poco las metas
trazadas y saber que tu presencia ha contribuido favorablemente a esa
expansión.
Este fin de semana me he propuesto
avanzar en la nueva novela, darle un empujoncito y disfrutar con las mil
aventuras que se me ocurren. He vencido la falta de inspiración y la desidia
que me ocasionaba pensar en escribir. Estoy contenta con ese paso, necesitaba
vibrar con cada una de las escenas.
Quiero sonreír como ahora cada
día de mi vida, encontrar esa corriente intensa de emoción en cada palabra,
acariciar la historia con mis manos. Tengo instantes en los que la ilusión por
conquistar la estanterías me lleva a sentir un conato de inquietud. ¡Qué bonito
sería!
Inspiro una gran bocanada de
aire, la suelto lentamente por la boca para serenarme. Sé que no debo seguir
por ese sendero, que vivir de la escritura está fuera de mi alcance y que tengo
muchísimas razones para ser feliz, así que ahora mismo voy a archivar ese
anhelo insano en una carpeta compartida de mi cerebro y a dedicarme a crear un
destino adaptado a la realidad.
Ayer me lo pasé bien en mi clase
de baile, aunque echo muchísimo de menos a Fran y a Alberto. Pero la vida
sigue, hay que caminar hacia el futuro con lo que te ofrece tu entorno y
adaptarme a las novedades. Ojalá en poco tiempo consiga la misma motivación de
antaño…
¡Feliz fin de semana! J
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