Una de cal y otra de arena
¡Buenos días! Hace un frío atroz,
parece que estemos en medio de unas montañas congeladas y que el hielo se
ensañe con las calles. Esta noche he necesitado dos nórdicos para mantener el
calor, la casa me parecía un témpano de hielo, ¡y tenía la calefacción a tope!
Ayer fue un día de contrastes,
por un lado arrastro un lastre que debería soltar antes de que me afecte
demasiado y por el otro recibí buenas noticias, de aquellas que llevo tiempo
anhelando, pero postergo mi emoción hasta que se materialicen.
Por fin tengo una fecha clara de
la publicación de El Secreto de las
Cuartetas. Debería dar saltos de alegría, sin embargo soy prudente y no
quiero avanzar acontecimientos ni emociones hasta que vea indicios claros de
que va a ser real y tangible.
No voy a dar una fecha hasta que
la tenga súper clara, lo único que me gustaría compartir con vosotros es que
finalmente está próxima y que en menos de un mes podré enseñaros la portada y
explicaros muchas cosas. ¡Qué ganas tengo de compartirlo aquí!
Me parece mentira que tras tantos
años de espera al fin consiga alcanzar un pedacito de ese cielo tan alto que se
alza sobre mi cabeza. El día que los libros lleguen a casa y abra la caja será
uno de los más felices de mi vida, y no quiero que nada lo enturbie.
Decidir,
tomar un camino en vez de otro, buscar una salida diferente a tu ahora
significa dejar atrás otras posibilidades, abandonar a veces la seguridad para
adentrarse en la incertidumbre. Es difícil decantarse por una vía en vez de
otra, cuesta despedirse de compañeros de viaje, de instantes, de sensaciones y
también acatar la realidad.
Ojalá pudiera cambiar algunas
formas de funcionar de mi cerebro, sería magnífico no ser tan pasional ni darle
vueltas constantes a las cosas ni tragarme siempre los malos rollos. Sería interesante
ser como mi compañera de trabajo, con la que poco a poco construyo una amistad,
y tomar el toro por los cuernos, exponer los mil reparos que me encuentro a
diario, las carencias y la falta absoluta de valor positivo a algunos aspectos.
Pero a pesar de que lo intento, supongo que necesito tiempo para actuar
diferente.
Solo el destino tiene la última
palabra, nadie como él puede contarme cómo acabará esta parte de mi historia.
No manejo los hilos como con mis personajes ni consigo desentrañar cuál es la
mejor decisión, solo tengo claro que quiero sonreír cada día, encontrar la
emoción en cada instante y caminar hacia un horizonte que me ilusione.
¡Feliz día! J
Genial. Enhorabuena por esa noticiazaca! M.
ResponderEliminar¡Sííí! Siempre hay cosas que te hacen sonreír!!!! :-)
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