Apo Island (Siquijor)
¡Buenos días! Hoy me levanto con muchísima energía, deseos
de vivir a tope este extraño viernes que parece un lunes y unas ganas locas de
seguir adelante con el reto que supone mi novela actual.
Como me he despertado con Hombre G en la cabeza, como si
volviera a la adolescencia alocada en la que las hormonas andaban disparadas y
estas canciones me acompañaban en cada segundo de mi existencia, ya me veis
buscando una lista en Spotify y escuchándoles con una sonrisa. Porque volver a
sentirme con esa edad por unas horitas es maravilloso.
Volvamos a Siquijor, cuando mi marido y yo llegamos
chorreando al centro de buceo para encargar las dos inmersiones para dos días
después. A la mañana siguiente teníamos previsto ir a Apo Island y estábamos muy
ilusionados con la idea de ver las tortugas. Nos alquilaron unas máscaras para
hacer snorkel y nos parecieron una pareja encantadora.
Mientras nos íbamos hacia el hotel la lluvia remitió, pero
esto no nos libró de llegar empapados. Era tarde, estábamos famélicos y
decidimos quedarnos a comer en allí, aunque fue caro y justillo.
Pasamos la tarde descansando, bañándonos en la piscina,
leyendo, charlando con una pareja de catalanes que estaban alojados en una de
las cabañas de nuestro hotel. Él quería visitar la antigua plantación de azúcar
de su familia en la isla de Negros y me abrió los ojos a lo que iba a escribir
en mi nueva novela.
Por la noche fuimos a cenar a un restaurante alucinante,
pero no recuerdo el nombre… Era un puestecito en la carretera con pinchos de
todo tipo que te cocinaban bastante rápido por ser Filipinas.
Y por la mañana nos despertamos muy pronto para irnos al
Coco Grove a embarcarnos rumbo a Apo Island, la isla de las tortugas. A pesar
de llegar a la hora, las furgonetas directas al muelle tardaron casi una hora
en salir. Entablamos conversación con unos vascos simpatiquísimos e iniciamos
la aventura.
Nos llevaron con un barco bastante cómodo hasta la isla en
un trayecto de casi una hora. Una vez anclados, bajamos a las rocas y caminamos
un poquito hasta llegar al lugar donde un guía nos llevó a dar una vuelta
nadando por la cercanía. Vimos un montón de tortugas en el fondo, coral,
pececitos, hasta una serpiente de agua que estuvo a punto de lanzarse sobre mí,
pero gracias a la intervención del guía no pasó nada…
El lunes seguimos con la crónica, ahora me gustaría dejaros
una reseña preciosa de No puedo vivir sin
ti en el blog Betwwe us (enlace),
la primera de esta novela, mi preferida de la serie. A Lara le ha gustado y eso
me hace feliz porque cuando termino una historia siempre me queda la inquietud
de saber si va a gustar… Yo también echo mucho de menos a Julia y a Zack,
fueron mis niños durante mucho tiempo y escribir su aventura fue muy intenso.
¡Feliz día! J
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