Exorcizar los desvelos
¡Buenos días! Quería tumbarme en
una hamaca para leer el libro que me regalaron el otro día, uno que habla
acerca de la relación madre-hija, pero parece que las nubes han decidido
encapotar el cielo y dejarme metida entre las sábanas con el ordenador en el
regazo.
Esta noche los sueños revueltos
se han encargado de dirigir las horas de insomnio. Hay demasiadas cosas
rondando en mi cabeza para que se desenchufe y descanse. No puedo detener el
engranaje cerebral cuando quiero. ¡Ojalá tuviera un botón de apagado!
Años de espera, de anhelos, de
sueños postergados, de ilusiones marchitas. Años de levantar expectativas sin
una base sólida y de recibir ráfagas de viento huracanado que deshacían los
edificios de un plumazo, sin darme tiempo a pensar ni a digerir ni a entender.
El dolor y la ansiedad de las esperas
infructuosas se han diluido en litros de realidad y sosiego. Las trazas que
conformaban mi futuro ideal ya no pintan un cuadro con colores intensos, ahora
son retazos de un croquis que se forma día a día, sin deseos, sin angustias,
sin esperas.
Hay mañanas en las que los últimos
meses se zarandean al son de las ilusiones y las penas que deciden regresar a
mi cabeza momentáneamente, es como el sol que acaba de esconderse tras las
nubes, un conato de recuerdo de otros tiempos, de otros anhelos, de mis
verdaderos sueños.
¡Qué difícil es desprenderse de
una emoción! Deseo desde niña llegar a una meta y a medida que los años avanzan
maduro hacia un lugar mejor, donde las arenas movedizas de los anhelos se
convierten en tierra sólida cimentada con realidades.
A veces caminamos en busca de la
felicidad, creemos que es una quimera alcanzable solo si logramos nuestros
sueños, pero los años acaban demostrando que está en los pequeños logros, en
las cosas cotidianas, en los gestos pequeños que son grandes batallas ganadas.
La escritura de LME fue
gratificante. Por primera vez desde que siento las palabras fluir con facilidad
en la hoja del Word conseguí sentir la emoción de crear un mundo paralelo donde
los personajes adquirían forma y color a través de mi imaginación. No esperaba
que nadie la comprara, no sentía la necesidad de llegar al público, no esperaba
a que el email trajera noticias
enredadas en la imposibilidad de llegar… ¡Disfruté tanto que valió la pena!
¿Veis? Hay mañanas en las que me
despierto con un conato de tristeza, como si la decisión de dejarme llevar por
el destino me vapuleara con la necesidad de luchar de nuevo, de retomar la
intención de convertirme en aquella escritora que se iba a Hollywood de la mano
de su agente… ¡Qué recuerdos!
Escribir la entrada diaria me
aporta vitalidad, me ayuda a deshacerme de los nubarrones que no me dejan ver
el azul del cielo. Plasmar mis sentimientos en párrafos exorciza mis desvelos.
¡Ahora ya estoy preparada para encarar el domingo!
¡Feliz día! J
"... litros de realidad y sosiego..." Me gusta, vaya sí me gusta.
ResponderEliminarFELIZ domingo :-)
¡Buenos días! :-)
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