¡La entrada 505!

9:59 Pat Casalà 4 Comments


¡Buenos días! Un fabuloso día de fiesta que empieza nublado… ¡Aixxxxx! ¡Yo que quería ir a la playa! ¡Voy a tener que cambiar de planes!
¡Esta es la entrada número 505! Los que leéis con asiduidad el blog ya conocéis mi predilección por los números capicúa, así que he amanecido contenta con la perspectiva de iniciar este post. ¡Y sigo feliz!
Aunque he de reconocer que en estos momentos le doy vueltas a una realidad que ya no me duele, pero que está ahí y hay que afrontarla. El tiempo lo cura todo y las dosis de autoconfianza e ilusión ayudan a cerrar las heridas, así que hoy estoy dispuesta a reconocer que en todo hay un principio y un final y que mi cabeza ya ha empezado a cicatrizar las esperanzas y los sueños con nuevos proyectos y nuevas ilusiones.
Cuando di el salto a Amazon se abrió un mundo nuevo para mí, el de muchísimos autores que han logrado llegar a la cúspide del Top 100 de manera meteórica y sin demasiada ayuda externa, eso tiene un mérito increíble, es loable y por eso les reconozco el mérito sacándome el sombrero y les felicito de corazón. ¡Se merecen todo eso y más!
Ahora estoy feliz y decidida a subir toda mi obra a esta plataforma editorial, aunque estos meses me han demostrado que  el broche final a esta carrera de obstáculos lo pondré cuando Oros figure entre los últimos títulos de mi obra.
No quiero escribir más ni pensar en lo que pudo ser y no fue. Simplemente quiero vivir lo que el destino me tenga reservado con la mayor de las sonrisas. Mi vida, mi piel, mis sentimientos y mis quimeras se esconden en las páginas de mis siete libros, donde permanecerán durante años.
Pero hay instantes para ver más allá de tus sueños, para entender que nada salió como tú esperabas, que hay un mundo tras las palabras, tras los anhelos, tras las esperas.
Por suerte ahora ya no espero lo inalcanzable, vivo al día, busco la sonrisa en los pequeños gestos, en las pequeñas hazañas, en los pequeños detalles. Cada comentario en el blog enciende una luz que brilla durante horas en mi interior, cada sonrisa, cada guiño, cada venta… ¡Le celebro todo a lo grande!
Hace muchos días que mis libros no se venden,  que descienden lentamente hacia las tinieblas de la nada, que bajan en las listas en picado. No voy a negar que cuando le das a “guardar y publicar” esperas que la gente lo compre y se emocione, que guste, que se convierta en un  best seller.
No ha podido ser… ¡Qué le haremos! Como dice Pilar Alberdi soy muy joven y tengo mucha vida por delante. Aunque ahora no sé si quiero seguir mi camino con las palabras, si cuando termine de corregir mis antiguas novelas encontraré la ilusión necesaria para crear de nuevo. Y para mí la ilusión y la esperanza son los motores para dar vida a mis mundos paralelos en el papel.
Llevo tantos años esperando y soñando con alcanzar el cielo que no me he percatado de todo lo que me acompaña, de la ilusión de caminar hacia un futuro incierto, de lo maravilloso que es no esperar, no construir muros de expectativas que se derrumban con un soplido, no estar cerca del email, del teléfono, del correo,… No estar pendiente de conseguir lo que nunca va a llegar.
Me quedo con los 19 comentarios de 5 estrellas en Amazon de El Secreto de las Cuartetas, ¡si habéis leído la novela, comentadla, please!, con la alegría de las reseñas, con las amistades, con las emociones de cada venta. Me quedo con el comentario en La Luna de Ónixon, tanto en .es como en .com, con vuestras sonrisas y con vuestra presencia.
En el transcurso de estas 505 entradas he aprendido a vivir sin amargura, a celebrar los pequeños éxitos como si fueran inmensos, a no esperar más, a olvidarme de aquella absurda obsesión de publicar y a entender que mi vida está llena de cosas maravillosas a las que no debo dar la espalda.
Aunque no está de más pediros un empujoncito. ¿Me dejáis opiniones en Amazon? ¿Me compráis un libro? ¿Podéis compartir el enlace en las redes sociales? ¡Cualquier ayudita será bienvenida!  
No quiero plantearme qué sucederá de aquí a unos meses ni quiero pasarme la vida pendiente de las listas de Amazon, de que mi agente me llame, de que una editorial se fije en mí… ¡No habrá nada de eso! Y la Pat que ahora escribe, la que ahora está sentada en su silla azul con ruedas del IKEA, la que ahora acepta esa realidad, es una Pat más fuerte, más feliz y más entera, una que desea vivir con ilusión y desterrar para siempre la angustia, una que piensa vivir a tope cada instante, cada segundo, cada pequeña batalla ganada.
¡Feliz día! ¡Y mil besos!!!

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4 comentarios:

  1. Un muy feliz día, aunque sea nublado :-)
    Hoy la entrada -505- aunque intenta ser optimista, tiene un fondo de pesimismo y tristeza, me parece, o al menos, de nostalgia.
    CARPE DIEM :-)

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    1. Quizás un poquito de tristeza sí hay... ¡Son muchísimos años soñando! Pero es importante acatar las cosas como vienen y tirar adelante sin angustias... ¡Y ahora he encontrado la paz!
      ¡BESOSSS!

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  2. Hola, Pat, desde que empecé mi aventura en Amazon (si te sirve de algo) lo hice como un pasatiempo. Nunca pensé en el éxito, ni en convertirme en best seller pues la vida me ha enseñado a ser precavida, a no esperar demasiado para no desilusionarme. Aún hoy sigo pensando igual: todo en este mundo es rápido y pasajero, de manera que nunca sabremos cuándo estaremos arriba y cuando abajo.
    Me alegra que vivas el momento y no pierdas el entusiasmo, que hayas aprendido a ser realista y que sepas que no es malo que El secreto de las cuartetas no esté en la cima. Es hora de repasarse y de sacar conclusiones que podrían ser definitivas en tu carrera como escritora emergente. Un abrazo, amiga!
    Blanca

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