¡Terapia Zen al poder!
¡Buenos
días! La terapia Zen funciona, aunque ayer tuve que quedarme trabajando tres
horas más para terminar algo importante… Llegué a casa y me tocó preparar una
declaración informativa de la empresa de mi padre, que está inactiva, pero no
deja de tener obligaciones fiscales, y al final, a las 22:00 pude terminar el
capítulo que tenía a medias de LME antes de empezar a ver El Mentalista.
Lo
bueno fue que no me puse nerviosa y que me fui con muchas cosas pendientes sin
agobiarme. ¡A ver si hoy consigo lo mismo!
He
decidido no pensar en lo que queda por hacer y no ponerme nerviosa si las cosas
se acumulan. ¡Ya terminaré! De momento he decidido buscar a una becaria o
becario que se ocupe de las tareas administrativas básicas y así encontrar
tiempo para los trabajos más importantes.
Ahora
a ver si encuentro tiempo para buscar el becario…
¡La
vida es bella! Hay que sonreír más, hay que ser amable, hay que dejar atrás las
angustias y mirar hacia un futuro maravilloso. ¡Que luzca el sol en mi interior
cada mañana!
Estoy
en la recta final de mi novela y me da muchísima pena… ¡Casi voto por alargar
la trama! Uixxxxxxxxxx. Es que cuando termino una novela me quedo un poco
traspuesta. Mientras escribo tengo la cabeza enredada en las tramas, en los
personajes, en la narración… Y de repente se acabó, ya no hay más, y toca iniciar
la odiosa corrección… Entonces siento un vacío extraño, como si mis personajes
todavía estuvieran ahí, pero se desvanecieran lentamente. Y me pasa como cuando
termino una peli o una novela que me gusta, que le doy vueltas al final, a la
trama, a las situaciones, y quiero más…
Pero
por mucha pena que me de abandonar a P. y sus peripecias, por mucha nostalgia
que me produzca poner el punto y final, sé que en pocas semanas llegaré a la
meta de la historia y que no la puedo alargar. ¡Así que empezaré a despedirme
de mi creatividad durante unos meses para encarar el pulido!
¿Sabéis?
Por primera vez en mi vida de escritora he dejado la novela a varias personas a
medida que la escribía y he escuchado sus comentarios. ¡Es maravilloso saber
qué piensan! Así puedo darle vueltas a temas interesantes y ver antes los
agujeros en la trama.
Al
final mis anhelos se reducen a la ilusión de que algunos me lean, ¡y es ya se está
cumpliendo! Me encanta escribir así, con compañeros de viaje y sin el agobio de
que sea para el gran público. Escribir sin el deseo agobiante de publicar es
increíble, lo hago para mí, porque me gusta, porque me distrae, porque es mi
refugio, mi extensión, mi mundo paralelo…
¡Terapia
Zen al poder!
¡Feliz
día! J
:-) Feliz día
ResponderEliminarOmmmmmmmmmmm
Ommmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm
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