¡El blog sois vosotros!
¡Buenos días! ¡Qué bien se
está en casa! La verdad es que hay cosas que no aprecias hasta que las pierdes
de vista un tiempo… Mi cama, mi sofá, mi baño, mis cosas… ¡Es genial estar de
vuelta! Así que hoy os dedico mi primera gran sonrisa.
El tiempo parece detenerse
cuando tu movilidad es reducida. A mí, que soy lo que vulgarmente conocemos
como “culo inquieto”, me cuesta un mundo pedir las cosas y quedarme mirando cómo
el resto de la gente trabaja mientras yo estoy tranquilamente estirada en el
sofá o en la cama, ¡pero qué se le va a hacer! ¡Es lo que hay!
En la vida te encuentras
de todo: personas a las que les encanta contemplar desde una posición cómoda cómo
los demás trabajan para hacerles la existencia más sencilla, otras que lo
intentan siempre que pueden y las que necesitamos luchar constantemente por
nuestros sueños y desvelos y a las que nos cuesta un montón estarnos quietas.
Mi manera de encarar los
retos siempre es la misma: con tesón, perseverancia y mucho compromiso. Cuando
quería escribir y la lacra de la disortografía se interponía en mi camino
estudié ortografía como una loca hasta vencer mis problemas, cuando mi estilo
era mejorable trabajé duro para pulirlo, cuando encontré agente y el tiempo
sumaba en su haber sin recibir respuestas a mis preguntas insistí hasta la
saciedad, consiguiendo al fin un contrato y una ilusión,… ¡Así que ahora voy a
utilizar esa fuerza para quedarme quietecita, escribir, corregir El Secreto de
las Cuartetas e ilusionarme con mis sueños!
Es tan importante ser
capaz de ver la esperanza en cualquier pequeñez, encontrar la felicidad en los
pequeños detalles, sentirse arropada por los tuyos, caminar por la senda de la
vida con una sonrisa radiante que te recuerde que lo mejor de todo es estar
viva… ¡Y es que a veces nos preocupamos por nimiedades y nos negamos a ver más
allá de las adversidades! ¿Nunca habéis oído que de una desgracia siempre puede
salir algo bueno? ¡Pues vamos a aplicar el cuento y a esperar esa reacción del
destino!
Creo en las señales, en
que hay momentos que el universo provoca una situación por la que debes pasar
para salir reforzado y con una fuerza descomunal para batallar con ilusión. Así
que mi rodilla se va a curar pronto y mi ilusión por la escritura va a resurgir
fortalecida y con una credibilidad en mi trabajo que va a arrasar con la apatía.
Escribir para mí es algo mágico,
algo sin lo que no podría seguir respirando. Mis personajes, mis historias, mis
mundos paralelos forman parte de mí, igual que mis brazos, mis piernas, mi
cabeza o mi torso. ¡Es una extensión de mi propia esencia! ¡Y lo necesito para
capear cualquier temporal!
Os voy a confesar un
secreto: desde pequeñita he tendido a escribir en algún lugar los sentimientos
que me atrapan en situaciones adversas, los dejo ir poco a poco, destilando mis
sensaciones, mis dolores y mis angustias. Tiempo después me encanta releer esos
escritos, encontrar la esencia de lo que me pasaba por la cabeza y de las
emociones que recorrían mi piel. ¡Y es una gran terapia! Porque me doy cuenta
entonces que muchas veces magnifico las cosas.
No os podéis imaginar lo
bien que me van esos escritos cuando necesito componer a algún personaje o
cuando se encuentra en una tesitura parecida o con fuerte carga emocional. ¡Y
es que la pasionalidad es lo mío! Yo siento con fuerza, tanto lo bueno como lo
malo y tiendo a amplificar la magnitud de las cosas y a emocionarme con
facilidad… ¡De ahí que sea de lágrima fácil!
Hoy me gustaría dedicar el
post a todos aquellos que me han acompañado estos días previos y posteriores a
la operación. ¡Me he sentido tan arropada! ¡Tan querida! ¡Tan cercana a cada
uno de vosotros! Es increíble saber que las palabras que dejo impresas cada
mañana despiertan las amistades y que realmente el mundo está lleno de buenas
personas. ¡Y yo las he encontrado a todas! ¡Así que gracias! ¡Gracias de
corazón!
Pensad que incluso cuando
la inspiración me abandona al sentarme frente al ordenador, cuando las palabras
se atragantan en algún lugar lejano e indefinido, pienso en todos vosotros, en
las personas que han decidido pasarse por aquí con una asiduidad suficiente
como para ir leyendo parte de lo que escribo, y eso me da fuerza para encontrar
un tema que hilvane un post y ese post me da fuerza para caminar durante el día
en busca de la sonrisa necesaria para encarar la jornada.
¡El blog sois vosotros!
¡Yo sólo lo escribo! ¡Pasad un gran día!
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