IKEA, Magus Ignio, Úrsula y Andrea
¡Buenos y felices días! Ayer estuve un poco desconectada y tardé más de la cuenta en contestar los comentarios. ¡Ufff! Tuve un día intenso. Mis dos hijos se iban a pasar quince días fuera, la niña de colonias (por suerte la acompañaron los padres de su amiga) y el niño a casa de un amigo (a él lo acompañé yo). Podéis imaginaros el estrés: maletas, neceseres, la bici del niño, el ordenador,….
Y luego tuve que lidiar con IKEA. Llevamos una semana de obras en casa, con los paletas arriba y abajo, trabajando con mucho ahínco en el baño de los niños (hace dos semanas descubrimos que las baldosas de la pared habían cedido y si no lo arreglábamos se caían sobre ellos). Habíamos ido la semana pasada a IKEA a comprar el mueble del lavabo, uno muy chulo, y cuando fuimos a montarlo descubrimos con espanto que nos habían vendido otro.
Así que como era el primer domingo de rebajas y estaba todo abierto, pues al mediodía dejamos al niño con mis padres y nos fuimos a cambiar el mueble al IKEA. No había nadie, pero esperamos más de media hora a que nos lo trajeran. Había un montón de personas que iban a buscar sus pedidos y los encontraban y nosotros venga a esperar. Al final resulta que lo habían ido a buscar a la estantería superior y habían necesitado ayuda. ¡Nos regalaron dos Hot-Dog con bebida por la espera!
Y por la noche, tras dejar ya al niño en Arenys, nos ponemos a montar el mueble y… ¡Nos habíamos olvidado una parte! Así que miramos en Internet el horario de IKEA, descubrimos que abría hasta las diez y nos montamos en la moto, que ya lo dicen, que no hay dos sin tres. ¡Al final logramos montarlo!
¡Así que no tuve demasiado tiempo para el blog!
Vamos a recapitular: tenemos la descripción de Ignacio, la última es la válida, su nombre y el nombre artístico; Magus Ignio. Sus trucos más espectaculares son con fuego, tiene una especie de conexión con ese elemento, lo domina con la mente y es capaz de impresionar a los espectadores de las maneras más increíbles.
La madrastra finalmente se llama Úrsula. De nacimiento se llamaba Fiona Alegre, vivía en un pueblo del sur de España con unos padres sencillos, pero con gran corazón. Sus escapadas al bar del pueblo, donde a través de la televisión descubre el mundo del lujo y el dinero, le despiertan un odio ancestral hacia su familia por no darle lo que ella desea. Ha nacido con un cuerpo escultural, su falta de apetito ayuda a que sus curvas sean proporcionadas, lo único que necesita es dinero para arreglarse la nariz, los pechos y los pómulos.
Fiona traza un plan. Es una mujer con un corazón oscuro, sin otros sentimientos que la ambición. Jamás ha apreciado el esfuerzo de sus padres por sacarlos adelante ni el cariño de sus tres hermanos, así que sus ansias de poder la empujan a quemar su casa con toda la familia dentro tras haber robado el dinero de emergencia que sus padres guardaban en el pote del Cola-cao y falsificar sus firmas para quedarse con todo el dinero de las cuentas bancarias.
El incendio se inicia en la cocina, donde Fiona ha dejado el fuego y el gas abierto a propósito. Su hermana Andrea, un año menor que ella, lleva toda la semana observándola. Es una niña muy intuitiva, capaz de preveer los desastres y sabe que Fiona va a hacer algo malo, lo presiente. La noche del incendio, mientras toda la casa duerme, Andrea permanece despierta, espiando a su hermana detrás del sofá del salón, con una extraña sensación en el estómago. Pero las horas van pasando y Fiona no hace otra cosa que leer durante horas en el sofá. A las dos de la madrugada Andrea se duerme y a las tres se despierta entre las llamas y el humo. No para de toser, está medio asfixiada, las llamas han envuelto toda la casa, la cocina está calcinada y apenas tiene capacidad de visión. Desesperada, intenta salvar a su familia, pero el incendio se propaga a una velocidad increíble y casi no puede ni caminar sin quemarse. Las habitaciones están envueltas en una hoguera humeante. Un joven entra en la casa alertado por las llamas y la envuelve en una manta, obligándola a salir al exterior, donde pierde el conocimiento. Al día siguiente se despierta en un hospital.
Fiona mientras tanto se ha ido a Barcelona sin mirar atrás ni la más mínima sospecha de que su hermana menor está viva. Se paga una identidad falsa como Úrsula Álvarez, se somete a cirugía estética y se va a una agencia de modelos a labrarse un futuro. Acaba presentando un programa del corazón donde conoce a Jaime, un soltero de oro,…
¡Mañana más! ¡Me he pasado de largo! ¿Algo que añadir?
Tengo algo que añadir: qué me encanta!!!
ResponderEliminarCon los nombres me ocurre algo especial. Tres familiares directos se llaman así.
Tengo un palpito con Ursula, tiene pinta de ser uno de esos personajes que acabas odiando pero que a la vez te fascinan, y que según en que momentos, no terminas de decidir que sentimientos son los que te inspira.
Esto empieza a tomar forma!
Un besazo, Pat!!!
¡Gracias María! De momento está siendo un experimento muy divertido. Es una pasada contar con los comentarios de los lectores y saber qué quieren, ¡es como hacer un relato a gusto del consumidor! A ver qué va surgiendo,...
ResponderEliminar¡Un Beso para ti también!!!!!
A mi m'agrada! Igualmente haría que el dinero que puede lo coge del bote del cola-cao. Lo de falsificar las firmas lo veo un poco retorcido y sin mucha base, pq si hubiera hecho eso antes de quemar la casa hubieran sospechado mucho de ella, no? Luego, o no habia dinero en las cuentas, o se quedo hasta el entierro y se hizo la desconsolada o al irse sin mirar atras el dinero de la herencia quedó para la hermana. :)
ResponderEliminarLo de la identidad falsa me encata! Le pondría mas morbillo al tema, del estilo, aunq robara lo del bote no habia tanto dinero, al llegar a bcn tenia q decidir entre comer o operarse pero aun asi se operó ya que pensaba que era una inversion a largo plazo, queria ser como las de la tele o algo asi...
Bueno, q me gusta mucho pero opino por si te parece bien algo!
:)