¡Impresiones de la entrevista a Tamara Díaz Calvete!
¡Buenos días!
Parece que el sol se resiste a dejarse ver… ¡Pero yo me pido otra vez un fin de
semana súper soleado! A ver si lo logro…
¿Sabéis? Hoy,
antes de repasar las impresiones a las respuestas de Tamara, me gustaría
contaros que he conseguido algo que hace unos meses me parecía imposible: ¡ya
no espero ni sueño ni anhelo! Cada día escribo porque me gusta escribir, cuando
veo que las novelas en Amazon se despeñan ya no me duele y cuando asisto a una
meteórica carrera de algún compañero de la Generación Kindle no siento más que
emoción por él. ¡Al fin miro las cosas como son! ¡Y no me afecta!
Como siempre los
mails de mi agente no llegan ni las noticias positivas ni nada de nada, pero he
descubierto que no lo necesito, que me gusta escribir, soñar, plasmar mis
mundos paralelos... Aunque hay momentos en los que desfallezco, a veces parezco
una montaña rusa con subidas y bajadas de autoestima, en general me he deshecho
de aquella ansiedad que me producía no obtener respuesta de mi agente cuando le
envío un mail. Quizás tarde o temprano
necesite replantearme mi situación…
En general quiero
resaltar que las respuestas de Tamara me parecieron sinceras, directas y con
mucho realismo. ¡Es una gran escritora! Su mundo sumergido en Eterna Oscuridad
la absorbe, eso suele ser común a los escritores.
Cuando cuenta
cómo publicó su primer libro hay algo que me arrancó una sonrisa: ¡a ella
también le frustraba entrar en una librería y ver las novedades! Durante años
me fue imposible pisar el FNAC sin llorar…
Publicó y empezó
a vender. ¡Y el subidón es maravilloso! Me alegro de que disfrute de sus
momentos de entusiasmo. Puedo afirmar que las primeras ventas que exceden de tu
círculo de amistades y familiares es una
fuerte dosis de alegría.
Y sí, a medida
que te abres a los demás y compartes tus anhelos, descubres que hay muchísima
gente que escribe.
El nombre de
Enone nos evoca a Ovidio, un clásico maravilloso… Y sí, esa paranoia de que
nuestra vida sea pública nos alcanza a todos en algún momento. ¡Si incluso hay
días que pienso que me espían por la Web Cam!
En cuanto a
imprimir rasgos de personas conocidas en los personajes y usar anécdotas del
día a día, estoy de acuerdo con Tamara, es imposible no usar las experiencias
vividas para dar vida a los mundos paralelos que nos asaltan a los escritores.
¡El libro
digital! Últimamente escucho mucho: “a mí me encantaban los libros en papel,
pero desde que tengo el digital he descubierto lo práctico que es”. ¡Si incluso
mi cuñada lo disfruta! Le regalaron un Kindle para su cumpleaños y está
entusiasmada, y eso que ella es licenciada en filología…
¡Qué difícil es
hacer de profesora hoy en día! Los jóvenes están más interesados en los juegos
de ordenador, en chatear y en las series que en aprender historia, matemáticas
o ciencias. ¡Estamos en plena era tecnológica! Ayer, sin ir más lejos,
sorprendí a mi hija hablando por la Web Cam con una amiga mientras ambas hacían
los deberes… ¡En fin! Sin un ordenador a mano están perdidos…
“Las páginas son como
pequeños universos en los que el autor ha puesto su alma”… ¡Me encanta esta
frase! Absolutamente cierta y perfecta para ilustrar al escritor y a su obra…
¿Y qué me decís
de su frase final? “Libertad para soñar con imposibles y pensar que todo puede
ser real”. ¡A por ello! Voy a seguir la estela de sus palabras, a encontrar la
esencia de su significado y a navegar por un mar de ilusiones.
¡Feliz día!
Feliz día.
ResponderEliminarMe ha hecho gracia lo de espiarte por la webcam ya que el otro día veía un vídeo en el que "recomendaban" poner una tirita en el agujerito de las webcam de los portátiles, así que, ya sabes jajajaja. Para las de los sobremesas nada mejor que desconectarlas :-)
Es broma, naturalmente.
Mi nick también viene de los años en que también pensaba que debía proteger incluso mi nombre y apellidos (del 96, antes de ayer), buscando, buscando, porque quería ser yo, salió PALEL de las iniciales de mi nombre y 4 apellidos, ya ves... 16 años después casi todo el mundo me conoce y se dirige a mí por él aún estando "por todos sitios" mi nombre y apellidos, y, por supuesto, la foto jajajaja.
Paranoica es poco... ¡Hubo una época que no quería hablar en la oficina porque pensaba que nos espiaban desde el portátil... Empresa biotecnológica, con telecos matrícula de honor, un jefe cerebrito.... Uffff. ¡Cuando quería contar algo hacíamos una bathparty!!! Ahora ya no me pasa tanto, ¡quizás es mi exceso de imaginación!
ResponderEliminar¡BESOS!