La ayuda de Ignacio (La trama 10)
¡Ya sólo me quedan dos días! Y luego… ¡Vacaciones!!!!! Espero que el tiempo cambie y me deje disfrutar del sol, el mar, la playa, la barca… ¡Y luego de la montaña! ¡Qué en verano es súper bonita y tranquila! Aunque si esto sigue así ya me veo estirada en la arena con un chubasquero y toda mojada, esperando a que el sol quiera deshacerse de la pereza que lo caracteriza últimamente para lucir impune en el cielo azul y despejado.
Últimamente descienden los comentarios. ¿Acaso os habéis dejado atrapar por la desidia? ¡Vamos! ¡Que entre todos creamos un relato de lo más interesante! ¡Y a mí me hace una ilusión tremenda abrir el correo y encontrar un mail que anuncia un comentario! La verdad es que conocer vuestra opinión me ayuda mucho a reconducir la trama hacia unos derroteros u otros y, sobre todo, me da las pistas necesarias para saber qué está mal y en dónde fallo.
Me encantaría abrir un par de pestañas en el blog para ordenar de una manera coherente las entradas del relato, de manera que si alguien quiere empezar de cero pueda encontrar la información necesaria entre el laberinto de entradas que hemos ido creando. Pero mis nociones de informática son un tanto limitadas. ¿Alguien puede echarme una mano? ¡S. si lees esto, acércate y ayúdame!!!! ¡Please!!!
Vamos con el relato. Tal como están las cosas, y si esto fuera realmente una novela, habríamos escrito varios capítulos tras el prólogo. En el capítulo uno Sara despierta en su casa y empieza a recordar la muerte de su padre y todo lo concerniente con su boda con Úrsula, sus últimos días agonizando, la carta desaparecida, la incapacidad,… ¡Y al final acabaría con Sara sentada en el salón, reconociendo a Ignacio en la tele! El segundo capítulo giraría entorno a Ignacio, cuando empieza a sentir la llamada de Sara y recuerda pasajes sueltos de su amistad mientras intenta bloquear las imágenes; al final acepta tener una cita con ella a la 1.30 en el bar de siempre. El tercer capítulo debería hablar de Andrea y Eduardo, explicar la historia del incendio que la chica no recuerda y del rescate del barcelonés, quien estaba en tierras transilvanas para visitar el castillo del conde Drácula,…. ¡Este capítulo acaba con Andrea escuchando la voz de Úrsula en un programa rosa de la tele y sintiendo que esa voz le trae recuerdos de algo! El cuarto capítulo es la huída de Sara de la casa y termina con el puñetazo. Así que ahora nos tocaría encarar el quinto:
…Ignacio está en la habitación de su hotel, sentado en un extremo de la cama, en la penumbra, solo con sus pensamientos, vestido para salir. ¿Debe acudir a la cita? ¿O quedarse para siempre oculto, tal como ha pasado los últimos tres años? Desde que un suceso traumático cambió por completo su visión de la vida ha estado escondiéndose de él mismo y de la realidad, huyendo del pasado. Así que si finalmente decide levantarse y acudir a la cita con Sara no le quedará otro remedio que enfrentarse a los recuerdos, a su realidad, aquella que no quiere asumir ni aceptar ni encarar.
Los tres años alejado de Sara le habían servido para deshacerse de esa extraña conexión que los unía, una conexión que representa una amenaza para ambos, una amenaza que reapareció tres días atrás, cuando ella lo había visto en la tele, en la actuación que había intentado por todos los medios rechazar, pero que el destino le había impuesto como parte de su devenir.
Se estira un segundo en la cama con los ojos cerrados, en un intento desesperado de cortar los lazos reabiertos, aquellos que le muestran un peligro que acecha a Sara. La siente aterrada, bajando unas escaleras, con unos ojos pegados a su espalda, acechándola en la oscuridad.
Exhala un fuerte y poderoso suspiro cuando Sara se queda paralizada antes de acabar de descubrir la mirada clavada en ella. La acompaña en su camino silencioso hacia la biblioteca, con los ojos siguiéndola. Puede sentir su miedo, su angustia, su terror. Escucha el martilleo acelerado de su corazón y sus jadeos roncos en la oscuridad. La ve temblando, indecisa, con un nudo que le oprime el estómago.
En ese instante, justo en el momento en el que Sara parece estar llegando al límite de sus fuerzas, Ignacio se levanta de golpe, cierra los ojos y permite que el puente que se cierne entre ambos se construya para que su fuerza pase a través de los muros que lo sostienen. Sara siente como todo su cuerpo se revitaliza y logra reponerse, luchando contra la mirada con la ayuda silenciosa de su amigo, bloqueando la amenaza los minutos necesarios para abrir el pasadizo entrar en él y volver a sellarlo…
Últimamente descienden los comentarios. ¿Acaso os habéis dejado atrapar por la desidia? ¡Vamos! ¡Que entre todos creamos un relato de lo más interesante! ¡Y a mí me hace una ilusión tremenda abrir el correo y encontrar un mail que anuncia un comentario! La verdad es que conocer vuestra opinión me ayuda mucho a reconducir la trama hacia unos derroteros u otros y, sobre todo, me da las pistas necesarias para saber qué está mal y en dónde fallo.
Me encantaría abrir un par de pestañas en el blog para ordenar de una manera coherente las entradas del relato, de manera que si alguien quiere empezar de cero pueda encontrar la información necesaria entre el laberinto de entradas que hemos ido creando. Pero mis nociones de informática son un tanto limitadas. ¿Alguien puede echarme una mano? ¡S. si lees esto, acércate y ayúdame!!!! ¡Please!!!
Vamos con el relato. Tal como están las cosas, y si esto fuera realmente una novela, habríamos escrito varios capítulos tras el prólogo. En el capítulo uno Sara despierta en su casa y empieza a recordar la muerte de su padre y todo lo concerniente con su boda con Úrsula, sus últimos días agonizando, la carta desaparecida, la incapacidad,… ¡Y al final acabaría con Sara sentada en el salón, reconociendo a Ignacio en la tele! El segundo capítulo giraría entorno a Ignacio, cuando empieza a sentir la llamada de Sara y recuerda pasajes sueltos de su amistad mientras intenta bloquear las imágenes; al final acepta tener una cita con ella a la 1.30 en el bar de siempre. El tercer capítulo debería hablar de Andrea y Eduardo, explicar la historia del incendio que la chica no recuerda y del rescate del barcelonés, quien estaba en tierras transilvanas para visitar el castillo del conde Drácula,…. ¡Este capítulo acaba con Andrea escuchando la voz de Úrsula en un programa rosa de la tele y sintiendo que esa voz le trae recuerdos de algo! El cuarto capítulo es la huída de Sara de la casa y termina con el puñetazo. Así que ahora nos tocaría encarar el quinto:
…Ignacio está en la habitación de su hotel, sentado en un extremo de la cama, en la penumbra, solo con sus pensamientos, vestido para salir. ¿Debe acudir a la cita? ¿O quedarse para siempre oculto, tal como ha pasado los últimos tres años? Desde que un suceso traumático cambió por completo su visión de la vida ha estado escondiéndose de él mismo y de la realidad, huyendo del pasado. Así que si finalmente decide levantarse y acudir a la cita con Sara no le quedará otro remedio que enfrentarse a los recuerdos, a su realidad, aquella que no quiere asumir ni aceptar ni encarar.
Los tres años alejado de Sara le habían servido para deshacerse de esa extraña conexión que los unía, una conexión que representa una amenaza para ambos, una amenaza que reapareció tres días atrás, cuando ella lo había visto en la tele, en la actuación que había intentado por todos los medios rechazar, pero que el destino le había impuesto como parte de su devenir.
Se estira un segundo en la cama con los ojos cerrados, en un intento desesperado de cortar los lazos reabiertos, aquellos que le muestran un peligro que acecha a Sara. La siente aterrada, bajando unas escaleras, con unos ojos pegados a su espalda, acechándola en la oscuridad.
Exhala un fuerte y poderoso suspiro cuando Sara se queda paralizada antes de acabar de descubrir la mirada clavada en ella. La acompaña en su camino silencioso hacia la biblioteca, con los ojos siguiéndola. Puede sentir su miedo, su angustia, su terror. Escucha el martilleo acelerado de su corazón y sus jadeos roncos en la oscuridad. La ve temblando, indecisa, con un nudo que le oprime el estómago.
En ese instante, justo en el momento en el que Sara parece estar llegando al límite de sus fuerzas, Ignacio se levanta de golpe, cierra los ojos y permite que el puente que se cierne entre ambos se construya para que su fuerza pase a través de los muros que lo sostienen. Sara siente como todo su cuerpo se revitaliza y logra reponerse, luchando contra la mirada con la ayuda silenciosa de su amigo, bloqueando la amenaza los minutos necesarios para abrir el pasadizo entrar en él y volver a sellarlo…
GUAY! Al principio he pensado que Ignacio era el malo que le susurraba a Sara, luego, ya me he dado cuenta que obviamente no era así... Con respcto al título yo propongo: "Los cofres de Vlad". Ya me dirás si te gusta o si prefieres los tuyos. En cualquier caso de los 3 que has puesto el que más me gusta es "Ls cuatro cofres malditos" ó "cofres malditos" a secas.
ResponderEliminarUn beso y felices vacaciones!M.
¡Bien!!!!! Pues de momento nos quedamos con Cuatro Cofres Malditos. Los cuatro de Vlad no porque su familia sólo tiene uno, ¡aunque también podría cobrar fuerza otra de mis ideas! Ahora te cuento, en quince minutos te veo.....
ResponderEliminarBSSSSSSSS