¡Gran fin de semana!
¡Buenos días! Por fin he
recuperado la calma interior… Necesitaba pasarme un fin de semana sin hacer
nada interesante, únicamente dedicándome a holgazanear, a escribir un poquito,
a pasear y a mirar películas tontas en la televisión.
He relativizado los problemas,
poco a poco descubro el trazo directo hacia el futuro que deseo, a pesar de
dejar atrás muchísimas cosas y personas a las que quiero en mi vida. Pero hay
situaciones que desbordan y no es posible superarlas sin cambiar tu situación.
Toca caminar con la cabeza bien
alta y sobre arenas movedizas mientras busco un sendero serpenteante que
lentamente se enfile hacia una cumbre borrascosa. Me acompañarán amigos,
familiares y personas cercanas que quieran tenerme a su lado. Seguro que al
final vale la pena…
Ayer fue un día imbatible en
felicidad. Hace tiempo leí un libro llamado El
Secreto e intenté sumarme al carro de la ley de la atracción. Jejejeje, uno
de los primeros ejercicios era escribir en un lugar visible tus aspiraciones y
deseos como reclamo constante a tu atención.
Decidí mandarme un email, ya que
en ese entonces me pasaba el día anclada a él, esperando unas noticias que nunca
llegaban. Cada día releía un par de veces aquel mantra, con la absoluta
convicción de que el futuro me daría parte de mis peticiones, porque tampoco
eran demasiado ambiciosas.
Pedía que mis padres fueran
felices, que mi hermana encontrara una persona con la que compartir sus días,
que a mis hijos les fuera bien en la vida… También quería paz y que el mundo
consiguiera desbancar el hambre, las enfermedades y las angustias que asaltan
al tercer mundo…
Sé que la última parte es difícil
y no os voy a poner cuáles eran los deseos que escribí para mí. Hoy estoy
emocionada al descubrir que parte de esos preceptos se han cumplido. Mis padres
son felices, tienen amor, compañía y una vida agradable.
Por fin mi hermana sonríe, y me
parece muy acertada su manera de concebir el futuro, las cosas van viento en
popa… Aunque mis anhelos más íntimos se han fundido en la nueva realidad,
también estoy a punto de conseguir un pedacito de ese cielo que deseaba tocar
con mis manos.
Ayer tuvimos una agradable comida
familiar. Tras probar un pastel preparado con mi Thermomix para celebrar el
cumpleaños de mi hermana hubo una guerra de talentos. Irene nos tocó unas
canciones con la guitarra mientras nos deleitaba con su magnífica voz,
acompañada por mi padre. Y luego Àlex nos mostró el videojuego que prepara para
su trabajo de investigación de final de bachillerato.
¡Fue una comida perfecta!
¡Feliz día! J
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