Miedo, ansiedad, ilusión, expectativa.....
¡Buenos
días!!! Hemos puesto punto y final al fin de semana… ¡Para mí ha sido intenso y
movido, la verdad! Pero también va bien estar en familia, disfrutar de las
horas en compañía de los tuyos y permitir que tu mente se despeje y se relaje
un poco… ¡Es que tengo tantísimas cosas rondando por mi cabeza…!
Ayer
me llamó una amiga a la que hacía tiempo que no oía, una de aquellas que
siempre guardas en tu corazón, pero que el tiempo y la distancia mantienen
lejos de ti y cuando hablas con ella parece que ayer hubierais estado juntas…
¡Me preguntó qué sentía ante mi decisión de publicar un ebook! Y la verdad es
que siento muchas, muchísimas cosas.
Miedo,
ansiedad, ilusión, expectativa, emoción, angustia, alegría, cosquillas en el
estómago, sudores fríos, risas súbitas, imágenes maravillosas,…. ¡Son tantos
los sentimientos que me invaden! Es como si estuviera arriba de una montaña
brumosa, justo al pie de un precipicio donde la niebla impide ver qué hay bajo
mis pies, y yo me mantuviera en el límite de la roca, con un pie flotando en la
nada, planteándome saltar, sin saber si hay un suelo mullido de hierba esperándome
a pocos metros de altura, si está más abajo y me voy a lastimar en la caída o
si no hay más que vacío hasta impactar contra el suelo y desaparecer….
¿Salto?
Pues voy a hacerlo, aunque ahora estoy sobre el acantilado, con un inquietante
hormigueo en el estómago, los músculos agarrotados, los puños apretados y una
respiración un tanto acelerada, igual que el ritmo cardíaco….
¿Voy
a estrellarme? Esa pregunta se repite de manera incesante en mi cabeza, es como
un mantra que se niega a diluirse entre la bruma, que me impulsa a dar un paso
hacia atrás y a alejarme corriendo hacia la seguridad de un bosque conocido, de
una cabaña donde se accede a mi vida normal. Sin embargo sigo ahí, quieta,
buscando las fuerzas para saltar.
¿Será
el fin de mis sueños? Es una pregunta recurrente, una de aquellas que me
despierta a las cinco de la madrugada y no me permite continuar durmiendo, una
que me ofusca en momentos puntuales y que me asalta sin piedad. Pero yo sigo
mirando hacia delante con ímpetu, prometiéndome a mí misma que si me estrello
recogeré mis pedazos y reconstruiré mis ilusiones con fuerza y tesón.
¿Y
si me lastimo? Es un riesgo que estoy dispuesta a correr, una apuesta que se va
perfilando como un desafío, uno de aquellos que te llenan de dudas y ansiedad,
pero que te hacen feliz, que te ayudan a vislumbrar la quimérica posibilidad de
brillar por un día, de alcanzar la cima de tus esperanzas, de ver colmados todos
y cada uno de los sueños por los que has suspirado desde pequeña.
¿Puede
ser que encuentre suelo a poca distancia? La esperanza es algo que no vale
dinero, algo que anida en mi interior y se pinta con brochazos de ilusiones, de
imágenes, de felicidad. Doy rodeos, pienso, valoro, miro todas las
posibilidades y cuando vislumbro un conato de luz, un de aquellos que podría
llevarme a iluminar toda mi vida con halógenos de alegría, es como si tocara la
cima con la mano, como si hubiera llegado al último peldaño de una escalera que
siempre he visto lejana e inalcanzable.
¿Y
si todo sale bien? No ganaré dinero, esta vía de publicación sólo te da para
algún que otro capricho, pero habré logrado lo que hace años persigo: tener
lectores, escuchar sus opiniones, saber qué piensan y llegar a algún lugar más
allá de mi disco duro…..
¡Feliz
día!
Muchos animos!!Yo se que todo saldra superbien!M.
ResponderEliminar¡Tú me ves con muy buenos ojos! Pero te tomo la palabra.... ¡Un beso guapa!!!! ¡Y gracias!!!!!!
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